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Prueba Honda CBF 1000 F: Para todo, para todos

Fotos: Mariano Hinjos
La CBF de la marca alada escala a la máxima cilindrada para las manos más exigentes que buscan comodidad, bajos consumos y altas prestaciones a la hora de afrontar sus rutas.

Las primeras CBF se presentaron en el 2004. Concretamente eran la CBF 500 con el motor bicilíndrico de la anterior naked urbana CB, y la CBF 600, con chasis y motor heredado de la Hornet. Se trataba de desarrollar motos muy fáciles de conducir, con prestaciones suficientes, consumos muy bajos y, básicamente, muy sencillas a todos los niveles. Así, la familia fue creciendo y evolucionando manteniendo siempre esas cualidades que han convertido a todo los primeros modelos en verdaderos éxitos de ventas.

Prueba Honda CBF 1000 F - Buscando la carretera perfecta

Buscando el aumento de cilindrada pero sin descuidar el buen gusto exterior.

Por supuesto, los usuarios empezaron a pedir más, y en 2006 apareció la 1000 con el motor de la superbike CBR pero, lógicamente, adaptado al uso de una moto mucho más humana y sencilla. Es decir, se redujo la potencia y se reforzó la respuesta en la subida a bajo y medio régimen. Y así llegamos a la CBF 2010 que ha sufrido un importante cambio estético, y también modificaciones internas más importantes de lo que puede parecer a primera vista.

Más estilizada

De momento, el cambio más importante es la dotación de las dos ópticas delanteras similares a las de la CBR 600, mucho más afilados, modernos y agresivos que los anteriores. No debemos olvidar que estamos ante una moto cuyo usuario busca, precisamente, que _sea discreta_… pero tampoco podemos olvidar que la personalidad es algo importante cuando hablamos de una moto. Este pequeño toque realmente consigue que la hermana mayor de las CBF sea bastante más atractiva que antes.

Prueba Honda CBF 1000 F - 107 cv

Comportamiento noble y ágil que te llevará por la ruta deseada.

En cuanto al chasis, mantiene el característico Mono-Backbone – fabricado en aluminio – de espina central superior, lo que compacta la anchura y consigue una gran manejabilidad a costa de elevar el centro de gravedad y no ser tan rígido como el doble viga habitual en las deportivas. No obstante, pronto te das cuenta de que encaja perfectamente en el carácter de esta polivalente gran moto, y gracias a ello se consigue una facilidad de conducción incluso a baja velocidad realmente apabullante. El motor hace de elemento resistente y los anclajes traseros y el pivote del basculante se anclan en un par de fuertes placas de fundición de aluminio.

desde el tacto del acelerador hasta la maneta del embrague, todo es blando, perfectamente dosificable y de tacto aterciopelado

Precisamente el motor, de 998cc reales, que como hemos dicho se hereda de la CBR1000RR, eleva su compresión de 11,0:1 a 11,2:1 respecto al anterior modelo, mejorando las prestaciones y el uso moderadamente sport. Por supuesto, la alimentación se encarga al sistema de inyección PGM-FI, ya muy evolucionado, que mide constantemente los parámetros de revoluciones del motor, apertura del gas y condiciones de funcionamiento. El cuerpo de inyección, con mariposas de 36 mm e inyectores de 12 surtidores, también ha visto mejorado todo del software – sin cambios profundos, pero sí eficaces y evidentes – y consigue ser un 7% más eficiente en el uso de la gasolina que la CBF1000 2009. En total, se ganan nueve CV respecto a modelo anterior, lo que es una más que notable cantidad y demuestra lo relajado que viene este motor, llegando hasta los 107.

Prueba Honda CBF 1000 F: Conducción sport con confort

Con o sin peso, con o sin acompañante se comporta de manera ejemplar.

En cuanto a la ergonomía, consigue esa adaptación instantánea y mágica característica de las naked urbanas, y mucho más de la familia CBF. Todo el cuadro, piñas y manillar son muy sencillos, pero eficaces, y nada más montarte en la moto te sientes como si hubiera sido tuya durante años. Por otro lado, la pantalla es regulable en 12 cm por un eficaz sistema manual que ahora peso y complicaciones electrónicas. De nuevo, la sencillez se impone.

Rodando cómodo y seguro

Desde luego, no estás ante una deportiva, pero a pesar de ello te permite rodar tremendamente ligero gracias a un motor que parece prácticamente eléctrico y que consigue lanzarte a una velocidad muy, muy superior a los 200 km hora. Desde luego, más que suficiente para lo que permite la ley actualmente, y también para lo que busca un potencial comprador de este modelo. Además, al mejorar el par y la potencia máxima es capaz de tirar sin problemas con pasajero y carga si lo necesitases. Los frenos cumplen suficientemente bien, sin alegrías, y hay que recordar que puedes elegir como opción el sistema C-ABS de repartición y antibloqueo de frenada.

Lo de la pantalla regulable es realmente eficaz, y en su posición más baja consigue un perfil casi deportivo en esta moto, mientras que sí lo subes la protección del tronco y cabeza del piloto son realmente buenas, aunque se distorsiona algo la visión por unas ligeras vibraciones. Por otro lado, la suavidad general te abruma, desde el tacto del acelerador hasta la maneta del embrague, todo es blando, perfectamente dosificable y de tacto aterciopelado. Además, para uso urbano el radio de giro es realmente bueno.

Prueba Honda CBF 1000 F - Diversión en cada curva

Tan sólo elige el camino y busca la ruta perfecta a la diversión.

Básicamente, en carretera es la perfecta moto rutera ligera y que te permite tanto viajar a dúo como sólo, disfrutando de cada metro que desde corras. A años luz de la pesadez y pilotaje relativamente complicado y experimentado que necesita una GT o incluso una gran trail, esta CBF que permite tragar millas sin apenas ningún cansancio y con unos consumos que fácilmente se mantienen por debajo de los 6 litros. En carreteras de curvas se comporta más que dignamente, siempre que tengas en cuenta la rigidez general está más enfocada a la comodidad que al trato deportivo, y que el centro de gravedad si se siente alto.

Por cierto, te recomendamos que entres en la página de Honda para que compruebes la interminable lista de complementos que existen para este modelo, desde una alarma, hasta maletas y Top Case con bolsas interiores, un candado que encaja en un alojamiento exclusivo bajo el asiento, etc. De todo para una moto que puede estar destinada a no ser el sueño de muchos como las flamantes deportivas o las llamativas custom, pero que desde luego satisfará todas las pasiones que cualquier motorista puede disfrutar tanto en un uso diario como en la carretera.

Resumiendo

Lo mejor

  • Suavidad del motor
  • Ergonomía
  • Pantalla regulable
  • Polivalencia Ciudad-carretera

Mejoraríamos

  • Centro de gravedad elevado
  • Tacto de frenada suave
  • Cualidades deportivas limitadas
  • Precio algo elevado

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