Publicidad
[the_ad_placement id="adsense-mega-2-mobile"]

¿Por qué no es buena idea rodar al límite en carretera?

Fotos: Youtube
Nunca es buena idea rodar al límite en carretera, y aquí tienes un buen ejemplo de por qué. En una carretera secundaria no es difícil que un coche decida dar media vuelta quedándose en mitad de la calzada. Y más en zonas turísticas donde suele haber conductores que no conocen bien la zona...

Rodar al límite tiene el problema que, por definición, no tienes margen. Quien ruede cerca del límite en carretera se está jugando el tipo permanentemente: en cada curva te espera una sorpresa. Por más veces que hayamos pasado por una ruta, aquél día puede haber cruzado un tractor y dejado barro o tierra, puede haber habido un derrame de gasoil de una furgoneta, puede haber un animal cruzando… La lista de elementos fuera de control es larga y cada día puede sumarse otra “sorpresa”.

Es la diferencia esencial con un circuito: allí pasas una media de cada dos minutos por el mismo sitio y está todo controlado. Además tienes escapatorias bien estudiadas, controles, ambulancia a punto… En ese ambiente sí se puede rodar al límite, como hacen obviamente los pilotos en competición.

Pero como bien reza la ya popular frase, la carretera no es un circuito y aquí tenemos un ejemplo de por qué esto es así. Estos motoristas rodaban a ritmo ligero, pero lejos del límite, cuando un coche decide dar media vuelta en un tramo entre curvas. El conductor, torpe o asustado por la llegada de las motos, se queda en mitad del asfalto cortando la carretera. Los dos motoristas, gracias a no ir demasiado rápido y a su pericia, frenan a tiempo y lo esquivan evitando el riesgo y convirtiéndolo en la anécdota del día (y un vídeo que subir para dar ejemplo). En cuanto al conductor del coche, no parece que tomara ninguna precaución y hace un giro prohibido sobre una línea doble continua. No es en España, aquí quizás el exceso de dobles continuas que se van viendo en carreteras secundarias (otra de esas manías de la DGT, prohibir en lugar de enseñar) lo haría menos extraño…

Volvamos a los motoristas del vídeo. El que lleva la cámara no se pone nervioso, frena y se sale al arcén. El otro, frena fuerte y llega a levantar la rueda trasera, pero tampoco provoca un bloqueo ni caída frenando: es un buen ejemplo de cómo reaccionar ante un riesgo, actuando con firmeza pero sin que el susto nos bloquee ni provoque una reacción exagerada. También, no lo sabemos aunque no lo parece por cómo levanta la rueda trasera, si la moto tiene ABS es una ayuda en estos casos, pues el pánico inicial no se traduce en un bloqueo y caída. Con ABS, ese posible pánico provocaría la entrada en acción del sistema antibloqueo, dándonos margen de reacción para seguir frenando o incluso esquivar el obstáculo.

Un último consejo ante estos casos: educa la mirada. Tendemos a ir hacia donde miramos, y si cuando aparece un obstáculo nos quedamos mirándolo fijamente, nos costará mucho o será imposible esquivarlo. De alguna forma su presencia “hipnotiza” y te atrae fatalmente. Aprende a mirar alrededor, busca escapatorias cuando vayas rodando, y tu vista se acostumbrará a mirar el entorno. En caso de un susto como éste, si consigues buscar por dónde salirte, no mirar al coche, será más fácil esquivarlo.

Lo último

Lo más leído