El domingo 4.563.000 espectadores se pusieron delante del televisor para ver a través de Tele5 la carrera de MotoGP de Austin, con un “share” del 23 por ciento. En toda la historia de las retransmisiones televisivas, solo ha habido dos cifras de audiencia superiores: el Gran Premio de Río de 1999, en el que Alex Crivillé ganó el Mundial de 500, que alcanzó una audiencia de 5.145.000 espectadores; y el Gran Premio de la Comunidad Valenciana de 2013, donde el desenlace del título entre Marc Márquez y Jorge Lorenzo fue visto por casi cinco millones de telespectadores.
No cabe duda que el retraso acumulado en MotoGP, motivado por una corriente de agua que inundó un tramo del circuito, ayudó a meter en “prime time” a las motos, pero por encima de esa anécdota cabe destacar que, pese a la críticas que recibe la cadena de Mediaset, entre otros motivos, por la publicidad que se emite en las retransmisiones, existe un evidente interés entre los aficionados a las motos, que se sobreponen a sus fobias cuando se trata de ver un buen espectáculo. De hecho, el post-GP reunió a nada menos que 3,2 millones de espectadores, una cifra superior a algunas retransmisiones en directo de 2014.
No se conoce la audiencia exacta de Movistar TV: cerró 2014 con 1,5 millones de abonados, pero no sabemos cuántos ven MotoGP.
Es difícil cuantificar la audiencia real de MotoGP en España cuando no hay emisión en directo de Tele5, porque Movistar TV no facilita datos. La cadena de pago de Telefónica cerró 2014 por encima de 1,5 millones de abonados, pero no sabemos realmente cuántos son clientes específicos de su canal de MotoGP. Dentro de Movistar Fusión, que es solo una parte de ese millón y medio de suscriptores, se ofrece acceso tanto a MotoGP como a la Fórmula 1. Movistar cerró 2014 con 300.000 abonados a estos canales, y se estima que a estas alturas del año está lejos aún del medio millón de usuarios.
Según datos de marzo de 2015 facilitados por Kantar Media, los canales temáticos de pago en su conjunto suponen un 6,6 por ciento de la cuota de pantalla. La implantación de canales vía cable y ADSL en España oscila según las comunidades entre el 13,6 por ciento de Castilla y León, y el 41,5 por ciento del País Vasco, con una media nacional de 21,12 por ciento.
El modelo de televisión de pago sigue, a día de hoy, muy cuestionado. Aunque poco a poco se serenan los ánimos, que en 2014 llevaron a provocar incluso manifestaciones de protesta, el sentir de los aficionados sigue siendo molesto hacia esta nueva fórmula, que en 2016 alcanzará una implantación aún mayor, puesto que solo está previsto que se den en abierto los cuatro Grandes Premios españoles.
Carmelo Ezpeleta: “Movistar decidió utilizar el campeonato del mundo de motociclismo para lanzar un canal. Había que hacerlo sí o sí”.
A pesar de estas complicaciones, en 2014 las cifras de audiencia en abierto de Tele5 crecieron con respecto a 2013, pero en diferido el seguimiento cae en un 50 por ciento, aproximadamente, un dato que no se compensa con los abonados de Movistar TV. Carmelo Ezpeleta, consejero delegado de Dorna Sports, no lo considera preocupante: “Es otro modelo de televisión. Si sumas el abierto, el diferido, las redes sociales y lo que se da a través de Movistar TV, no estamos mucho más lejos. Creo que es un tema por el que hay que pasar. Nosotros tuvimos la suerte de que Movistar decidió utilizar el campeonato del mundo de motociclismo para lanzar un canal. Si nosotros no hubiéramos aceptado esa oferta lo habrían lanzado igual, pero con otro deporte que estaría como loco por entrar ahí. Había que hacerlo sí o sí. No hay más discusión”, asegura.
Ezpeleta tampoco cree que la difusión del motociclismo se vea gravemente afectada: “Yo no veo que otros deportes que han pasado al pago por visión hayan visto disminuida su popularidad. Y es más: este año, con todas las controversias y lo tarde que se tomó la medida, el deporte de la moto no ha bajado para nada de popularidad. Ha aumentado su popularidad”.
Carmelo Ezpeleta: “No creo que si en el año ’92 se hubiera decidido lanzar un canal de pago, uno de los deportes elegido fuera el motociclismo”.
Las críticas de los aficionados van más allá del modelo de televisión, porque comenzaron con la elección de Tele5, que volvió a incluir publicidad en las retransmisiones, como hacía Televisión Española en el pasado, y en la mayoría de los casos señalan la gratuidad de las retransmisiones como una cuestión de interés general. Ezpeleta también puntualiza: “Yo entiendo que la gente diga que quiere ver las carreras gratis… Nunca se han visto las carreras gratis; nunca. Primero se pagaban por impuestos, que ahora hacen falta para otra cosa; luego se pagaban con anuncios, que no les gustaba; y ahora las pagan directamente los que las quieren ver, que es una cosa que me parece normal”, dice.
El caso es que la polémica no es exclusiva de España: Italia y Gran Bretaña también estrenaron el modelo de televisión de pago al mismo tiempo, con similar problemática y una pobre respuesta de la audiencia. Pero desde Dorna valoran positivamente la entrada de MotoGP en este modelo: “En este caso nosotros hemos tenido la suerte en España, en Italia y en Inglaterra, de conseguir que una televisión haya decidido, y no son compañías pequeñas, en un caso Sky, en otro Movistar, y en otro British Telecom, que para el lanzamiento de un nuevo producto les resulta vital tener las motos. No creo que si en el año ’92 se hubiera decidido lanzar unos canales de pago, uno de los deportes en los que se hubiera pensado fuera el motociclismo. No lo creo”, concluye Ezpeleta.
