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Günter Schachermayr cambia la rueda de su Vespa ¡en marcha! (Vídeo)

El Evel Knievel austriaco
Fotos: Günter Schachermayr
Günter Schachermayr se anota un nuevo récord al ser el primero en cambiar la rueda delantera de su Vespa en marcha y desde un carro tirado por otra Vespa. También se ha tirado con ella por una montaña rusa y ha saltado desde una presa.

A Günter Schachermayr lo podríamos denominar como el Evel Knivel austriaco. Aunque no se dedique a saltar autobuses, cada día nos sorprende más con sus acrobacias. Y la última es curiosa y difícil a partes iguales, pues ha conseguido nada menos que cambiar la rueda delantera de su Vespa, en marcha, desde un carro tirado por otra Vespa. Y todo ello en un tiempo de poco más de dos minutos y a una media de 23 km/h.

No fue sencillo porque el viento cruzado que había en el aeródromo HB de Hofkirchen im Traunkreis les impidió conseguirlo en los primeros intentos. Pero después de esperar algo más de 90 minutos, consiguieron cambiar la rueda. Günter colocó su Vespa a una rueda y Adolf Jun. Ehrenreich, el mecánico designado se encargó de quitar las 5 tuercas de M8, quitar la rueda, colocar una nueva y volver a dejar todo apretado. La sincronización en cuanto a velocidad y mantener la altura de la rueda delantera siempre constante fueron la clave.

Günter Schachermayr ha estado muy ocupado este verano, y nos ha dejado otras acrobracias realmente sorprendentes. Por ejemplo, bajar montado en una Vespa por la Flying Roller Coaster Rittberg y, al mismo tiempo, conseguir resolver un cubo de rubik antes de que finalizase el recorrido.

Y si nos vamos unas semanas más atrás, ¿sabéis lo que se le ocurrió? Pues nada menos que lanzarse atado a una cuerda para hacer un «swing» frente a una presa. Sí, la Vespa también iba con él porque todo lo que hace Günter lo hace sobre una Vespa. Creemos que ya forma parte de él.

Además sabemos que lleva meses preparando una acrobacia sin precedentes: ascende 4.000 m por un cable, de forma vertical, hasta llegar a la altura de un helicóptero. Sin duda una acrobacia tan arriesgada como impresionante, y con la que deseamos toda la suerte del mundo a Günter.

 

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