Todo el que sale a montar en moto de manera lúdica sabe que tiene que encargarse de unas cuantas cosas antes de poner rumbo al circuito o al campo. Como normalmente no se va en marcha con la moto hasta el destino donde vamos a practicar la actividad tenemos que cargar la moto en el remolque o la furgoneta, meter las herramientas, el equipamiento, el avituallamiento, gasolina, lubricantes y accesorios varios, etc. Además, si ya somos más «pros» también nos llevaremos unas sillas para no tener que sentarnos en el suelo para cambiarnos…
Pero si queremos ir un paso más lejos y tenemos el dinero para ello, que es la parte más importante de esta ecuación, podemos optar a comprar un «cacharro» como el que os traemos y que seguro que se convierte en el sueño de alguno. Estamos hablando de una Fiat Ducato camperizada pero teniendo en cuenta las necesidades de un motero que nos llega desde el norte y con el nombre de WEINSBERG CaraBus/CaraTour [OUTLAW].
Empecemos por lo importante, la zona de carga. Está diseñada para poder llevar cómodamente dos motos. Su suelo es metálico y cuenta con raíles sobre los que poner las argollas que sujeten las cinchas. Además, cuenta con diferentes compartimentos en los que dejar herramientas y también nos permite transportar la rampa. Por último, la puerta está dotada con un cierre hermético que impide que los olores y los gases pasen a la zona habitable.
En la zona habitable tenemos la cama de matrimonio y la opción de colocar otras dos camas más pequeñas para un total de cuatro personas durmiendo dentro. Son las mismas que pueden viajar cuando el furgón está en marcha y van colocadas en los dos asientos frontales y los dos que se sitúan en una mesa que, por cierto, es extensible.
Después del entrenamiento una ducha viene de lujo y esta furgoneta tiene un baño completo, por si hay más necesidades (que las habrá). Por último, una vez hemos terminado y estamos frescos como una lechuga ¿qué tal cocinar algo? Podrás porque también cuenta con una cocina completa. En resumen, lo único que te hace falta para disfrutarla es tener el dinero que es un buen puñado, ni más ni menos que 45.000 euros.
