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¿Son todos los scooter iguales? ¿Qué aspectos los diferencian?

Una explicación práctica
Fotos: Miki Méndez
La evolución del scooter ha estado sujeta a cambios constantes desde su creación, hasta el punto que algunas de sus características se fusionan con las de las motos.

Pronto hará 80 años del nacimiento de los scooter. Su origen es debido a la necesidad. Tras la II Guerra Mundial, Europa había de reconstruirse. El scooter supuso la conjunción de los factores que demandaba la sociedad que habrían de ser los boomers: un vehículo barato, ligero, limpio y que se pudiera conducir con cualquier indumentaria, falda incluida.

El coche era un lujo que tardaría en poder estar al alcance de todos; en cambio, la tecnología presente en los scooter ya existía en el mundo de la motocicleta, si exceptuamos dos de los factores distintivos de un scooter: el chasis estampado en chapa y un motor que actúa a la vez de basculante.

¿Son todos los scooter iguales? ¿Qué aspectos los diferencian en cuanto a la parte ciclo?

Según la RAE, un scooter (o escúter) es una “moto con ruedas pequeñas y suelo plano” o una “motocicleta ligera”. Parece que en la RAE no lo tienen muy actualizado de cara a 2024.

No es nuestra labor determinar la definición de scooter, pero coincidiremos en que un scooter es un vehículo de dos ruedas, eminentemente práctico, en el que nuestros pies descansan por delante de nuestras caderas y en el que, al menos las piernas, disfrutan de protección contra los elementos por medio del escudo que las precede. La practicidad del scooter radica en su capacidad de carga y en su confort, aparte de que tener dos ruedas determina su condición de vehículo puerta a puerta.

¿Son todos los scooter iguales? ¿Qué aspectos los diferencian en cuanto a la parte ciclo?

¿Qué tipos de scooter podemos encontrar?

Existen numerosos tipos de scooter, en atención a factores muy diversos. En el sudeste asiático se vende la mayor cantidad de ellos y son lo que en Europa llamamos “de rueda grande”, es decir, de 16 pulgadas.

Generalmente de cilindradas menores (150, 125, 110, 100, 90 cc) y cambio de marchas, se venden por decenas de millones de unidades al año y son gran parte de la cuenta de resultados de las grandes marcas.

Pero cumplen con nuestra definición actualizada en el párrafo anterior, como lo hacen las que se venden aquí, en Europa, donde el panorama es también complejo, pero de otra manera.

¿Son todos los scooter iguales? ¿Qué aspectos los diferencian en cuanto a la parte ciclo?

La legislación europea permite conducir motocicletas de hasta 125 cc de 4T con el carnet B de automóvil. Eso implica que hay un mercado cuasi infinito y muy fragmentado de 125 cc, y dentro de las 125 cc, los scooter.

Supone la mayoría de las ventas e incluyen desde el pequeño scooter de proximidad económico y ruedas pequeñas, como el Yamaha N-Max o el Honda PCX, a los grandes GT, los deportivos o los scooter de rueda de 16 pulgadas, que también tiene representantes en Europa.

En todos ellos se repite la estructura de chasis autoportante y motor-basculante, por ser lo más sencillo y ligero. Las marchas quedan para las motocicletas de 125 cc. Los scooter son todos automáticos. La potencia máxima permitida por la legislación es de 15 CV. En algunos de ellos, todavía perdura el suelo plano.

¿Son todos los scooter iguales? ¿Qué aspectos los diferencian en cuanto a la parte ciclo?

Por encima de 125 cc, existe la misma cantidad de tipologías, quizá menos exponentes, pero requieren licencia de conducir motocicletas. La casi totalidad de transmisiones es automática por variador. La cilindrada media, entre 300 y 400 cc, supone una parte muy importante del pastel de ventas, pero no la cúspide de la pirámide.

El segmento de los grandes scooter existe desde que se lanzó la primera generación del Yamaha T-Max en 1999 que, cumpliendo aún con la definición que aportamos en este artículo, cambiaba por completo el concepto de motor y parte ciclo de un scooter, para dar cabida también a las grandes prestaciones. Y sin perder la practicidad y facilidad de uso de un scooter.

¿Son todos los scooter iguales? ¿Qué aspectos los diferencian en cuanto a la parte ciclo?

A finales de los años 90 del siglo XX, Yamaha contaba con un scooter muy completo, el Yamaha Majesty 250, de apariencia proporcionada, casi automovilístico. El mercado estaba asistiendo a una demanda de crecimiento en cilindrada y potencia de los scooter.

El departamento de desarrollo de Yamaha se propuso crear el scooter definitivo para ciudad y extrarradio, capaz de viajar y de al mismo tiempo, funcionar con finura exquisita al ralentí.

Pronto se dieron cuenta de que, para conseguir resultados superiores a la competencia, tenían que hacer algo diferente, lo que implicaba saltarse las reglas y adoptar soluciones tecnológicas vistas en el motociclismo, pero sin que el producto perdiera la percepción de scooter.

¿Son todos los scooter iguales? ¿Qué aspectos los diferencian en cuanto a la parte ciclo?

Para conseguir la suavidad, el monocilíndrico creció hasta el bicilíndrico. Con la unión de dos motores del Majesty 250, hicieron un motor bicilíndrico paralelo, con tres bielas (la falsa biela servía de equilibrado) con una finura de funcionamiento proverbial.

Los cilindros estaban situados horizontalmente. En vez de ser parte del basculante, se sitúan tumbados, frente a la rueda trasera, dentro de un chasis multitubular de aluminio. La suspensión trasera se ubica en el mismo lugar, junto al motor.

De este modo se consigue un centrado de masas de motocicleta (50/50) a la vez que el centro de gravedad se sitúa lo más bajo posible en aras de la facilidad de maniobra, en movimiento y en parado. Más cilindrada implica más peso. Por eso la horquilla se dimensiona en consonancia, con la inclusión de doble tija, determinante en la solidez del tren delantero.

¿Son todos los scooter iguales? ¿Qué aspectos los diferencian en cuanto a la parte ciclo?

Como muestra, el Yamaha T-Max 560 que aparece en las fotos y en el vídeo que acompaña este reportaje. Contiene elementos de moto. Más allá de las suspensiones, dispone de doble freno de disco con pinzas radiales y un equipamiento que incluye control de tracción, modos de motor, conectividad Bluetooth, pantalla TFT (enorme), pantalla regulable eléctrica, asiento y puños calefactados, etc.

Pero en lo que más sorprende el Yamaha T-Max 560 es por su comportamiento. Es capaz de salir muy suavemente, a puntita de gas, con un tacto exquisito. No necesitas poner los pies en el suelo para rodar a velocidades muy bajas. La sensación de control es total. Pero del mismo modo, si roscas el gas con ganas, te verás lanzado a velocidades más allá de lo legal en un tiempo muy corto, pero con la misma sensación de control que yendo a punta de gas. En los semáforos no tendrás rival y en los puertos de montaña le puedes sacar los colores a más de uno.

¿Son todos los scooter iguales? ¿Qué aspectos los diferencian en cuanto a la parte ciclo?

En el mercado hay muchos scooter de diferentes fisonomías y precios, pero todos coinciden en que son parte de la solución de nuestras ciudades congestionadas y no parte del problema.

En unos continentes triunfan unos, en según qué países, otros. Hay ciudades en las que se vende más un modelo que otro, pero lo que es seguro, es que en cualquier parte del mundo, el T-Max les observa a todos desde la cumbre. Eso nadie lo duda.

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