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Bridgestone

Este pasado fin de semana me sorprendió un comentario que escuché de Alberto Puig en Movistar+. Algo así como que Bridgestone se había dejado llevar en su última campaña en MotoGP y no estaban ofreciendo un material suficientemente evolucionado. Una afirmación muy grave. Me parece poco profesional verter un comentario así.

Las MotoGP empezaron a resbalar sobre el asfalto de Brno como un confiado caminante que patina sobre la escarcha de la acera en una helada mañana de invierno. Perdían el tren delantero con frecuencia, y al suelo. No era muy común, es cierto, pero las altas temperaturas que se dieron en Brno podrían explicar semejante comportamiento. ¿Por qué tantas caídas? ¿Es culpa del calor? Estaría bien que quien dispone de información privilegiada y tiene a su alcance un altavoz del calibre de Movistar+ contribuyera a aclarar las dudas con sus conocimientos. Pero no fue eso lo que hizo Alberto Puig, que tiró la piedra y escondió la mano, porque se quedó a medias en sus comentarios, poco acertados desde mi punto de vista, al insinuar que Bridgestone no estaba haciendo su trabajo, que se estaba dejando llevar dado que era su última temporada.

Ya me parece sorprendente que un señor con la chaqueta de HRC, un fabricante implicado en MotoGP, tenga un puesto de comentarista dentro de Movistar+. Es como si un directivo del Real Madrid o del Barça estuviera en el equipo de comentaristas de la Liga de Fútbol. Pero ese es otro tema.

Cuando se hacen afirmaciones del calibre de las realizadas por Puig, hay que tener claras dos cosas. La primera, que hay que entrar a fondo en la cuestión y no quedarse a medias, como hizo él. Su “comentarius interruptus” simplemente insinuó una idea, magnificada y multiplicada por el eco del medio donde soltó su perla. La otra cosa es que cualquier afirmación del tipo que sea ha de exponerse respaldada con argumentos. De lo contrario no es información, sino opinión. Puig es muy libre de opinar, faltaría más, pero su papel como comentarista técnico ha de aportar luz en vez de emborronar, como hizo.

Albero Puig, comentarista de Movistar TV

En un medio escrito o digital, es fácil diferenciar entre información y opinión, pero en televisión es complicado marcar los límites, y en ocasiones se funde una cosa con la otra.

No estoy de acuerdo con las insinuaciones de Puig porque, sencillamente, creo que Bridgestone sigue haciendo un excelente trabajo. Si alguien no me cree lo puede comprobar fácilmente. Basta con buscar datos en las clasificaciones oficiales del campeonato: en once carreras se han conseguido seis nuevos records. Y en tres donde el récord no cayó, fue por apenas un puñado de milésimas. Así sucedió en Mugello (la vuelta rápida fue 15 milésimas por encima del récord), Catalunya (37 milésimas), y Brno (19 milésimas).

En cuanto a los tiempos de carrera, en las nueve carreras disputadas en condición de seco, como esta temporada, en seis de ellas se ha rodado por debajo de los registros del año pasado. Es decir, que el rendimiento de los neumáticos era óptimo.

La Honda de Scott Redding en los test de neumáticos tras el GP de Brno 2015

A mí me parece que estos no son los datos de una marca “que se deja llevar”. Si Bridgestone no hiciera su trabajo, si no continuara con el desarrollo de sus neumáticos, como tiene comprometido por contrato con Dorna, ¿para qué llevar a Sachsenring el nuevo neumático delantero asimétrico estrenado esta temporada?, por ejemplo.

Es cierto que en ocasiones la configuración elegida no ha sido la idónea. Se trabaja con datos de la temporada anterior y en base a esos datos se eligen unos compuestos u otros. El año pasado la carrera de Brno se disputó con 17ºC de temperatura ambiente y 23ºC en pista. Este año, había 26ºC de temperatura y la pista estaba a 39ºC, una diferencia abismal que en el milimétrico mundo de la competición es como la noche y el día. Y no se pueden inventar los neumáticos adecuados para esas condiciones de un día para otro. La logística de las carreras es muy compleja, y Bridgestone sirve sus neumáticos con semanas de antelación y con un limitado margen de maniobra.

En definitiva, creo que Bridgestone sigue trabajando con rigor y profesionalidad, y no se merece que nadie enturbie la extraordinaria labor que ha realizado durante todos estos años en MotoGP.

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