El exceso de velocidad está penado y en función del mismo uno puede estar multado o entrar dentro de los márgenes permitidos. Pero en esta ocasión y tal como recoge La Vanguardia, ni circular a la velocidad permitida sirvió a los conductores para evitar las tan temidas multas.
Hay que remontarse hasta el pasado 26 de agosto y avanzar hasta el 9 de septiembre para encontrar a un total de 2.527 conductores que fueron sancionados por el radar que se encuentra en el kilómetro 508,1 de la N-330 a la altura de Zaragoza.
El tramo, que es una carretera convencional pero con dos carriles por sentido separado por mediana está limitado legalmente a 100 kilómetros por hora. Sin embargo, por un error derivado del cambio de límites de velocidad que vivimos a principio de año el radar se calibró en esas fechas para multar a 90 km/h. Esto implica que aunque se circulase por debajo del máximo permitido legalmente y que es el indicado por las señales en el tramo, si la velocidad era superior a los 90 se recibía una multa.
El error se detectó una vez comenzaron a recibir las reclamaciones por parte de los usuarios al ser notificadas las multas. Así, una vez subsanado el fallo se produjo el sobreseimiento de todos los expedientes sancionadores de manera automática aunque cabe la posibilidad de que algún ciudadano ya la hubiera pagado. En ese caso no le quedará más remedio que llevar a cabo la reclamación pertinente rellenando el formulario, adjuntando además el recibo de pago y la copia de la resolución del recurso.