Honda y Yamaha arrancarán en un par de meses las pruebas con el fin de evaluar la expansión global del uso de motos eléctricas en la ciudad japonesa de Saitama. Bajo el nombre de E-KIZUNA Project, ambos fabricantes se embarcan en un proyecto que tiene por objeto buscar soluciones a tres objetivos claros: la reducción de las emisiones de CO2, la difusión de las motos eléctricas así como la resolución de los problemas de transporte en aquellas áreas con problemas de accesibilidad.
En septiembre está previsto que empiecen las pruebas de evaluación utilizando para ello la tecnología actual tanto de Honda como de Yamaha así como la infraestructura ya existente en Saitama con el fin de comprobar la reducción de emisiones y las mejoras en el transporte.
Para ello los ciudadanos dispondrán de una flota de 30 Yamaha E-Vino así como un servicio de alquiler y cambio de baterías en varios puntos de la ciudad tales como la en la Estación Saitama-Shintoshin y aparcamientos públicos. También se está considerando poner en funcionamiento un sistema de moto-sharing para aquellas personas que lo necesiten.
De estas pruebas nacerán nuevas soluciones que serán aplicadas, en un futuro, en un proyecto futuro en el cual tanto Honda como Yamaha fabricarán scooters eléctricos de tecnología conjunta.
