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Pirro, Stoner, Kallio y Bradl: la importancia de los probadores en MotoGP

La actual política de ahorro de costes que limita la cantidad de días de prueba por parte de los equipos y los pilotos oficiales han hecho todavía más importante la figura del piloto probador. Si antaño valía con un piloto que fuese rápido, ahora las marcas recurren a pilotos "top" y los resultados se notan...

Tenemos que retroceder dos décadas en el tiempo para recuperar de la memoria a Marcellino Lucchi y su Aprilia, una historia de esas que hacían ganar afición. Era en la categoría de 250 y el ex piloto, comenzó a hacer las labores de piloto probador en Aprilia. Eran tiempos en los que la categoría todavía no estaba monopolizada por los de Noale y aquellas máquinas estaban evolucionando a marchas forzadas. El caso es que el bueno de Marcellino tenía “trillado” Mugello y cuando llegaba el GP de Italia en Aprilia hacían un hueco en el box a Lucchi que a base de mango dejaba con dos palmos de narices a pilotos de la talla de Biaggi, Capirossi, Rossi… Tanto fue así que logró subir al podio en el ’95 y ’97, mientras que en 1998 llegó su momento cumbre, la victoria en el GP de Italia y el tercero en Brno. Después Marcellino siguió como probador una temporada, llegó a correr en 500 alguna carrera y antes de retirarse definitivamente en 2004 – después de probar incluso las MotoGP – todavía intentó correr el campeonato completo en el ’99 (sin éxito), hizo la pole en el GP de Italia del 2000 y se metió en primera fila un año más tarde. Nada mal para un piloto retirado ¿verdad?

El caso es que el concepto de un piloto de pruebas competitivo ayudó a evolucionar a Aprilia. Mientras los japoneses contaban con sus pilotos del All Japan para ir mejorando las motos, en Aprilia tenían a un piloto capaz de subir al podio aunque fuera en la carrera de casa.

Ahora, más de 20 años después de las gestas de Lucchi, vuelve a quedar claro lo importante de un piloto probador competitivo. Después de aquello, las aguas volvieron a su cauce y ha sido ya entrada la segunda década del siglo XXI que las marcas de MotoGP están volviendo a contar con “test riders” capaces de estar entre los mejores de cualquier parrilla de salida.

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Tan importante ha sido este aspecto que tanto Suzuki como KTM en su regreso y llegada al campeonato respectivamente han dispuesto de los servicios de figuras de primer nivel como Randy De Puniet y Sylvain Guintoli en el caso de los azules y Mika Kallio si hablamos de los azules. Pero todos ellos siguen la línea que en estos últimos años ha marcado Ducati con Michelle Pirro y también con Casey Stoner. De Casey poco más se puede añadir y en el caso de Pirro sus resultados hablan por sí mismo. En 2017 ha logrado ser cuarto en los entrenamientos del GP de Italia para acabar noveno. En San Marino se hizo un hueco en la QP2 y acabó la prueba quinto mientras que en Valencia, con Ducati jugándose el campeonato tiró de Lorenzo en la clasificación en la que acabó quinto. Mika Kallio, por su parte, fue capaz de achuchar a los pilotos oficiales de KTM marcándose un top10 en Austria y generando muy buenas sensaciones en MotorLand y Valencia.

No cabe duda de que pilotos de este calibre están prácticamente al nivel de las estrellas que ocupan los titulares y su función es realmente importante ya que se quedan a décimas de sus compañeros. Esto implica que durante los test los pilotos son capaces de llevar al punto crítico las motos. Tener pilotos 3-4 segundos más lentos que lo que se rueda en MotoGP no ayuda realmente a la evolución de la moto ¿por qué? porque el campeonato se decide en décimas y es cuando se está en esos tiempos cuando la moto va a su límite y si hay un margen de 3-4 segundos (a veces más) el límite está lejos y los problemas que surgen también. La función de un equipo de pruebas es trabajar en la evolución de la moto, pero pocas conclusiones se pueden sacar siendo lento.

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Honda no había contando hasta ahora con un piloto top más allá de los escarceos de Stoner y está claro que la moto es muy delicada. Ahora han dado un paso adelante al contratar a Bradl, que por cierto podría correr algún GP este año, y trabajarán en Europa no solamente en Japón. Así que solamente queda, de las grandes fábricas, Yamaha sin contar con un equipo de pruebas realmente potente ¿tardarán mucho en tenerlo?

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