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GP Jerez 2013: carreras para recordar (Toni Elías contra todos)

Fotos: SMN
Toni Elías ostenta un Campeonato del Mundo de Moto2 (2010), pero su indiscutible carácter y peculiar estilo nos han regalado victorias tan memorables como la del GP de España de 2003.

Toni Elías llegó a la tercera carrera del Mundial de 250 cc en 2003 mermado por una operación en la mano izquierda, ni siquiera aparecía en las quinielas. Si había un piloto español que se esperara pudiera dar batalla a Randy De Puniet y Manuel Poggiali ese era Fonsi Nieto, que había conseguido la primera victoria de su carrera deportiva en Jerez un año antes.

Poggiali había sumado dos triunfos en las carreras inaugurales de Japón (Suzuka) y Sudáfrica (Welkom), y se había asegurado con solvencia la primera línea de la parrilla jerezana, por detrás de De Puniet. Nieto salía quinto, y el resto de pilotos españoles estaban desperdigados por detrás.

Tras una gran salida de Nieto, la carrera se estabilizó sobre la cuarta vuelta con un grupo de cabeza formado por Poggiali y el piloto madrileño, dispuesto a repetir la actuación del año anterior. A rueda venían Roberto Rolfo, De Puniet, Battaini, West y Toni Elías, que fiel a su carácter indomable quería echar toda la carne en el asador hasta que el dolor en la mano se encargara de decir lo contrario.

Sobre la vuelta 10 parecía muy claro que la carrera sería un mano a mano entre las Aprilias de Poggiali y De Puniet, que se escapaban del resto. Nieto estaba perdiendo fuelle a marchas forzadas y había caído hasta la quinta plaza, y Elías rodaba séptimo en tierra de nadie, aguantando como podía. Tres vueltas más tarde, Roberto Rolfo se sumó a la fiesta de Poggiali y De Puniet, que ya habían descolgado completamente a West.

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Y después, a 10 vueltas para la conclusión, Toni Elías de repente despertó adelantando sin contemplaciones a West. Es más, se puso a rodar medio segundo más rápido que la cabeza de carrera, sistemáticamente. Si sentía dolor en la mano izquierda lo canalizaba en forma de rabia, con un pilotaje furioso y preciso. También habían desaparecido los problemas en el tren delantero de su Aprilia. Elías se había convertido en una máquina de devorar curvas y pilotos, y el público de Jerez empezaba a darse cuenta de que esa carrera no iba a ser como las demás.

A 7 vueltas del final empezó el rifirrafe entre De Puniet y Poggiali, todavía ajenos a lo que se les venía encima, mientras que la Honda de Rolfo apenas podía seguir el ritmo en las rectas. Elías se estaba comiendo el asfalto de Jerez por detrás, y una vuelta más tarde se dio cuenta que si había llegado hasta allí ya era absurdo detenerse. Había que ganar esa carrera como fuera, un simple podio no era una opción.

Las últimas cuatro vueltas de la carrera fueron un recital de pilotaje al límite de Toni Elías. Adelantó a Rolfo en una apurada de frenada, y los dos se fueron a por Poggiali y De Puniet, completamente incapaces de aguantar el vendaval. El italiano y el español se colocaron en cabeza a falta de un giro. Rolfo se coló por el interior a tres curvas del final y Elías se agarró al liderato como a un clavo ardiendo.

Elías acabó la carrera aturdido: «No sé lo que ha pasado. Tenía problemas con el tren delantero, no pensaba que podía ganar pero esto es la hostia. Me he ido a por ellos y me la he jugado. Me duele todo, estoy agotado».

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