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El Dutch TT de Assen, según Jorge Martínez Aspar

Fotos: Aspar Team
El mundial llega a la que se considera la cuna del motociclismo, unos de los pilotos que sabe lo que es saborear las mieles de la victoria en el GP de Assen es ASpar que nos relata un trocito del pasado y de como discurrían las carreras.

Como cuando cualquiera nosotros carga la moto para acudir a unas tandas de circuito, así comenzaba el periplo de Aspar , desde la localidad de Alcira en 1982, al mítico circuito de Assen. Un coche con cuatro amigos remolcando una moto de carreras, en la que no faltaba el más mínimo detalle, como: una tienda de campaña que haría las veces de hospitality, la comida y el resto de detalles quedaban al amparo del azar. Había que llegar para competir, algunas pesetas cubrirían los gastos de ida, la vuelta. la prima por tomar la salida debería ser suficiente para costear el regreso a casa. «Recuerdo aquel viaje con un cariño especial. Adrián Campos, Ángel Balaguer, Juan Escolá y yo nos embarcamos hacia Assen, con la moto en un remolque y la tienda de campaña en el maletero. Por aquel entonces teníamos el dinero justo para llegar, y pensábamos pagar la vuelta con la prima que nos dieran por participar.»

Desde el 82 ha llovido mucho, pero más les llovió a nuestros protagonistas y es que la bienvenida a Assen estuvo acompañada de la terna lluvia neerlandesa, impidiéndoles desplegar su barracón. Sin luz aparcaron donde pudieron y durmieron en el coche, rezando por un amanecer más apacible. «Después de un millón de horas de viaje, llegamos a Holanda y llovía tanto que no pudimos ni montar la tienda, así que aparcamos donde pudimos y dormimos en el coche. Al despertar la mañana siguiente me di cuenta de que nos habíamos instalado junto al equipo Honda oficial de Freddie Spencer y pensé, ¡vaya! buen sitio para quedarse.»

Ligeros de medios para financiar la aventura holandesa, el sustento no era una prioridad, había tanta ilusión puesta en el debut en la Catedral del Motociclismo Mundial, que todos los esfuerzos se centraban en la pista. «En aquella época había un camioncito que paseaba por dentro del paddock, tocaba una campanita y vendía comida. Íbamos tan justos, que nos pasamos todos los días comiendo hamburguesas y patatas. Ese camión todavía existe hoy en día y sirve para abastecer algunos hospitalities, cada año cuando escucho el tintineo del badajo aún me emociono.»

El primer contacto de ‘Aspar’ con la pista holandesa en el ’82 fue sobre el trazado antiguo, el largo, que serpenteaba entre la marjal de Assen. El alcireño logró una meritoria segunda fila en los entrenamientos, y en carrera tuvo opciones de luchar entre los cinco primeros, pero un fallo en la batería de su Bultaco monocasco de 50cc le dejó sin opciones de cruzar la línea de meta. El resultado del debut era lo de menos, lo mejor estaba por llegar.

1984

En el ’84 Aspar llegó como piloto principal de Derbi; una responsabilidad añadida para una joven promesa del campeonato español, en detrimento de Tormo que acababa tras un grave accidente del de Ayacor. Era la segunda carrera la primera fue en el Jarama de Jorge sin Tormo a su lado, y la sombra de éste se cernía sobre Assen, pero el futuro tetracampeón se coronó en la Catedral sometiendo al ídolo local Hans Spaan. «Era la segunda carrera del Mundial que me tocaba hacer de jefe de filas de Derbi, después del accidente de Tormo. Todas las miradas me apuntaban y la verdad es que llegué a Assen bastante presionado. Corría en la categoría de 80cc y mantuve un arduo mano a mano con el holandés Hans Spaan durante toda la prueba. Fue muy intenso, nos tocamos varias veces, y al final en la chicane antes de la meta conseguí pasarle y gané.»

Comenzaba el inicio de la leyenda entrando por la puerta grande, un triunfo en la catedral le situaba entre los mejores pilotos del mundo. Esta sería la primera de muchas victorias para uno de los españoles más laureados de todos los tiempos. A la victoria le sucedió una celebración también épica, y algunas palabras para el recuerdo. «Aquel día ganaron Randy Mamola en 500cc, Carlos Lavado en 250cc, Ángel Nieto en 125cc y yo en 80cc. Por aquel entonces se entregaban los trofeos por la tarde en un teatro, y entre todos los vencedores montamos una fiesta memorable, la gente nos coreaba y silbaba, fue muy divertido. Aquella tarde fue cuando Ángel me dijo que tuviera presente aquella victoria, pues nunca la olvidaría por ser la primera, ¡cuánta razón tenía!.»

El rey en Assen

1985, 1986, 1987, 1988: En el ’85 Jorge se quedó a las puertas del título de 80cc, y en su paso por Assen no subió el cajón. Fue al año siguiente, en el ’86, cuando arrancaría una serie de cuatro victorias consecutivas en la pista holandesa. Durante los años ’86, ’87 y ’88 Jorge Martínez ‘Aspar’ firmó sus cuatro entorchados mundiales y en cada una de esas temporadas, contó sus visitas a Assen por victorias. El ´88 fue de órdago para el tetracampeón alcireño, que logró los títulos de 80cc y 125cc, dejando para el recuerdo actuaciones antológicas, entre ellas la doble victoria en Assen en las dos cilindradas pequeñas. «En las temporadas de 1986, ’87 y ’88 entré en una dinámica de seguridad y confianza sin límites, estaba en estado de gracia. Recuerdo que en el ’88 fui a correr a Assen enfermo y aun así gané en las dos categorías.»

La huella Aspar en Assen

En la historia del motociclismo en imposible dejar a un lado el escenario de Assen: allí firmó su primera victoria en el Campeonato del Mundo de Motociclismo, consiguió cinco triunfos entre el ’84 y el ’88, cuatro de ellos consecutivos, dos de ellos el mismo día, en cilindradas distintas (80cc y 125cc). Es la pista que más veces le ha visto subir al cajón más alto del podio, cinco, por encima de Salzburgring y Rijeka Grobnik, cuatro. Assen es uno de los trazados favoritos de ‘Aspar’, junto a Jerez, Mugello, Suzuka y Philip Island. «Assen es un circuito precioso, antes mucho más, con las modificaciones ha ido perdiendo, pero sigue siendo un referente. Me gustaba porque era un circuito extremadamente técnico, antes sólo había pista y hierba alrededor, no podías cometer ningún error, sino te caías. Además era el único circuito que no tenía referencias de frenada, todos esos factores te obligaban a ser muy fino y preciso. Assen es la Catedral del Motociclismo por sus características, su tecnicidad de antaño, y porque en aquella época era el único circuito capaz de acoger más de 100.000 personas, el entorno y la atmósfera eran y son mágicos. Hoy en día hay otros circuitos especiales como Cheste o Jerez, pero Assen fue pionero, por eso sigue siendo la meca del motociclismo.»

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