Aunque las motos deportivas son la guinda tecnológica de los fabricantes, la realidad es que sus espectaculares prestaciones requieren de una habilidad y una sensibilidad que solamente otorgan los años de experiencia. Además, con las legislaciones actuales hay que ir cubriendo etapas hasta llegar a poder conducir una moto sin ningún tipo de restricción mecánica. Precisamente, con ese cambio en las normativas se llegó a un punto en el que no había opción para aquellos que querían disfrutar de una primera moto deportiva nada más sacarse el carné. Por fortuna, volvieron a escena las denominadas Middleweight como la Yamaha R3 con prestaciones adaptadas al carné A2, pero sin renunciar al carácter de sus “hermanas mayores”.
Yamaha R3: moto deportiva para el carné A2
Después de ponerse manos a la obra y obtener el carné de moto, llega el momento de elegir tu primera moto para el A2 y comenzar a disfrutar de las sensaciones que solamente se consiguen yendo sobre una máquina de dos ruedas. Son muchas las decisiones que se deben tomar en ese primer momento y van desde la equipación (casco, guantes, botas…) hasta la moto pasando por el seguro, financiación, etc.
Si se quiere una deportiva, y teniendo en cuenta que los modelos más populares de Yamaha R6 o la R1 no se pueden limitar para el A2, entra en juego la espectacular Yamaha R3 una máquina con un carácter deportivo y unas prestaciones adaptadas a quienes están comenzando en esto de las dos ruedas.
Lo primero que llama la atención cuando uno se pone delante de la Yamaha R3 es su imponente estética. Sus líneas agresivas y deportivas, a las que contribuye no solamente el carenado, si no también los faros o su cuadro de instrumentación, no dejan lugar a duda de estar ante una moto “sport” de cilindrada media. Esa sensación se refuerza según se van conociendo los detalles de una moto pensada para disfrutar en el día a día.
Su motor bicilíndrico de 321 cc con inyección electrónica y de refrigeración por líquido, es capaz de entregar 30.9 kW, que son 41,23 CV. Se trata de una potencia más que suficiente para una moto que en orden de marcha, es decir con todos los líquidos correspondientes y el depósito de gasolina lleno, pesa 169 kilos.
Manejable, divertida y con detalles de calidad
Al estar diseñada para no renunciar a la deportividad, pero también para ser una moto cómoda y práctica en el día a día, la Yamaha R3 cuenta con una parte ciclo de gran nivel. Su chasis de tipo diamante es la combinación ideal entre la diversión en carretera y la comodidad en ciudad. Tampoco se queda atrás el apartado de las suspensiones, con una horquilla telescópica delantera y un amortiguador que hace oscilar el tren delantero en función de las necesidades.
Que estamos ante una deportiva de pura raza es algo que nadie puede discutir, prueba de ello es que el cambio cuenta con una relación de 6 velocidades al más puro estilo de sus hermanas mayores. Sus estriberas, porta matrículas, el escape saliendo por la parte baja de la moto, las tapas del cárter, el asiento del pasajero… son solamente algunos detalles de calidad y exclusividad que no hacen más que confirmar su ADN “R”. Otro punto que corrobora este hecho es el sistema de frenado que emplea, con un gran disco delantero de 298 milímetros de diámetro y otro trasero de 220 milímetros.
En resumen, la R3 es una de esas motos que se convertirán en un mito con el que los más jóvenes, que sueñan con subirse a lomos de las máquinas más sofisticadas del planeta, podrán dar sus primeros pasos de una forma razonable en el emocionante segmento de las “superbike”.
