Ruta
Aprovechando que se rodó parcialmente en Loarre, tomamos prestado el título de la película de Ridley Scott para nombrar nuestra ruta. Tal vez fuera más acertado algo así como El reino de los cielos motero pero preferimos cierto respeto a la película por la que conocimos los parajes de la ruta de hoy. Es un paraíso para moteros, de eso no hay duda. No soy muy amigo de las listas de ganadores porque intrínsecamente implica una de perdedores, pero sin duda esta provincia se sitúa muy arriba en el ranking de preferencias para “rutear” dentro de la península.
Soy consciente que todo es una cuestión de gustos y sobre gustos ya se sabe, por eso os invito a probar de primera mano esta parte de los Pirineos y veréis como sin desmerecer ningún otro lugar de la Península Ibérica, también vosotros saldríais cada domingo por aquí sin dudarlo. Y fue hablando con vosotros los ruteros, como conocí esta zona de Huesca: “¿Pero cómo que has ido de ruta por Jaca y no te has acercado a Loarre? Sí, donde se rodó la película”. Mil gracias a todos por el consejo, acertadísimo.
No nos alejamos mucho de la ruta anterior, incluso comparten Jaca como parte del trayecto, solo pequeños cambios para ver cosas diferentes pero siempre dentro del mismo entorno. En cualquier caso, en esta parte de la provincia no hay manera de equivocarse eligiendo ruta para ir en moto. Como siempre la ruta es orientativa, hay una variante muy recomendable desde Triste hasta Jaca por la A-1205, donde el firme es un poco peor pero tal vez las emociones sean mayores. Y otra opción más desde Sabiñánigo hasta Ainsa por la A-1604. Como mi intención es volver, me guardo estas bazas para una posible ruta futura.
Que el punto de partida de la ruta sea Loarre te da una buena perspectiva de lo que va a ser la ruta. Y lo de la perspectiva no es por decir, el castillo se construyó en un punto que permite contemplar la planicie que queda a tus pies. Así eras capaz de anticipar un ataque enemigo y al mismo tiempo visualizar las tierras agrícolas del llano situado al sur. Al norte de él empiezan las montañas pirenaicas.
Rumbo sur hasta Ayerbe y desde allí hacia el norte por la A-132 en una de esas carreteras que demuestran que no hace falta subir puertos de montaña para encontrar curvas de esas que te hacen sonreír debajo del casco. Cambios de rasante y cambios de dirección entre bosques, uno de mis tramos preferidos de la ruta.
Parada obligada pasado Murillo de Gállego para contemplar los Mallos de Riglos, formaciones geológicas que casi alcanzan los 300 metros de altura. Muy apreciadas por los escaladores y amantes de la naturaleza, y aunque no pertenezcas a ninguno de estos grupos lo cierto es que ofrecen una vista digna de admiración. A sus pies el río Gállego, zona para disfrutar de rafting y deportes de aventura.
Siguiente parada para disfrutar del paraje es Triste y su pantano de la Peña, es aquí donde se puede tomar una variante a la ruta. Aunque el tramo con constantes cambios de nivel hasta el Puente la Reina de Jaca también es de paso obligado, tanto por las curvas como por el entorno.
A partir de aquí se circula por las nacionales N-240 y N-330 a hasta Sabiñánigo, ambas con más tráfico del deseado, pero también es cierto que nos permite volver a visitar Jaca y esto siempre es un plus en la ruta.
Y de aquí al cielo, primero porque la belleza del valle que te lleva a Biescas. Segundo porque el tramo de Biescas hasta Formigal es sin duda uno de los más bonitos y vibrantes que de los que uno pueda disfrutar en todos los Pirineos. Tiene puntos en común con el tramo de la ruta anterior que nos llevaba de Jaca a Canfranc, pero a mi parecer este es más “inclinado” y sinuoso, mejor para el pilotaje si eso fuera posible porque cuenta con el extra de la subida al puerto. Y eso que hasta que llegas al puerto ya has disfrutado de lo lindo.
Una vez que cruzamos la frontera francesa la ruta se torció bastante, la lluvia que nos había molestado hasta entonces arreció con mucha fuerza y afrontar un descenso tan escarpado con tanta agua no se disfruta, cosas de la alta montaña. Pese a eso, hay que decir que las vistas y trazado del Pirineo francés me gustaron tanto o más que el español. Casi me siento obligado a volver para deleitarme con él, pero intentando tener más suerte la próxima vez.
Nuevamente en Pirineos y nuevamente una gran experiencia. Tanto es así, que estamos meditando seriamente hacer una ruta transpirenaica cuando el tiempo mejore. Es lo que tiene esta cordillera para la moto, paisajes espectaculares, contacto con la naturaleza, carreteras sin mucho tráfico listas para hacerte disfrutar de cada curva y belleza en los pocos pueblos por los que pasas. Venid si no lo conocéis y repetid para revivir la ruta una y otra vez.
En detalle
Con 170 km la de hoy es una ruta corta, pero todo depende de cómo os queráis organizar. Puede ser parte de una ruta mayor por la zona, tomar alguna variante y hacerla circular como por ejemplo con el tramo antes mencionado de Triste a Jaca. Una segunda variante puede ser continuar por Francia y cambiar de paso de los Pirineos para volver por Canfrac.
Otra opción puede ser tomarse los kilómetros con calma y visitar tanto Jaca como el Castillo de Loarre y pasar así el día disfrutando de las vistas panorámicas y demás paisajes. Yo os recomiendo esta segunda opción, dejando para rutas posteriores el resto de la zona.
Calificando la ruta
Tramo 1: Loarre – Puente la Reina de Jaca
Las carreteras de este tramo son muy estrechas pero el firme está en muy buen estado, hay que tener precaución a la altura de los Mallos de Riglos porque hay bastantes curvas cerradas. En la mayoría del tramo no hay arcén.
Tramo 2: Puente la Reina de Jaca – Biescas
Abandonas la comarcales para entrar en nacionales con buen arcén, las tramos rectos pero también más tráfico. Hay un tramo de autovía entre Jaca y Sabiñánigo.
Tramo 3: Biescas – Francia
Carreteras muy preparadas y bien pavimentadas. A nosotros nos tocó lluvia y pese a eso el asfalto tenía un gran drenaje. Estar atentos porque hay varios radares fijos de velocidad a la entrada de los pueblos.
Tramo 4: Francia
Al contrario de lo que se pueda suponer las carreteras francesas no están en mejor condición que las nacionales. Especialmente bajando el puerto había mucha grava que junto con la lluvia nos obligaban a extremar las precauciones. Mucho cuidado con las “paelleras”.
En general la ruta goza de un muy buen asfalto, se podría sin problema incluso a motos deportivas.
¿Qué ver?
Castillo de Loarre
Sin duda una perla para los aficionados a este tipo de arquitectura. Considerado como una de las fortalezas románicas mejor conservadas de Europa se puede tener una visita guiada, está rodeado de una muralla con torreones. Sus dimensiones y vistas lo convierten en una parada imprescindible en la ruta.
Mallos de Riglos
Puede parecer que no dejan de ser montañas en un paisaje montañoso, pero observar de cerca estas formaciones rocosas de 300 metros merece mucho la pena.
Ciudadela de Jaca
La particularidad de esta fortaleza es su diseño pentagonal. A diferencia de otras su estado de conservación es magnífico, podréis conocer: foso, baluartes, escarpas, cuarteles, túneles y polvorines como si estuvierais a principios del siglo XVII. Como curiosidad decir que dentro de él hay un Museo de Miniaturas Militares.
Prepirineo y Pirineo
Sin duda son los protagonistas de la ruta. Rodar en este entorno con todo lo que ofrece a la conducción en moto es el principal motivo para acercarte hasta aquí. Más allá de parques nacionales y lugares en concreto, todo el entorno englobando los pocos pueblos por los que pasas hace de este lugar algo único dentro de las rutas en moto dentro de la península.
El descanso del motero
Dónde dormir
Pese a no pasar por muchas poblaciones en todas ellas se puede disponer de opciones de alojamiento. En especial en Jaca y Formigal donde son numerosos los hoteles, pero el resto de las opciones son igual de recomendables porque se hereda toda la actividad de la nieve o la montaña en forma de alojamiento.
Dónde comer
Dependiendo de la época del año no dudéis en animaros con las setas, es un orgullo en toda la región. Al mismo nivel está el ternasco de Aragón, cordero joven con denominación de origen. Nosotros en Loarre, teniendo en cuenta que la ruta estaba pasada por agua, atacamos platos de cuchara y berenjenas rellenas. Una delicia y precios bastante económicos.
Bmw S1000XR
Qué fantástica moto, una auténtica maravilla… Curiosamente, fuimos con ella a los BMW Motorrad Days en Formigal 2015 y sus mayores detractores estaban dentro de los usuarios de la BMW R1200GS. Lo cierto es que aunque guardan un perfil común, no son motos comparables.
Esta XR es la definición de deportiva con manillar alto, incluso diría que ya le gustaría tener a muchas deportivas y naked sport tener el comportamiento de esta BMW. Es absolutamente contundente y devora los kilómetros con una solvencia casi exclusiva de este relativamente nuevo segmento de motos: Trail-sport. Pero siendo honestos a mí me pareció más sport que trail y esto puede resultar contradictorio a algunos usuarios. Por ejemplo la suspensión puede resultar “demasiado” dura para una trail, hasta con el ESA en el modo más blando configurable. Otro ejemplo es la relación de cambio, muy corta, muy street figther. Si lo unimos a que no es necesario embragar ni para subir ni para bajar de marcha, hacía que de un modo inconsciente fuera siempre más rápido de lo quería ir. 2586: XR antes de Triste.
Son estas benditas contradicciones las que hacen que un usuario de la GS vea con ojos recelosos la XR. Pero no es cuestión de una o la otra, BMW añade más opciones a su catálogo y cubre el hueco generado por la Ducati Multistrada 1200 S, su rival directa.
Acarado esto de que no es una trail “estándar”, deciros que si la probáis y sois de rutear no os importaría tener una. Es realmente difícil ponerle algún pero, su motor de 160 CV que sube de vueltas como la espuma, suspensiones y frenos de alta calidad, un paquete de electrónica completísimo para hacerte la vida mucho más fácil. Además es muy confortable, tanto por la posición de conducción como por el mullido del asiento. Tenía muchas dudas sobre la protección que iba a ofrecer su reducida pantalla, pero más que bien para un piloto de hasta 1,80 m.
El punto negativo… el precio. El configurador de la web de BMW nos da una cifra de 20.334,77 € sin maletas si incluyes los dos paquetes de extras, y creerme, merece la pena apoquinar por ellos. El problema no es que esta moto no lo valga, es que no me lo puedo permitir.
