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Robo de moto con final feliz gracias a las multas

La vida da muchas vueltas, a veces demasiadas...
Es una de esas historias rocambolescas que, por fortuna, acaban más o menos bien. Te roban la moto y al cabo de dos años consigues recuperarla debido a que te comenzaron a llegar multas. Como no podía ser de otra manera, esto ha sucedido en Estados Unidos.

Que a uno le roben la moto es una de las situaciones más temidas por los usuarios. Por eso siempre intentamos protegerla y seguimos una serie de recomendaciones imprescindibles para, al menos, ponérselo difícil a esos desalmados capaces de acabar con nuestro sueño solamente por un puñado de dinero. Además del estropicio económico inmediato está el hecho de que en muchos casos es nuestro vehículo para llegar al trabajo, así que el lío empieza a ser más grande y además está el tema de los trámites administrativos que hay que llevar a cabo cuando esto sucede.

Hechas las presentaciones, nos trasladamos (al menos con la imaginación) hasta Portland, en Estados Unidos. Allí se ha vivido una de las situaciones más extraña que hemos conocido en los últimos tiempos en cuanto a recuperación de motos robadas se refiere. Hay que retroceder dos años en el tiempo hasta el día en el que Erick Russ descubrió que su Honda Shadow 1100 no estaba enfrente de su casa, lugar en el que la había aparcado. 

A partir de ahí el bueno de Russ fue a denunciar la desaparición de la moto a la policía local y, como era de esperar, ni rastro. Así pasó un tiempo hasta que comenzaron a llegar a su casa multas por exceso de velocidad. La única parte buena en ese punto de la historia es que la moto estaba entera y seguía circulando. En total le llegaron un total de siete multas y en todas ellas aparecía la misa persona encima. Por suerte para Russ el personaje rodaba con su moto robada y con un casco jet.

El caso es que cansado de la situación a Russ no se le ocurrió otra cosa que compartir en la emisora de televisión KGW8 la historia. Al emitirla es cuando todo da un vuelco inesperado y es que Matt Young se reconoció en las imágenes. Sorprendido, pues había comprado la moto a otra persona en una venta privada, Young decidió devolver la moto a Russ. Afortunadamente, la moto estaba en perfectas condiciones y únicamente algunos cambios estéticos diferían de la moto tal como estaba hace dos años cuando desapareció.

El peculiar sistema estadounidense hizo que la moto siguiera a nombre de Russ a pesar de haber denunciado su robo y también el hecho de que Young no hubiera intentado registrar la moto en Oregón y precisamente ese es el punto que no cuadra en esta historia y es que Young ha estado circulando dos años con una moto que no estaba a su nombre… En cualquier caso esta historia tiene un final tan feliz que los dos protagonistas se fueron a tomar una cerveza juntos. Eso sí, de los 4.000 dólares pendientes en multas nadie ha dicho nada.

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