Bridgestone Battlax Adventure A41

Al contrario de lo que pueda parecer a simple vista, Marruecos no es todo montaña y desierto, un vergel para todo aficionado al mundo del off road, sino que en la parte más occidental del país africano, algo más alejada del turismo mochilero, existe una red de carreteras relativamente nuevas, bien conservadas, con numerosos puertos de montaña y zonas muy reviradas que discurren entre parajes espectaculares: un regalo a los sentidos y la imaginación. Precisamente por sus infinitas posibilidades para los amantes de la moto en su completa extensión, Bridgestone eligió acertadamente poner en marcha la presentación de sus nuevos neumáticos en tierras africanas.

En el programa del viaje se avisaba de que tendríamos un buen puñado de kilómetros en las dos jornadas de las que se componía la presentación, con el fin de poder probar a fondo las dos familias de neumáticos. La primera, la más importante por la autoridad del neumático dentro de la gama trail/aventura, fue la destinada al nuevo Battlax A41, mientras que el segundo día nos echamos a la carretera a probar los también nuevos Battlax T31, en este caso neumáticos de concepción sport-turismo.

Bridgestone Battlax Adventure A41

Entrando de lleno en el neumático A41, es el digno sustituto del Battlax A40, que ya tuvimos la fortuna de probar en 2015, y que a su vez venía a dar el testigo al archiconocido Battle Wing que tantos años estuvo en el catálogo del fabricante japonés. Este nuevo neumático va dirigido a los usuarios de motos trail de media y alta cilindrada, probablemente el segmento más nutrido y competido de la moto en la actualidad y por tanto estratégicamente muy importante para todos los fabricantes de neumáticos. Y puesto que la competencia es muy dura, pero a la vez positiva, el esfuerzo de la fábrica nipona, más volcada si cabe en el desarrollo de su tecnología desde que abandonó MotoGP, se ha centrado en mejorar en todos los apartados las cifras del modelo anterior, ofreciendo ampliar el abanico de posibilidades de uso de la moto, para que el único límite del viaje lo ponga el bolsillo o el aburrimiento, porque te vas a poder hinchar a hacer kilómetros sin tacha por los neumáticos. El A41 pretende ser el compañero ideal de viajes, ese que no rechista, es trabajador y cumple siempre por encima de lo esperado.

Y eso que, aunque sobre el papel el A41 se adapta a todo tipo de superficies, la realidad es que su hábitat natural es el asfalto y no tanto la tierra o las piedras (80% carretera y 20% off road). Pero no nos engañemos, porque realmente ese también puede ser el uso que le den a la moto sus propietarios. Sin embargo, es en las carreteras rotas, con el asfalto en malas condiciones de mantenimiento y grip, donde saca a relucir sus mejores cualidades, gracias sin duda al buen grip y tracción que demuestra en toda situación y sobre todo, según nos informaron los ingenieros de Bridgestone (no tuvimos la ocasión de probarlos en condiciones de agua), por la capacidad de drenaje que han demostrado tener. Eso es gracias a su renovada construcción, en la que se hace patente el empleo de la tecnología CAP & BASE que se basa en dos compuestos de goma, uno para la parte exterior o banda de rodadura (CAP) y otro en la parte interior (BASE). En la banda de rodadura (CAP) se emplea un compuesto con Sílice orientado a conseguir un mejor agarre bajo cualquier condición meteorológica, alta durabilidad y extraordinario agarre en curva. En la parte interior (Base) se emplea un compuesto que, además de proporcionar rigidez, mejora la absorción de las irregularidades de la carretera. Esta composición multicapa (3) ha sido denominada como 3LC, lo que significa que el compuesto central ofrece las máximas prestaciones en línea recta, mientras que los compuestos de los hombros (laterales de la banda de rodadura) aseguran un alto grado de agarre y una sólida sensación de contacto.

No acaba aquí, pues en el A41 también ha cambiado el dibujo, que localiza ahora de manera diferente los surcos (aumentan en la zona del hombro y disminuyen en la zona central), lo que a la vez facilita la evacuación del agua e incide directamente en la estabilidad y adherencia en las situaciones más comprometidas. Aquí un dato: gracias a la tecnología Ultimate-Eye heredada de MotoGP con este neumático se consiguió un 9% más de agarre en mojado que en el modelo anterior, lo cual es ya mucho decir y se traduce en una confianza y confort mucho mayor en condiciones de agua, algo que los que son más de secano agradecerán mucho.

La jornada dedicada al neumático trail estuvo compuesta por un total de 250 km, de los cuales los 50 primeros discurrían por una pista de tierra bastante asequible… para motos de enduro, pero algo más exigente para las grandes y pesadas trail, entre las que se encontraba la flor y nata del segmento.

Bridgestone puso a nuestra disposición para hacer el gamberro todas las motos del universo trail: empezando por las europeas, BMW R1200GS, Triumph Tiger 1200 XCA, KTM 1290 Super Adventure S y continuando por las japonesas, como la Honda CRF1000L Africa Twin, Yamaha Super Tenere, Suzuki V-Strom 1000 y la Kawasaki Versys 650/1000 cc. Con un plantel así, las conclusiones que se pueden sacar son muy interesantes, pues te permite comparar el comportamiento del neumático en monturas de filosofía, configuraciones de motor y parte ciclo muy diferentes. Y así lo hicimos, bajándonos de una moto y subiéndonos a otra, fuimos probando a lo largo del día los neumáticos con motos de diferente concepción lo que nos dio una visión general de la nobleza de los A41.

Para empezar yo elegí la KTM 1290 Super Adventure S, una moto a la que “tenía ganas” de hace tiempo y que destaca por sus cualidades ruteras en todo tipo de terrenos. Tecnología y esa ‘mala uva’ propia de las motos austriacas, resultaba la combinación perfecta para someter a prueba a los A41. Las primeras sensaciones son buenas, la temperatura es muy agradable, el asfalto que nos encontramos en los primeros kilómetros está en muy buenas condiciones y los neumáticos van cogiendo temperatura.

La confianza que ofrece el A41 en conducción off road está conseguida, a pesar de que claramente no es este su principal destino. Por otra parte, si bien es cierto que las inercias que provoca una maxi trail con más de 200 kg no son fáciles de gestionar en pistas de piedra suelta, el resultado es más que bueno, noble y confiable, un aspecto este último muy a tener en cuenta, pues gran parte de la conducción fuera de pista consiste en la confianza que tengas en la moto/ neumático para hacer girar la moto… y que luego ésta te responda y vaya por donde corresponde, obviamente… Con la KTM en modo off road (100 CV) y El funcionamiento menos intrusivo del control de tracción en combinación con la suspensión semi-activa, todo resulta mucho más fácil, pero en realidad es en la parte de contacto con la tierra donde se cuece todo y gracias a los A41 nuestra incursión por pistas pedregosas se resolvió sin incidencias. El tren delantero, que a priori es el que más dudas generaba, tiene la rigidez suficiente para aguantar el peso del conjunto en grandes frenadas y en ningún momento sentimos una sensación de deslizamiento pronunciada, algo que sí pudimos experimentar con el tren trasero aunque eso fue a propósito en alguna aceleración y con la ayuda del control de tracción, posicionado en su nivel menos intrusivo. Tanto de la rigidez como de la absorción de las irregularidades del terreno tiene la culpa la configuración de CAP & BASE antes mencionada.

Saliendo de lo marrón a lo negro, todo se transforma. En la nueva ruta que nos toca recorrer, que es de aproximadamente 200 km con algunas paradas para hacer fotos y para la comida, las sensaciones son mucho más fáciles de leer, menos bruscas, más predecibles y controlables. En este trayecto, encontramos todo tipo de trazados, pero ni siquiera rodando por puertos de montaña con terrenos irregulares y el polvo y la arena del desierto espolvoreando la carretera, el nuevo neumático del fabricante japonés da muestras de debilidad. La sensación de contacto total con el suelo es muy apreciable y eso nos da un plus de confianza que se traduce también en seguridad.

Con esta buena predisposición, el ritmo se incrementa y con él las frenadas se vuelven más fuertes, haciendo trabajar al neumático delantero que demuestra así su rigidez, distribuyendo la presión entre la banda de rodadura y el hombro del neumático. De igual modo, saliendo de las curvas te permite acelerar inclinado sin perder el contacto, gracias a su posibilidad de tracción.

En recta, la estabilidad es total, incluso rodando a grandes velocidades y con un viento lateral muy fuerte que nos tocó vivir a última hora de la tarde a los mandos de la BMW R200GS, la sensación de aplomo es notable. No en vano en este nuevo A41 la superficie de contacto ha mejorado en un 5% respecto a la goma predecesora, y eso se traduce en una distribución mayor y más uniforme de la presión/ huella.

Y todo ello sin afectar al kilometraje, pues el fabricante japonés declara que a pesar de mejorar en todos los aspectos, mantendrá su vida útil idéntica al anterior. Para concluir decir que el A41 está disponible en siete medidas de neumático delantero y nueve en el trasero, lo que se traduce en que ha nacido para dar respuesta a todas las motos trail del mercado.

Para concluir destacar uno de los puntos que más enorgullece a los chicos de Bridgestone y que sin embargo no tuvimos ocasión de confirmar en esta primera toma de contacto: los A41 han sido concebidos para facilitar la vida a los conductores en condiciones de mojado, humedad y baja temperatura. Gracias a su construcción y a la disposición de los surcos tanto en la goma delantera como trasera, ambos neumáticos facilitan el drenaje y la adherencia en las situaciones más complicadas.

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Bridgestone Battlax Sport Touring T31

Cambiamos de día, de motos y de neumáticos. Es el turno de una jornada de turismo a buen ritmo repleto de curvas por las cordilleras africanas que rodean a nuestro cuartel general de Ouarzazate. Nos esperan 200 km donde comprobar a fondo el comportamiento de esta pareja de T31, un neumático que se presenta como sucesor del T30 Evo y que lo mejora en todos los aspectos según la información que nos proporcionó la marca en la presentación. Sin lugar a dudas en el campo donde mejor se desenvuelve es en la parte de conducción en mojado, objetivo compartido con el A41 y donde gran parte de culpa la tiene la nueva construcción de los neumáticos de la que hablaremos más adelante.

En esta ocasión el menú de modelos a testar es igualmente nutrido, compuesto por KTM 1290 Super Duke GT, Yamaha FJR 1300, Honda VFR800F, Suzuki GSX-S1000F, Honda CB1000 o BMW R1200RS, que termina siendo mi elección en estos primeros km. Antes de ponernos en marcha, me avisan que vaya con precaución en los primeros km pues la moto estrena calzado, algo que tomo muy en serio pues la combinación de neumático “virgen” con el polvo del desierto no se antoja muy seductora. Pronto mis cautelas van desvaneciéndose, pues desde el primer momento la moto me hace sentir como en casa. Cómoda, más ágil de lo que pueda parecer a simple vista y muy fácil de conducir, la R1200RS me lleva a disfrutar como hacía tiempo de una ruta sport-turismo a ritmo animado, pero confortable y llevadero. Al principio un asfalto muy roto, incómodo de conducir, pero que me permite comprobar la firmeza con la que pisan los neumáticos. Los T31 cuentan con una batería de innovaciones desconocidas hasta ahora en la gama, que permiten afrontar tanto los viajes de turismo como la conducción deportiva con idéntica confianza, pues este neumático ha encontrado el equilibrio para funcionar bien entres esos dos estilos y eso es algo a valorar muy positivamente.

La sensación de contacto es probablemente una de sus mejores cualidades, lo que se traduce en una mayor confianza a la hora de “tirar” la moto, pero obviamente eso está corroborado por la seguridad y el control que ofrecen estos neumáticos. Cuando nos toca afrontar un puerto de curvas entrelazadas, la moto gira muy bien, es ágil en los cambios de dirección y el apoyo del neumático es muy neutro, sin oscilaciones ni cabeceos, lo que sin duda nos permite incrementar el ritmo con seguridad y garantías. En mi opinión, la labor realizada en el neumático delantero es probablemente la más destacable. El trabajo con nano tecnología ha permitido a los técnicos japoneses dispersar el sílice por todo el compuesto del neumático, logrando que el caucho sea más flexible y la sensación de contacto también sea mayor. En cuanto al neumático trasero, se recurre a un compuesto 3LC con estructura CAP&BASE como ya vimos en el A41, lo que permite encontrar un buen equilibrio entre el agarre y la estabilidad en curvas.

El dibujo en ambos neumáticos también ha cambiado, con la finalidad compartida de mejorar su comportamiento en mojado, incrementando la rigidez del bloque, lo que a su vez permite reducir la distancia de frenado, pero también buscando una mejor y más confiable pisada gracias al aumento de la zona de contacto. En el caso de la goma delantera, cuenta ahora con un mayor número de surcos en la parte del hombro, mientras que en la zona central se produce lo contrario, reduciéndose el número y cambiando el ángulo de sus surcos. Por su parte, el neumático trasero sigue la misma disposición que en el tren delantero: aumento de surcos en el hombro, y disminución de los mismos en la parte central, variando el ángulo con el fin de generar una mayor fuerza de inclinación.

Gracias a todos estos cambios, el nuevo T31 se presenta como un neumático completo respecto a su antecesor, mejorando su rendimiento tanto en seco como en mojado, situación en la que gracias al análisis de su tecnología de simulación Ultimate Eye concluyen que tanto el coeficiente de fricción como el tiempo por vuelta mejoran un 3% respecto a la versión anterior.

Bridgestone lanza este neumático cubriendo todas las medidas del mercado e incluyendo, además, una versión GT reforzada (compuesta por 2 medidas para el neumático delantero y 3 para el trasero).