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KYMCO SuperNEX 2019: una deportiva de más de 250 km/h ¡eléctrica!

Fotos: KYMCO
KYMCO ha sorprendido a todo el mundo en el Salón EICMA de Milán. Su presentación estrella dejó a los asistentes con la boca y los ojos abiertos porque nadie esperaba algo de tal calibre. No sólo es su primera deportiva "seria" (y mucho), es que además es ¡eléctrica!. Se llama SuperNEX y llegará "muy pronto"...

Si KYMCO quería acaparar titulares y portadas de la información del Salón EICMA de Milán, lo ha conseguido. En una presentación brillante a cargo de su Presidente, Allen Ko, muy al estilo Elon Musk (Tesla), fue desvelando pequeños detalles a quienes estábamos allí (básicamente ¡toda la prensa mundial!). Llegó un punto en que empezamos a entender del todo bien de qué estaba hablando: fue cuando dijo que su nueva moto acelera de 0 a 250 km/h en 10’9 segundos. Que un/una KYMCO supere los 200 km/h ya era un notición, que pase de 250 km/h es un gran titular, que acelere así (como una superbike de 200 CV) lo supera… y no era todo. Porque desde el principio parecía claro que estábamos hablando de una moto eléctrica. Sí, estás leyendo bien: la nueva KYMCO SuperNEX es una deportiva eléctrica de prestaciones únicas.

Y la moto existe: después de los “teaser”, vídeos desenfocados, etcétera, durante la presentación, apareció allí y la pudimos ver y tocar. En algunos detalles la SuperNEX se antoja bastante prototipo, pero son detalles secundarios. Ese tremendo chasis doble viga de aluminio, era real y las soldaduras buenas. El basculante, lo mismo, la horquilla y amortiguador Ohlins “buenos”, igual, las pinzas Brembo radiales, más, las tijas, las estriberas… Muchos detalles de deportiva lujosa estaban ahí delante nuestro, en una KYMCO, y no salíamos de nuestro asombro. Esto, después de estar todo el día recorriendo pasillos de la Feria viendo deportivas a la última y “top”.

KYMCO SuperNex

Qué sabemos de la SuperNEX: que tiene cambio de marchas y embrague. Sí, KYMCO ha decidido que el cambio forma parte del disfrute de una moto. Con él se puede exprimir mejor el rendimiento de un motor eléctrico, y el piloto lo agradecerá en cuanto a “sensaciones”. Un scooter eléctrico urbano es una cosa, una moto deportiva, otra. También tiene electrónica a la última: la llaman FEP (Full Engagement Performance) y comprende control de tracción, launch control (salidas automáticas) y anti-caballito. Y que sus cifras de aceleración son de nivel superbike: 0-100 km/h en 2’9 segundos, 0-200 km/h en 7’5 segundos. Ah, importante: ¡suena! Tiene un generador de sonido y un “altavoz” para ofrecer un sonido que escuchamos y es, digamos, como las motos de las películas futuristas. Gustó.

Por ahora no han dado muchos más detalles. A la pregunta de si se venderá pronto KYMCO responde con una sonrisa y otra pregunta: ¿no te parece “de verdad” esa moto de ahí? En cuanto al precio, está claro que no será barata. Imposible con ese acabado y equipamiento, y más impossible siendo eléctrica. Pero hacía pocas horas habíamos asistido a la presentación de otra eléctrica “icónica” (porque ésta, créeme, lo será) americana por más señas (la Harley Davidson Livewire) que rondará los 30.000 euros, y ésta KYMCO no bajará de ahí. Quien aproveche sus prestaciones tampoco podrá esperar centenares de kilómetros de autonomía, pero ¿y qué? Esta moto, además de para “hacer marca”, será para un cliente que no la piensa usar a diario ni viajar con ella. La tendrá (motivo de orgullo en sí) y la usará para paseos o rodar en circuito. ¿Sorprende, o no?

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