Publicidad
[the_ad_placement id="adsense-mega-2-mobile"]

Este remolque es, posiblemente, uno de los más vacilones que encontrarás

Fotos: Bike-urious
Estamos acostumbrados a ver preparaciones increíbles sobre monturas de serie. Pero no lo estamos tanto a ver remolques que luzcan incluso sin una belleza encima. En la tierra de las caravanas tipo streamline cromadas, también hay hueco para remolques venidos de otro mundo.

En el pasado fue relativamente habitual adaptar diferentes partes de aviones para conseguir crear motocicletas más eficientes aerodinámicamente con el fin de romper los récords de velocidad. Ingeniería inversa aplicada en su máximo exponente ya que si sirve para ir rápido por el cielo, con ruedas también servirá para ir rápido por tierra.

Pero la reutilización de piezas ha ido más allá si cabe en este caso, ya que este fabuloso remolque fue, en otra época, un depósito de combustible adicional en un LTV A-7 Corsair II. Ahora, en vez de pasar a mejor vida, sirve para que la Honda CL72 Scrambler de 1965 (aunque es del ’63 por el número de chasis) pase casi completamente desapercibida.

Adaptación de un depósito de LTV A-7 Corsair II

A este remolque sólo se le han hecho 100 millas (unos 160 km) y está completamente homologado para circular por carretera (al menos en EEUU), mientras que la Honda ha sido completamente restaurada hace menos de 100 km. Es decir, lo justo para comprobar que el motor, transmisión, frenos, carburadores funcionan correctamente. La pintura del chasis y de la carrocería también es completamente nueva y en color original.

Si os ha encantado, como a nosotros, podéis saber más de él en Bringtrailer (Oregon), donde lo tienen a la venta junto a la moto por un total de 2.600 dólares, unos 2.200 euros.

Ahora bien, no nos preguntéis cómo se hace para subir o bajar la moto, si es fácil o por el contrario necesitas llamar a tu primo el del pueblo para que te eche una mano.

Lo último

Lo más leído