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¿Sabías que el aceite de las suspensiones se cambia cada dos años?

Un incorrecto mantenimiento equivale a un peor funcionamiento y manejo de la moto
Fotos: SMN
Aunque algunos piensen que dura toda la vida, el aceite de nuestras suspensiones hay que cambiarlo cada dos años. Incluso antes si somos habituales de entrar en circuito para tandas. En esos casos se degradará mucho antes.

Aunque todos somos conscientes del desgaste de neumáticos, pastillas de freno o el kit de arrastre, pocos se acuerdan de que también hay que cuidar y cambiar los líquidos de la moto. No hablamos del aceite ya que el fabricante estipula cuándo debe realizarse sino de otros como el del circuito de frenos o el de las horquillas. Este último es el gran olvidado y debemos tener en cuenta que, como norma general, el aceite e la suspensión deberá cambiarse cada dos años. Incluso puede ser necesario antes, todo depende del nivel de exigencia al que la sometamos.

Pero, ¿por qué debemos cambiar el aceite de la horquilla cada dos años? La explicación es muy sencilla. El funcionamiento de la horquilla se basa en el principio de que cuando pasamos por un bache, parte de la energía cinética se consume comprimiendo el muelle que hay en el interior. Una vez pasado, el muelle libera la energía almacenada empujando el aceite y haciendo que este fluya de forma controlada a través de orificios u otros elementos. Esta energía se pierde en forma de fricción viscosa que genera calor.

El calor es uno de los principales motivos por el que el aceite se degrada con el tiempo. Dependiendo del aceite, tardará más o menos pero todos llegarán a un punto en el que empiezan a perder su viscosidad y con ello, la horquilla deja de trabajar en los parámetros que fue diseñada con lo que se empeora el comportamiento de la moto. Al mismo tiempo atrapará partículas metálicas que también contaminará el aceite y dañará los componentes internos.

Partes de una horquilla

Los fabricantes recomiendan que el cambio de aceite de la horquilla se haga a los dos años o 24.000 km, lo que primero se cumpla. Es una operación sencilla que no supone un gran desembolso comparado con los beneficios que aporta. Para que nos hagamos una idea, es casi como estrenar moto nueva porque todo volverá a los valores iniciales. Es importante al realizar el cambio de aceite, observar el estado de los retenes y si hay fugas o están agrietados. En ese caso será necesario sustituirlos.

Si solemos hacer tandas en circuito, entonces la recomendación es cambiarlo todos los años. En esas circunstancias las suspensiones sufren más y el aceite tiende a calentarse más y durante más tiempo, por lo que se degradará antes. Y no hay peor sensación que darse cuenta que tu horquilla ha dicho basta en medio de una apurada de frenada.

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