El Kymco Super Dink 125 cierra un ciclo que se lleva unas cifras de récord, con más de 30.000 unidades vendidas en España, de las que, para dar una idea de su éxito, 4.966 corresponden sólo al ejercicio 2.015, y es que las estadísticas del gigante coreano del scooter en nuestro país, justifican su establecimiento en nuestro mercado en el que tan sólo durante los primeros diez días de este mismo mes de septiembre ha vendido 3.976 unidades. Ahora, con el nuevo Grand Dink 125, Kymco pretende sustituir su exitoso Super Dink, ocupando su posicionamiento y al mismo tiempo situándose en la gama media-alta de la marca, con un precio algo superior.
El nuevo 125
Las novedades que presenta este Grand Dink 125 con respecto al anterior Super Dink completan un largo listado que arranca con un motor que pasa ahora por la severidad de la norma Euro 4. Kymco ha trabajado de forma exhaustiva sobre la transmisión de este 4 válvulas con inyección Synerject, así como en el variador y en el embrague para conseguir una mejor respuesta en la aceleración, y también en la conducción a dúo, con los 12,9 CV que rinde a 8.750 rpm. Las novedades continúan con un nuevo módulo de control para el ABS; con una nueva iluminación de doble óptica halógena H7, más 10 leds de posición y visibilidad diurna, con un equipo full leds para ser bien vistos desde atrás, lo mismo que cuando indicamos un cambio de dirección.
Las suspensiones que se entregan con ajustes exclusivos para el mercado español y también aporta un nuevo asiento con 800 mm de altura respecto del suelo, que combina dos tejidos. El nuevo Grand Dink 125 dispone de una plataforma con doble posición para los pies y con alfombrillas antideslizantes, así como unas nuevas estriberas desplegables para el pasajero. Por su parte, el cofre que encontramos bajo el asiento alberga un espacio suficiente para guardar dos cascos, se abre mediante un amortiguador hidráulico, muy cómodo, y es iluminado por un led que enciende un sensor fotoeléctrico. Por último, el depósito de 13 litros ofrece una gran autonomía, máxime ahora, cumpliendo el motor con esa normativa Euro4.
Todo esto en lo que a novedades y detalles se refiere, pero veamos cómo se comporta y qué es lo que da de sí este nuevo Grand Dink 125 de Kymco, con las impresiones que sacamos tras su presentación a la prensa nacional celebrada en El Escorial.
En marcha
Antes de colocarme a los mandos de su nuevo scooter de 125, Kymco me brindó, muy acertadamente, la oportunidad de conducir durante algunos kilómetros una unidad del Super Dink 125 que ahora van a jubilar; algo que me sirvió como perfecta referencia para apreciar sobre la marcha las notables diferencias entre el antes y el después de Kymco con sus dos modelos.
Bien. Al subirme tras el manillar del Grand Dink 125, objeto de la presentación, lo primero que llama la atención es el nuevo cuadro de instrumentación, mitad analógico, mitad digital, que ofrece una amplia información con una fácil lectura, incluso para los mayores y su presbicia (2 dioptrías, en el caso de un servidor). Al poner en marcha el nuevo 4 válvulas, con el rasero de la Euro4, tuve que mirar el cuenta rpm para comprobar que efectivamente había arrancado, ya que el ralentí de un furgón diésel traqueteando a mi lado eclipsaba todo sonido que escapara del nuevo Grand Dink 125. Pero antes de girar el puño del acelerador y de pasar a la acción, es importante hacer un apunte al lector: Para el caso de un scooter de prestaciones tan modestas, es fundamental tener en cuanta el peso, así pues, si decimos que quien escribe este reportaje supera el quintal, con 107 kilos en canal, se hará una idea el lector de que esta toma de contacto para SoyMotero.net se hizo, prácticamente, como si viajasen dos personas subidas sobre este nuevo Grand Dink 125 de Kymco.
Al abrir el acelerador, no es ya lo que se percibe, sino que lo que se agradece después de bajarse del anterior Super Dink y subirse inmediatamente a este Super Dink es la fuerza con la que se impulsa en los primeros diez metros, un empuje digno sobre las empinadas rampas de San Lorenzo de El Escorial. Kymco asegura que sus pruebas comparativas de aceleración han arrojado como resultado una ventaja de moto y media, para entendernos, a favor de la nueva Grand Dink 125, en los primeros 100 metros de marcha, con respecto al Super Dink de la misma cilindrada.
Lo cierto es que la salida del Super Dink con un servidor encima era casi agónica para el motor anterior; aunque luego, sobre los 30-40 por hora, da un claro tirón, que en el nuevo Grand Dink 125 no se percibe por la sencilla razón de que su entrega es absolutamente plana. Pero al final, en velocidad máxima, el antiguo Super Dink da un punto más de sí, dejando atrás al nuevo Grand Dink, que paga este precio como peaje para la normativa Euro4. En cuanto a la protección, es muy similar en ambos modelos, con una cúpula rematada arriba en curva, a modo de deflector, y ofreciendo una penetración aerodinámica bastante efectiva, como tuvimos oportunidad de comprobar al atravesar algunas rachas otoñales del viento serrano que se nos echó encima a la vuelta de alguna ladera.
Pero completemos el desarrollo del comportamiento que ofrece este nuevo Grand Dink 125 desde dos perspectivas diferentes que compondrán el arco de sus futuros clientes.
Para el motorista
En cuanto a la posición, la doble plataforma le permitirá desplazar los pies atrás, en una posición deportiva semejante a la de algunas nakeds, y delante y arriba, al modo custom. El manillar, por su parte, da juego suficiente para dejar las piernas sobre las dos posturas con los brazos en una posición natural.
El motorista agradecerá la nueva arrancada con la que empuja ahora el motor para escapar de la jauría rodada en la salida de los semáforos, lo mismo que para cortar gas y recuperar cuanto antes el impulso necesario para negociar con soltura las esquinas más cerradas y el paso por las rotondas más pequeñas.
La nueva frenada, con pinza de tres pistones delante y dos detrás, le reportará una tranquilidad extra al bajar por las rampas urbanas más empinadas con un semáforo que se cierra abajo inesperadamente, cuando, como bien sabe el lector, el scooter se precipita por la pendiente completamente suelto, sin la más minima retención del motor.
En cuanto a las suspensiones y al resto de la parte ciclo, se siente un excelente apoyo en el paso por las curvas más lentas, tanto sobre la rueda delantera de 14”, como de la trasera con sus 13”, ejecutando los cambios de dirección sin el más mínimo amago de que el Grand Dink 125 pueda descomponerse en algún momento. Igualmente, le ofrece un sólido aplomo en el paso por los virajes más rápidos, dentro de las prestaciones contenidas en la Euro4 de su pequeño motor. En definitiva, que, después de probarlo, dirá de este nuevo Grand Dink 125 que “se coge muy bien” al asfalto.
Para el automovilista
La posición le permitirá sentarse y agarrar el manillar sin una postura forzada para ninguna parte de su cuerpo, acostumbrado a los asientos del coche, sintiéndose todo lo seguro que le quepa, una vez que haya cambiado las 4 ruedas por sólo dos. El motor le facilitará totalmente la conducción, con una arrancada suave y llena a la vez, perfectamente asumible para unas manos inexpertas, y con una progresión marcada con una constante absoluta hasta el final; si bien es cierto que la ajustada velocidad que desarrolla en punta, seguramente le apartará, por mera precaución, de las circunvalaciones más rápidas y transitadas que rodean la urbe.
La frenada, igualmente progresiva y potente, lleva sobre sí la supervisión del ABS controlado por el nuevo módulo Bosch 9.1M que optimiza la frenada, permitiendo incluso el deslizamiento del primer centímetro del neumático, sin llegar a comprometer, en absoluto y como pudimos comprobar, la estabilidad del Grand Dink 125, ni en recta ni en curva.
Al paso por los badenes, puestos para retener la velocidad en urbanizaciones y barriadas, las suspensiones se muestran también lo suficientemente confortables, como para que no eche de menos las de su utilitario o de su berlina.
Al bajarnos
El caballete lateral se abre con la facilidad de un simple gesto, dejando bien apoyado el Grand Dink 125 sobre el firme. En cuanto al central, me sorprendió las dos primeras veces que lo desplegué cuando me preparé para hacer un notable esfuerzo de palanca y casi arrastrar el scooter a continuación, al dar el tirón: Basta con un suave impulso, y no es necesario, en absoluto, pagar la cuota mensual de un gimnasio para dejar el Grand Dink 125 plantado sobre él.
Al pasar la mano por el frontal y los laterales, por los mandos y también por los componentes de plástico que completan la carrocería, se aprecia al tacto una calidad notable tanto en la ejecución como en el remate de cada uno de ellos.
