Con una autonomía que sobrepasa los 500 kilómetros, una carrocería acorazada y un cárter sobreprotegido, la nueva Honda Africa Twin Adventure Sport se postula como la moto ideal para llegar desde tu casa hasta los confines del planeta, como la moto elegida, por ejemplo, para bajar a Marruecos y vivir una intensa aventura entre las dunas del desierto y las áridas montañas del Atlas. Pero esta nueva trotamundos nos ofrece algo más en busca de la polivalencia, y abre también una vertiente deportiva en la excursión dominical, permitiéndonos abandonar el asfalto para internarnos por las pistas, o incluso por los senderos, que nos muestran sus dificultades en forma de grava, arena, barro, surcos, crestas o piedras cuyo tamaño oscilará con el nivel de conducción que posea cada uno. Durante dos días, hemos atravesado diferentes escenarios con esta Africa Twin aventurera, que más allá de mostrarse como una versión extendida fuera del asfalto, nos ha dejado la impresión, montando tanta variante y creando unas nuevas emociones, de sentirla prácticamente como una moto distinta que viene a engrosar la familia del legendario modelo.
Antes de subirnos a los 920 (ó 900) mm sobre los que se sitúa la altura del asiento, da la impresión de que esta nueva Adventure Sport transmite una imagen más Africa Twin, por así llamarlo, que últimas versiones de este mito Honda, que precisamente acaba de cumplir con la entrada este año su tercera década de su lanzamiento.
Al girar la llave de contacto, se enciende la nueva instrumentación TFT, más amplia, rectangular y con 5 cifras añadidas, en la que todos sus signos se leen ordenados de una forma castrense. Para dar una idea de su nitidez, se puede afirmar que con dos dioptrías de presbicia toda la información se descifra sin problemas.
La nueva batería de litio, con un núcleo más pequeño y 2,3 kg menos que la de plomo, arranca el bicilíndrico a la primera solicitud que hacemos sobre el botón para calentar el bloque bajo la helada del interior granadino, y para escuchar un rumor diferente al ralentí que escapa a través del nuevo silencioso dividido ahora tres cuerpos internos, en lugar de los dos anteriores. Al sentarse, se percibe de inmediato la elevación sobre la versión estándar, con lo que esta nueva Africa Twin Adventure Sports se siente una moto verdaderamente alta, como no podía ser de otra manera en un modelo con sus pretensiones exploradoras. De ese modo, quien firma este reportaje y su 1,91 m de estatura llegaban lo justo para apoyar ambas plantas de los pies sobre el suelo, con las piernas completamente estiradas.
Después de limpiar al completo la fina escarcha que cubre el asiento y colocarnos tras el carenado de esta Africa Twin Adventure Sports, sentimos un embrague suave y dócil, un cambio con el mismo tacto y una arrancada del motor sin el más mínimo titubeo, aunque salgamos con el indicador de temperatura bajo mínimos y a un ritmo de desfile.
Al salir a la ruta, ni que decir tiene que la posición y nuestra mirada se sienten elevadas sobre la carretera, con esa sensación de dominio que transmite, probablemente, un todo terreno en medio del tráfico. Lo cierto es que el manillar ligeramente adelantado, para dar una mayor altura al conjunto, en sintonía con ese asiento más elevado, transmite no sólo la sensación de control sobre la moto, sino también de un cierto gobierno sobre los espectaculares paisajes y los lugares recónditos hasta los que nos puede llevar esta auténtica moto de travesía.
El itinerario que nos preparó Honda, a caballo entre las provincias de Málaga y de Granada, toma de inmediato la autovía, en la que la que esta nueva Africa Twin nos muestra su mayor grado de confort, con unas vibraciones que antes no eran más que el testimonio de un bicilíndrico, y que ahora se sienten más reducidas por el efecto de un nuevo eje de balance con menor masa inercial. Sentimos la protección que ofrece una nueva pantalla, 8 cm por encima de la versión estándar, que cubre a los de talla XXL hasta la línea que queda sobre la boca o la nariz, y que desvía el flujo del viento sobre la parte superior del casco, o por encima, de los gastan las demás tallas. También se percibe el efecto aerodinámico del depósito, con la mayor amplitud de sus 24.2 litros, aportando un aumento sobre la protección para las piernas, que se ve extendida hacia abajo por la carrocería fijada en torno al radiador. En cuanto a las características del asiento, fácilmente ajustable en dos alturas, resulta verdaderamente confortable, casi como un sofá, al hablar de un modelo trail. Lo mismo ocurre con la plaza del pasajero, que dispondrá de un generoso espacio para acompañar al motorista en sus largas travesías, hasta el punto de dar margen para recorrer algún trayecto de ellas tras sufrir, sin ir más lejos, una discusión de pareja.
Para terminar de animar al viajero de la Africa Twin Adventure Sport en cualquier época del año, los puños calefactables aportan una efectividad sobresaliente, con sus cinco niveles de calor, que se suma al resguardo que albergan los protectores de las manos, obligatorios en cualquier trail que se precie.
Así pues, el notable nivel de confort que ofrece esta nueva Africa Twin, con detalles añadidos como la cancelación automática de los intermitentes, nos deja de inmediato la impresión de que va a convertir cada tránsito por la autopista en un mero trámite, en un simple enlace entre las rutas con inspiración en el ‘Doctor Livingston’ que proyecte nuestra imaginación. Pero a pesar de su sobresaliente capacidad para viajar, no debemos confundir las sensaciones que transmite esta moto exploradora con las de otros modelos, como por ejemplo las propias de una GTL. De una manera bien distinta, esta nueva África Twin suscita de continuo los deseos de aventura y la excitación que reflejan sus propios apellidos.
Serpenteando por la ruta
A lo largo de una carretera revirada, la Africa Twin Adventure Sport transmite de inmediato un tacto off road, un calificativo con el que queremos decir que se siente fluir con una facilidad natural, enlazando una curva tras otra, por carreteras de montaña, al mismo tiempo que, en el momento de frenar con exigencia o en el de apoyarnos en un paso cerca de la máxima inclinación, se siente un tanto blanda. Un tacto ideal, en cualquier caso, para carreteras de dudoso agarre, firme mojado o con un asfalto muy claro, a una temperatura muy baja, como el que nos tocó al pasar por los montes y colinas que se extienden al norte de la capital malagueña, y que comprendían buena parte de la ruta que Honda nos preparó para hacer el test de carretera.
Este peculiar tacto se transmite como consecuencia del ajuste escogido por la marca del ala dorada, tanto para la horquilla Showa como para el amortiguador con sistema Pro Link, y no busca otra cosa más que de la pura polivalencia que ofrece esta nueva Africa Twin. Un tacto de suspensión que, por otra parte, encuentra una compensación muy interesante en el capítulo de la comodidad, lo mismo que a la hora de pasar a cualquier ritmo, por ejemplo, sobre una banda sonora, un trance tan insignificante del que casi ni te enteras. Pero aparte de estos detalles y por pura lógica, el conjunto de suspensiones ofrece su máximo rendimiento fuera del asfalto, como veremos a continuación.
En cualquier caso, con una carretera que transitaba sobre badenes y bañeras, algunas de ellas en medio de un paso por curva en el que navegábamos a buen ritmo sobre sus cambios de nivel, la moto no se descomponía en absoluto, gracias a la solidez con la que se comporta un chasis que lleva el motor anclado sobre seis puntos repartidos de forma proporcional a lo largo de su perímetro. Ambas suspensiones se sentían retorcerse, sí, absorbiendo cada subida y cada bajada de la gravedad mientras íbamos inclinados. Sin embargo la moto no se descompuso en ningún momento. La Africa Twin Adventure Sport ni siquiera hizo el amago de perder la trayectoria que le marcaba sobre algunos de aquellos pasos, que se sentían en algún momento incluso con el ligero vértigo de un tobogán.
Por último y para que cada nuevo propietario pueda acercar más el reglaje de las suspensiones a su gusto, bien hacia el asfalto o bien hacia la tierra, tanto la horquilla como el amortiguador cuentan con la posibilidad de ajustarse en tres parámetros de trabajo.
La Frenada
A lo largo de los primeros milímetros que recorre la maneta, el freno delantero se siente progresivo y muy dosificable al tacto. Después y a medida que vamos presionando con más exigencia, va cogiendo cuerpo bajo los dedos, haciéndonos sentir cómo las pastillas muerden los discos de 310 mm, y, llegado el caso, cómo el neumático muerde el asfalto hasta la misma intervención del ABS.
La horquilla, por su parte, reacciona comprimiéndose al momento, probablemente agotando esos 20 mm extra que recorre con respecto a la versión estándar, contribuyendo así, en el primer instante de una frenada exigente, a reforzar esa sensación un tanto blanda que percibimos en el paso por curva. Sin embargo, y al igual que ocurre con la maneta, sentiremos cómo la compresión de la horquilla se hace firme y su apoyo mucho más sólido a medida que consumimos los 224 milímetros de su recorrido total.
La frenada de los trenes trasero y delantero se ve asistida por el “engine-braking”, que se siente actuar como una retención de llamativa eficacia, aprovechando la capacidad que para ello ofrece el bicilíndrico de un litro, lo mismo que su graduación en tres niveles, apreciándolo a escala claramente en cada una de las tres opciones que ofrece su electrónica.
Por último, si aplicamos una frenada con una deceleración considerable a partir de los 53 km/h, por encima de un rango de ges, se encenderán las luces de emergencia para advertir a los vehículos que nos sigue en la retaguardia.
Motor y electrónica
El menú de esta Africa Twin Adventure Sport ofrece cuatro modos de conducción que son: Tourer, Urban, Gravell y User, dentro de los que aparecen seleccionados tres parámetros, a saber: Freno-motor, entrega de potencia y control de par.
Acabamos de describir el primero. En cuanto a la segunda, puede aparecer en tres niveles, según el modo de conducción. En el 3, el bicilíndrico se siente suave y predecible, con un tacto del acelerador electrónico muy conseguido, muy directo en general, y que difícilmente pondrá en un aprieto a su motorista, al mismo tiempo que los 99 Nm de par máximo a 6.000 rpm dan un impulso lleno al conjunto desde abajo, estirando al trote, por llamarlo así, y buscando el tope del cuentarrevoluciones, mientras que transmite esa impresión bicilíndrica de siempre, que no crea la sensación de grandes aceleraciones, pero que cuando te quieres dar cuenta, vas verdaderamente de prisa.
Al saltar el modo intermedio y pasar al de respuesta más incisiva, el 1, se percibe de inmediato una sensible diferencia, con un empuje contundente hasta el mismo corte del encendido, entregando los 94 CV finales con un rugido que emerge desde la admisión como si dentro vivieran los dos pistones enrabietados de un motor deportivo.
En cuanto al control de tracción ( o control de par, como lo llama Honda) cuenta ahora en esta nueva Africa Twin Adeventure Sport con 7 niveles, apareciendo siempre por defecto el 6 y siendo el 7 el más intrusivo. En el nivel 2, tuve ocasión de sentir su intervención sobre un asfalto frío, con la moto bien inclinada y abriendo el gas sin contemplaciones, esto da una idea de lo que esta nueva maxi trail se coge al asfalto, aun con sus suspensiones de tacto terrero.
En el apartado del cambio, el sistema automático DCT (Dual Clutch Transmission) de Honda adelgaza ahora dos kilos, y llega a la nueva maxi trail con sus conocidas opciones S, para un consumo más económico y un ritmo de crucero y D, con un cambio de marchas más deportivo, lo mismo que el botón G, con la que el mecanismo del cambio actúa de un modo más directo. Además de ello, aporta ahora como novedad un golpe de gas reduciendo, al entrar en acción el freno motor.
Off road
Honda puso a nuestra disposición para la ruta trail varias unidades equipadas con ruedas de tacos, al objeto de que pudiéramos apreciar en toda su dimensión el potencial que ofrece esta nueva Africa Twin Adventure fuera del asfalto. Antes de subirnos para este test, apreciamos la nueva protección de la moto en previsión de las posibles caídas y otros agentes hostiles de la conducción off road, montando unas defensas que rodean la línea más expuesta de la carrocería y contando, además, con un nuevo cubrecárter de apariencia más sólida y con una forma más envolvente que el de la versión estándar.
Arrancamos, y al ponernos de pie sobre la moto, lo hacemos sobre unas estriberas más anchas, cogidos a un manillar más elevado, que en conjunción con la generosa ergonomía que ofrece el nuevo depósito para controlar la moto con las rodillas, harán de cada movimiento un gesto de lo más natural cuando conduzcamos erguidos. Además de ello, Honda ha situado las estriberas del pasajero en una nueva posición que no limita, como en la versión anterior, las flexiones y movimientos de las piernas a la altura de los gemelos, quedando completamente libre el espacio, si así se eligiera, desmontando en esta versión los reposapiés traseros.
El asiento también hace su aporte a la conducción de pie, con una parte delantera estrechada junto al depósito para facilitar los movimientos hacia adentro de las rodillas, además de perfilarse con una línea más horizontal que en la Africa Twin estándar, para hacer más natural la conducción off road, con sus continuos cambios y desplazamientos del cuerpo hacia adelante y hacia atrás.
Nada más ponernos en marcha sobre cualquier camino, ya sea de pie o también sentado, comprobaremos cómo ese tacto off road que nos ha transmitido antes en la carretera revirada adquiere toda su sentido y toda su dimensión. Enseguida empezaremos a percibir cómo esta nueva Africa Twin Adventure Sport absorbe las irregularidades del terreno y cómo pasa por encima de los surcos y de las hendiduras del camino, o del carril, hasta el punto de conducir con la sensación, particularmente si vamos puestos en pie, de que esta moto se lo come todo.
Y veremos también a la hora de pasar por primera vez sobre un escalón o una piedra de altura semejante, cómo toma sentido el peaje que se cobra la altura de esta moto para los usuarios de la talla M y menores. Crees por un momento que vas a golpear con la sólida protección del cárter, tensas el cuerpo en el momento de pasar, y sin embargo la Africa Twin Adventure Sport deja atrás el obstáculo con limpieza.
En líneas generales, nuestra unidad de la Adventure Sport calzada con ruedas de tacos, particularmente gruesos en el neumático trasero, se sentía perfectamente adaptada al medio off road, ofreciendo un aplomo soberbio en el paso a todo velocidad por algún tramo rápido y despejado del camino. A este efecto contribuye en buena medida un lanzamiento del tren delantero más propio de la carretera, o incluso de la autopista, apartándose del concepto radical con un ángulo de dirección más cerrado, que hace particularmente picudas a muchas motos de campo actuales. Este lanzamiento tendido al frente de la rueda facilita en buena medida la tarea a los inexpertos en el mundo trail, ya que la dirección de la moto soporta muy bien las retenciones y frenadas sobre algún ángulo cerrado del camino, girando con una notable facilidad mientras carga sobre el tren delantero y sin la exigencia que plantean para virar algunas de esas motos picudas, teniendo que hacerlo con el gas abierto, como un verdadero máquina del enduro. Si además de ello, ese incauto motorista, sin experiencia, cuenta con la asistencia de un freno motor particularmente efectivo, que un servidor, con su quintal pasado de peso, pudo apreciar como pocos, sus facilidades harán mucho más llevadera la tarea de conducir fuera de la carretera una moto de 243 kilos.
En cuanto al motor, la disposición de Honda nos lleva a seleccionar el modo de conducción Gravell, con la entrega más suave de potencia, la menor retención del freno motor y, sin embargo, casi con el mayor grado del control de tracción (nivel 6); una severa intervención que garantizará la tranquilidad del usuario temeroso en incipiente en la conducción de la moto sobre tierra, porque tan sólo dejará empujar al motor lo justo, justo para ir avanzando, sin más, digamos que poco más rápido que el paso de un vehículo agrícola. Por tanto, a poca mano que se tenga sobre la conducción off road, lo inmediato será seleccionar un nivel más bajo, en torno al dos o mejor el uno, que permitirá derrapar, dejándonos deslizar con la rueda trasera justo hasta el punto en el que empezaría a cruzarse sobre nuestra trayectoria.
Si hablamos para quien tenga ya cierto dominio y práctica del enduro, aparte de contar con la desconexión tanto del control de tracción como del ABS trasero, sin duda optará por el modo User, con el que graduará, a buen seguro la potencia con una entrega más contundente y probablemente el freno-motor con la mayor retención; de esa manera, logrará una conducción de una super trail tan sorprendente como divertida, sobre la que sentirá, en cuanto aborde con ella la primera pista forestal y permitida, como si hubiera menguado su peso.
Off Road con DCT
Vaya por delante un apunte sobre el peso extra, que se lleva esta versión a los 253 kilos, y que, precisamente, ese sobrepeso resultó prácticamente imperceptible sobre la tara total del conjunto. Vamos que sobre los 360 kilos, más o menos, que desplazaba la Adventure Sport con un servidor encima, la cosa no va de la minucia que añade el equipamiento del DCT.
Bien. Si el comportamiento de esta maxitrail, por su geometría y por su reparto de pesos resulta de lo más condescendiente con las manos inexpertas, el cambio automático de Honda viene a facilitar aun más su tarea conduciendo fuera del asfalto. El ahorro de los movimientos sobre la palanca de un pie izquierdo, seguramente calzado con botas de grueso empeine, representa, aparte de una preocupación menos, un gesto de la pierna sobre la posición erguida que entraña un compromiso añadido para quien no está habituado. Lo mismo ocurre al ahorrarse el trabajo con la maneta del embrague, a veces con una posición un tanto forzada de la muñeca mientras se conduce de pie, que entraña otra pequeña dificultad que sumar a las que encuentra el novato sobre tierra.
Como ya hemos comentado, la nueva versión del DCT da un golpe de gas sobre el freno motor al bajar de marcha, con lo que la retención se suaviza de una forma automática para hacer más cómoda y sencilla la tarea de reducir con menos deslizamientos, resultando también más suaves para unas manos poco habituadas a la tierra o a la arena.
Para rematar las virtudes que ofrece el DCT en los espacios off road, particularmente para el motorista inexperto en el mundo trail, desaparece la posibilidad de calar el motor en alguna subida complicada, eliminando el fantasma de verse inmerso en una situación verdaderamente comprometida, con los 243 kilos sin motor en medio de una pendiente; un fantasma cuya desaparición llevará a abordar con una mayor confianza tanto las subidas como las bajadas a las que pretenda o necesite enfrentarse el viajero de esta Africa Twin Adventure Sport.
Detalles para la aventura
Aparte de las defensas de la carrocería y del motor, con la barra envolvente del carenado y el sólido cubrecárter, Honda monta una nueva bandeja o parrilla portaequipaje más sólida sobre el colín, que también se muestra más recogida en altura, porque de no ser así habría que alzar el pie hasta las nubes para poder subirse a esta magnífica moto de travesía.
Además de todo ello, la Africa Twin Adventure Sports esconde tras la tapa lateral izquierda una caja tan generosa como bien protegida para guardar un manojo de herramientas que cumplan como plan de contingencia en caso de alguna eventualidad en medio, quién sabe, de nuestra exploración del planeta o de la sierra que dibuja el horizonte de nuestros contornos.
En cuanto a la autonomía medida con más detalle, el cálculo con el dato de consumo fijado por Honda en 4,6 litros/100 km para la versión manual y los 24,2 litros del depósito nos lleva a los 525 km de autonomía; mientras que en la versión DCT llega un poco más, con una décima menos a los cien anunciada por la marca, es decir 4,5 litros/100 km.
Este apartado más aventurero de la nueva África Twin queda complementado por un extenso catálogo de extras que Honda pone a disposición en exclusiva de sus compradores.