El Michelin Anakee Adventure proyecta una imagen que casi define por sí sola su propio posicionamiento y utilidad. Tanto es así que, si lo repasamos con la mirada, posiblemente entenderemos con cierta claridad esa personalidad. Si el lector repasa la cubierta trasera, es probable que se pregunte si está ante un neumático de taco ancho y aplastado: o si, de otro modo, se trata de una goma con dibujo profuso y muy profundo sobre su banda de rodadura.
Ésa es la clave con la que Michelin propone un uso al 80% en carretera y al 20% off road para este nuevo Anakee Adventure, dejando para su Anakee Wild la utilidad 50/50, mientras que al Road 5 Trail le da una aplicación única para la carretera en las trails más asfálticas.
Doble tecnología
El Anakee Adventure que nos ocupa en este reportaje incorpora la tecnología 2CT en su cubierta delantera, mientras que en la trasera aplica la 2CT+. La primera monta un compuesto más duro en la franja central, ocupando el 60% de la banda de rodadura, mientras que extiende uno más blando en el 20% por cada lateral; de esa manera, consigue un excelente apoyo en la frenada y también el máximo agarre en curva.
En la cubierta trasera, los dos compuestos se reparten en la misma proporción, pero con una localización sobre la banda de rodadura de matiz diferente, para proporcionar así un refuerzo en los hombros que garantice la mejor tracción con la moto inclinada.
Pero dejemos a un lado las descripciones teóricas y vayamos al terreno de las sensaciones en marcha, que es lo que al fin y al cabo más le motiva y mejor entiende el motorista. Así iremos explicando con ellas algunas de las características que nos ha descrito Michelin sobre su nueva estrella en el mundo trail.
Virar como una trail
En esta presentación, Michelin puso a disposición de la prensa especializada una surtida variedad de modelos, unos con aptitudes más propias del mundo trail, y otros algo más asfálticos; con motores que variaban desde los 650 hasta los 1250 cc, e igualmente montando llantas delanteras tanto de 19 como de 21”.
Pues al ponerse uno en marcha, con cualquier moto, la primera maniobra que se encuentra y casi la que más repite de continuo es la del giro para entrar en una curva, bien sea al doblar una esquina o al negociar una rotonda. Para ello, debemos de tener en cuenta que una trail, como tal, monta un manillar plano y suficientemente ancho para ofrecer un buen brazo de palanca, lo mismo que sitúa sobre ella al motorista en una excelente posición de dominio sobre el conjunto; si bien es verdad que el tamaño con el que cuenta la rueda delantera representa un freno a considerar en esta maniobra, más aun, claro está si hablamos de una llanta de 21”.
Bueno. Pues tanto con una medida delante como con la otra, el nuevo Michelin Anakee Adventure hace dócil la dirección de la trail correspondiente, y su respuesta al gesto del contramanillar para entrar en cada viraje, resulta tan inmediata como precisa. Lo cierto es que fuimos muy pendientes de observar algún síntoma de resistencia al giro, a virar, que francamente no apreciamos, y sí, en cambio, una reacción neutra en cada una de las seis motos distintas que probamos.
En silencio
En los primeros compases de nuestro recorrido, saliendo de la capital lusa, nos encontramos rodando sobre el puente colgante 25 de Abril, caracterizado por su paso metálico en los carriles centrales, que provoca un ruido del demonio al paso de cualquier vehículo. En un principio nos despistó este trance y nos hizo pensar que un neumático con semejante dibujo podía crear la molestia de una banda sonora no deseada acompañando nuestra marcha.
Sin embargo, la inquietud desapareció en cuanto tomamos el primer tramo de autovía y pusimos el oído bien atento para finalmente no percibir otra cosa que el sonido del viento, o el de la admisión de la moto al abrir todo el gas. Para conseguir este efecto silencioso, Michelin ha diseñado el Anakee Adventure con una anchura variable de sus tacos en el centro, reduciendo así la frecuencia del ruido.
Sin vibraciones
Llegados a este punto, es oportuno señalar las aseveraciones que nos hizo Michelin, por boca de su responsable de desarrollo, con respecto a su anterior modelo, el Anakee 3. La marca francesa nos ha manifestado con rotundidad que este neumático resulta obsoleto, tanto en materiales como en tecnología, si lo comparamos con el nuevo Anakee Adventure. Si bien es verdad que, siguiendo la línea comercial establecida por Michelin desde hace décadas, ambos neumáticos compartirán su catálogo durante alguna temporada más, antes de la desaparición definitiva del Anakee 3.
Bien, una vez hemos girado la moto y la hemos metido en el viraje, en el paso por curva con una media inclinada, pongamos entre los 25 y los 30 grados, el neumático delantero se siente en el manillar con una manera de rodar lisa y uniforme, quiere decir un servidor que no se percibe, como podría hacer pensar el labrado de su dibujo, ninguna vibración o tenue traqueteo.
Por tanto, el paso inclinado del Anakee Adventure delantero se siente tan suave y plano como el más confortable de los neumáticos touring; y, evidentemente, para lograr esta sensación, aporta buena parte de su intervención la tecnología 2CT.
Apoyo a la tracción
Lo cierto es que un dibujo tan profundo y abundante sobre la banda de rodadura del neumático trasero puede hacer pensar, observándolo a simple vista, que el taco grueso que lo compone puede ceder, deformarse, aunque sea en orden de micras, cuando forzamos la cubierta con el peso y la tracción de la moto.
Bien. Pudimos probar particularmente este aspecto en los modelos más voluminosos y potentes de esta presentación, como fue el caso de la BMW R1250GS. Y así lo hicimos abriendo gas con contundencia en plena inclinada para sentir, no ya el agarre del neumático en sí, sino la consistencia de su estructura. La sensación que nos transmitió este Anakee Adventure fue claramente la de un apoyo firme, desde luego seguro, y sobre todo dejando sentir en nuestras posaderas, así como en las estriberas, una confianza para salir catapultado por los ciento y pico CV a por el final del viraje. Un robusto apoyo que se consigue tanto con la tecnología 2CT+, como puenteando los tacos en la franja de los hombros.
Máxima velocidad
Un neumático touring, con pretensiones trail, no es evidentemente para lo que se entiende habitualmente por correr. Sin embargo, quién sabe los vericuetos en los que puede encontrarse el intrépido motorista que se aventure en esa travesía soñada de su vida; ¿a dónde le pueden llevar sus románticos anhelos de explorar los rincones más remotos de El Planeta? Sí, puede verse en cualquier escenario perdido y solitario con la prisa de llegar antes del ocaso, de una noche incierta y llena de peligros ocultos; o quizá para evitar los nubarrones de una tempestad que le persigue por la retaguardia.
Bien, pues para esas situaciones, pudimos comprobar cuál es el comportamiento de este Anakee Adventure. Primero sobre una ruta angosta, de perfil convexo y firme irregular. En esas circunstancias, con el gas a fondo, el Anakee Adventure mantenía una constante alineación de la trayectoria, como si llevara al manillar una especie de giróscopo recto que la mantuviera sobre ella. Era indiferente el peso del modelo elegido o el diámetro de su llanta delantera, bien de 19 o bien de 21”, la moto se aguantaba sobre la línea con obcecación.
Cambiamos el escenario, para irnos a una pista plana de tierra bien pisada, y encontrar un efecto muy parecido, yendo de pie sobre la trail correspondiente, buscando su velocidad máxima. En este comportamiento se aprecia, entre otros, el trabajo de Michelin. aplicando sus tecnologías 2CT y 2CT+, con ese compuesto más duro y firme en la franja central de ambas cubiertas.
Navegación por tierra
Al abandonar el asfalto, entramos probablemente en el escenario mediterráneo más corriente para la mayoría de las pistas. Sí, una tierra dura, cubierta de arena y grava suelta, donde percibimos el apoyo del Anakee Adventure delantero abriendo la arena, o la gravilla, con la natural sensación en el manillar de flotar sobre ella, pero sin percibir en ningún momento que perdiéramos el gobierno de nuestra trayectoria.
Es natural, como ya conoce el lector, que no podamos precisar al milímetro sobre la tierra la línea exacta por la que pasaremos, tal y como nos permite hacer el asfalto; sin embargo sí que podemos mantener nuestra dirección con una oscilación máxima de un palmo, a un lado o al otro, pero no más. Así podemos decir que el Anakee Adventure flota sobre la arena suelta, sí, y sobre la gravilla, pero logra navegar por ella sin perder el rumbo que le marcamos.
La Prueba de fuego
Tomamos nuevamente la R1250GS y desconectamos toda su electrónica posible. Fuera ABS y fuera control de tracción, para seleccionar, además, su modo de potencia más agresivo, el Dynamic. Sobre una pista muy parecida a la anterior, de piso duro y con arena suelta salpicada de piedrecillas, probamos en la segunda marcha a soltar la patada del bóxer sin contemplaciones. El brío propio de un toro alemán, desplegado sobre la tierra, podría sobrecoger al más pintado, y de hecho el poder que se siente en el tren trasero hace honor al genio teutón que cabría esperar.
Sin embargo, la moto no llegaba a atravesarse, o no lo hacía al menos de una forma incontrolable, sino que al cabo de dos o tres acelerones, se podría sujetar muy bien en una derrapada que se percibía asentada, cuando su ángulo empezaba verdaderamente a cruzarse. Tanto es así que te permite divertirte incluso atravesando en el camino un monstruo del off road como la gran BMW, sintiendo cómo el Anakee Adventure desliza, sí, pero clavando las uñas, por describirlo de algún modo, sobre cualquier resalte, cualquier partícula incrustada que encuentre en su desplazamiento, gracias en gran parte a las ranuras transversales que muestra su dibujo.
Debemos de señalar, antes de continuar, que tanto esta prueba de la tracción, lo mismo que la de la dirección y la siguiente sobre la frenada, fueron llevadas a cabo en tierra con las presiones de asfalto en cada moto a la que nos subimos, sin tocar ni una de ellas, y tal y como haría la mayoría de los usuarios al atravesar una pista off road como tramo ocasional de su viaje.
Frenada con 21”
Llega el momento de parar sobre el camino, y para ello elegimos una Honda Africa Twin, con su llanta de 21” y su estrechez de 90 mm delante. La marca nipona no permite, como ya conoce el lector, desconectar el ABS de sus motos, por lo que permanecimos muy atentos a la pulsación de la maneta.
Sin cambiar el tipo de terreno, y con un polvo que parecía que prendido en la atmósfera para toda la mañana, probamos varias frenadas contundentes, tirando de la maneta con una potencia combinada con la debida progresividad.
Puestos en pie y con el cuerpo echado atrás, desde luego se siente sobre el tren delantero un apoyo suficiente para detener la moto en plena travesía ante cualquier imprevisto, hablando siempre de un ritmo aventurero, por así llamarlo. El Anakee Adventure se percibe afianzado al terreno, dentro de esa misma sensación de flotabilidad que transmite al gobernar su rumbo sobre la tierra. Un apoyo suficiente, en cualquier caso, para hacer una buena frenada, corrigiendo, por ejemplo, un error al confundir una curva del camino que se percibe abierta al aproximarse, y que en realidad se cierra de golpe al meternos en ella. Lo mismo nos vale al encontrar cualquier irregularidad comprometida sobre la pista de tierra, cuando vemos que nos echamos sobre ella.
Pasado por agua
En honor a la verdad, fueron apenas cuatro metros de un charco profundo los que nos dieron la oportunidad de probar las cualidades anfibias que guarda este nuevo Anakee Adventure. Una imagen vale más que mil palabras, dicen, por lo que no vamos a hablar de las aptitudes que pudimos apreciar subidos a la moto al atravesar este paso. Lo cierto es que no podemos hablar más allá de que la moto mantuvo la trayectoria una vez más con suficiente firmeza para no caernos al charco, a pesar de las delicadas condiciones en las que se encontraba y de la forma, más bien salvaje, en la que entramos a esa agua embarrada, para acabar encenagados de la cabeza a los pies.
Sin embargo, si observamos detenidamente la magnífica fotografía principal, apreciaremos ese trabajo de evacuación, del que tanto leemos en las especificaciones de un neumático. Si nos fijamos detenidamente, observaremos la cantidad de agua que aparta el neumático delantero, abriendo camino en gran medida para la pisada del trasero, con su tracción aplicada sobre el fango. En otra foto al detalle, en la que solo aparece la rueda delantera, podemos apreciar ese trabajo de evacuación que lleva a cabo el dibujo, y del que siempre escuchamos hablar al fabricante como si recibiéramos una clase de física sin más apoyo gráfico que el de un encerado. La imagen habla por sí sola.
