Dicen que al mal tiempo buena cara. Y como todos debemos permanecer en casa siempre que se posible (y eso incluye a los vigoréxicos que no pueden vivir un día sin salir a correr), Toni Bou se ha buscado la forma de seguir entrenando dentro de su casa. Pero claro, para alguien con las habilidades de quien lleva nada menos que 27 campeonatos del mundo, parece cosa de niños.
Toni Bou se despierta, se pone las zapatillas y directamente salta sobre su Montesa para ir a la baño a cepillarse los dientes. Se prepara un café, va al armario a coger la ropa y empieza el entrenamiento. Y sí, lavarse los dientes o prepararse el café lo hace montado encima de la moto. Ojo a las asombrosas habilidades.
Una vez cambiado de ropa empieza a entrenarse. Por ejemplo, saltando sobre dos taburetes tumbados en el suelo. También sale a la terraza para dar vueltas alrededor de una pelota a una rueda.
Con esta pelota juega con su perro, golpeando con gran habilidad y para rematar el día, desciende por las escaleras hasta su garaje donde prosigue realizando ejercicios de equilibrio, agilidad, saltos así como una decena de maniobras que ya son complicadas de hacer hasta sin una moto.