Antes del verano os traíamos un vídeo de esos en los que el corazón se te encoje (y también el tercer ojo). Un piloto, haciendo enduro en una zona desconocida, daba un salto con la mala fortuna de que al otro lado no había… nada. Sólo un precipicio. Sus lesiones no fueron graves pero nos recordaba que si no conocemos el terreno, debemos extremar las precauciones.
Ahora hemos podido ver otro vídeo en el que otro aficionado al enduro extremo circula por un peligroso camino al borde del cauce de un río en Colorado. Todo transcurre sin problemas hasta que en el minuto 5:20 ocurre el desastre: pierde el control de su moto y ambos se precipitan al río desde una gran altura.
La fortuna quiso que perdiese el control exactamente en una zona próxima a una catarata con lo que, al caer por el precipicio, acabase en una zona del río con bastante profundidad que amortiguó en gran medida su caída. Según cuenta el propio protagonista, tras unos quince minutos pudo volver a escalar al camino por sus propios medios. Al final del vídeo se puede apreciar la zona de la caída, tanto desde arriba como desde el río.
Por suerte la KTM 300 TPI 2019 que pilotaba también pudo ser rescatada horas más tarde del cauce del río gracias a la intervención de personal cualificado. Sin duda un final feliz para una historia que podía haber acabado, fácilmente, en tragedia.