A veces uno se pregunta qué pasa por la cabeza de personajes como el de la foto. Aunque la postura puede provocar una sonrisa, debemos pensar que lo que estaba haciendo en ese momento era una temeridad. Vale que la carretera Vía Apia de Ciampino pasa cerca del aeropuerto, y el motorista pudo querer simular ser un avión, pero es que para volar hace falta tener el permiso de piloto.
En un tramo limitado a 50 km/h debido a la proximidad de un paso de peatones sin semáforo y una parada de autobús, el protagonista viajaba a nada menos que 127 km/h. Eso es más de 2,5 veces la velocidad máxima fijada en ese tramo. Vaya, que no ha sido un despiste señor agente.
Pero además soltó las manos del manillar y para rematar la jugada, su indumentaria era la más inadecuada pues únicamente llevaba un casco abierto. Sin guantes y con una camiseta en manga corta que le deja la espalda completamente al aire. ¿Imagináis las consecuencias de una caída en ese momento?
Por suerte la broma no le saldrá gratis. La policía ha identificado al infractor y le retirarán el permiso de conducir. Además, será sancionado con seis puntos y una multa de 560 euros. Poco nos parece. Igual una temporada trabajando en el Hospital Nacional de Parapléjicos Toledo le devolvía a la realidad.