Publicidad
[the_ad_placement id="adsense-mega-2-mobile"]

La Coca-Cola como solución a las calles resbaladizas de Matera, Italia

Han vertido 32.000 litros para el rodaje de la última secuela de James Bond
Fotos: El Correo
Hasta James Bond se ha vuelto delicado, o eso parece a tenor de los 32.000 litros de Coca-Cola que han vertido en varias calles de una de las ciudades italianas donde se está llevando el rodaje de la última secuela de la iconica saga. ¿El motivo? Que las motocicletas de los especialistas tengan más agarre y las escenas de peligro sean "más seguras". ¿Hasta dónde vamos a llegar?.

Ni James Bond se salva de esta flojera vital que nos envuelve a todos desde hace ya bastante tiempo. Y tu querido lector te preguntarás que mosca me ha picado esta mañana, por no decir otra cosa. Básicamente que uno no sabe si echarse a reír o llorar cuando se entera de noticias como las que os mostramos en estas líneas.

Hemos conocido recientemente por los compañeros franceses de Le Repaire que en Italia, más concretamente en la ciudad de Matera, perteneciente a la región de Basilicata, en el sur del país, se está llevando a cabo la grabación de la última secuela de la icónica saga. Hasta aquí todo bien. Acción, motos a toda pastilla por esas preciosas calles adoquinadas, en fin, lo que debe de ser una película de James Bond bien hecha, ¿no?

James Bond sobre la Triumph Scrambler 1200 XE

Pero resulta que al parecer al director del film le pareció que esos adoquines eran demasiado resbaladizos y como solución han vertido, atención, 32.000 litros de Coca-Cola. No sabemos si de la original o light, véase la ironía, pero viendo el panorama nos imaginamos que para que el suelo se adquiera una película pegajosa. Así los especialistas que graban las escenas peligrosas a los mandos de las motocicletas que aparecen en este nuevo remake, estén a salvo de posibles caídas por lo resbaladizo del firme.

La fiesta les va a costar nada menos que 60.000 euros, porque claro, luego hay que limpiarlo todo y dejarlo tal cual estaba antes de comenzar el rodaje. Entendemos que esa cifra, teniendo en cuenta el presupuesto de la película, 250 millones de dólares, es una simple minucia, nada que no haya que pagar si la finalidad es ofrecerles una seguridad extra a los que deben de encargarse de que estén a salvo los actores principales del film.

Calles adoquinadas en Italia

Asi que podemos decir, con total tranquilidad, que hasta James Bond se ha vuelto demasiado blando, o mejor aún, hasta los especialistas que lo suplen en las escenas más peligrosas. Esto con Sean Connery, Barry Nelson o Roger Moore no pasaba. ¿Qué será lo próximo que veamos? ¿A James Bond pidiendo un Martini «agitado no mezclado» sin alcohol? Al tiempo.

Lo último

Lo más leído