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Prueba Bridgestone Battlax Sport Touring T31: rodando con la tecnología de vanguardia

un repertorio de especificaciones técnicas
Fotos: Javier Ortega
Probamos el Bridgestone Battlax Sport Touring T31

El Bridgestone Battlax Sport Touring T31 guarda un repertorio de especificaciones técnicas que, al finalizar su lectura, uno casi se pregunta si los japoneses han abandonado la ingeniería dinámica y meramente industrial para adentrarse en la exquisitez de la aeronáutica, o más allá incluso, en la sofisticación que envuelve la ciencia aerospacial, simplemente con la pretensión de calzar una moto.

Un sensacional neumático de sensaciones

Por ello, después, y una vez visto a toro pasado, hemos encontrado todo un acierto dejar para el final el repaso de ese glosario tecnológico, subiéndonos previamente a una moto calzada con los T31, sabiendo únicamente que se trataba de un neumático sport touring. Nada más.

De esa forma, hemos probado estos nuevos Bridgestone sin ninguna predisposición, recibiendo las sensaciones que transmite, únicamente, a través de su genuino comportamiento porque, al fin y al cabo, escribimos para motoristas. Porque, ¿qué es, si no, el individuo que se aventura a viajar sobre una moto?

Un ser pasional donde los haya que vive, se impulsa y se rige por las sensaciones que traspasan su cuerpo aposentado tras un manillar.

Bien. Pues a continuación vamos a ir describiendo cada una de esas sensaciones que hemos ido percibiendo, y, a renglón seguido iremos confirmando e identificando, de la misma forma que hicimos nosotros mismos tras la prueba, con algunos de los recursos tecnológicos que caracterizan el elaborado diseño de estos Battlax Sport Touring T31.

Una agilidad gracias cinturón monoespiral

Es la primera sensación que nos transmite este nuevo Bridgestone, y lo hace de una forma tan clara como inmediata. Ciertamente la soltura con la que este neumático cambia de dirección, también a alta velocidad, es realmente llamativa, máxime cuando lo hemos estado probando sobre una rueda delantera de 19”, con su determinante inercia giroscópica.

Pero además, esta agilidad guarda una peculiar cualidad, que apreciarán sobre todo los más principiantes, aunque también, sin duda, los que quieran practicar una conducción suelta y fluida, sí, pero sin llevar, como quién dice, el cuchillo entre los dientes. Efectivamente, el T31 transmite esa sensación ágil, particularmente rápida al vascular la moto en la entrada de cada viraje, pero todo ello ejecutado de una forma progresiva hasta el mismo ángulo de la máxima inclinación. Sin escalones, por así llamarlos, y sin esa sensación de caída, sin esa contracción del diafragma que crea el vértigo en algunos motoristas al girar con unos neumáticos de perfil triangulado, con un diseño ideado para una conducción radicalmente más deportiva.

Después, cuando repasamos las especificaciones transferidas por Bridgestone, encontramos que el T31 incorpora la tecnología HTSCP, basada en filamentos de acero, con recubrimiento de goma, que crean un cinturón monoespiral. En la primera virtud de este sistema encontramos esa sensación inmediata de agilidad que hemos descrito, gracias a su mayor flexibilidad. Pero además de ello, esta tecnología HTSCP reduce la generación de calor y proporciona una firme estabilidad sin mermar su capacidad para absorber los baches.

 

Un aplomo 3CL

Otra de las sensaciones que nos llega con una directa nitidez es el aplomo en las curvas más rápidas. Efectivamente, nos ha llamado la atención el firme apoyo que se percibe en virajes por encima de los cien kilómetros por hora, conduciendo una moto alta, como la que empleamos para esta prueba de larga duración, y con una medida trasera de tan sólo 150 mm de ancho, insólita en una mil de hoy día, sobre un perfil, nada menos que de 70 mm, una altura de neumático que podría hacer pensar en nuestra trail de pruebas descomponiendo la figura de las suspensiones en su marcha, o incluso su trayectoria, al paso inclinado por cualquier variación de nivel en el firme.

Luego, en las especificaciones de este T31, leemos sobre su tecnología 3CL que mientras el compuesto central de la banda de rodadura ofrece las máximas prestaciones en línea recta, para las autopistas alemanas, por ejemplo, los compuestos de los flancos aseguran un alto grado de agarre, así como una sólida sensación de apoyo. Y es que la superficie de contacto llega a ganar un 7% desde la vertical hasta el ángulo de la máxima tumbada, lo que genera una fuerza de inclinación superior para garantizar mayor seguridad en cada giro.

Un neumático para el frío y la humedad

A lo largo de nuestra exhaustiva prueba, tuvimos ocasión de rodar largos tramos bajo una “niebla llorona” que dejaba el asfalto con un estado particularmente delicado, de textura jabonosa, que describimos en nuestro artículo especial dedicado a las humedades del sfirme

Ciertamente, la posición de control que ofrecía la VStrom 1000 de nuestra prueba, sumada a la envergadura de su manillar, daban un punto extra para dominar el paso sobre una superficie tan precaria, encontrándola, para remate, con una temperatura que rondaba los 0ºC en varias ocasiones. Sin embargo, la pisada se sentía con una seguridad añadida, que no es natural en una superficie de agarre tan delicado y que, sinceramente, resulta muy difícil de describir en este texto, por lo que confiamos en el grado de credibilidad que el lector deposite en nuestras palabras.

Después, leyendo esas mismas especificaciones del T31, encontramos que su diseño se ha internado nada menos que en la nanotecnología para repartir de una manera lo más uniforme posible las partículas de su nuevo compuesto de sílice, que mejora considerablemente el agarre en mojado con respecto a su predecesor, el T30EVO, y que lo hace particularmente a bajas temperaturas.

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Una tracción efectiva y controlada

Como sabéis, la Suzuki V Strom 1000 cuenta con varios controles de tracción y nosotros pusimos el más intrusivo para que actuase como juez. De esta manera, si entraba en funcionamiento significaría que habíamos perdido la adherencia y nos ayudaría a evaluar la forma que tiene este T31 de afianzarse al asfalto en pleno empuje del motor.

Evidentemente, no abrimos gas a fondo y sin contemplaciones en plena inclinación sobre el asfalto empapado por la niebla: la física sigue marcando sus normas y quien firma este reportaje guarda todavía algo de sentido común en la sesera. Sin embargo sí que enroscamos a tope con la moto puesta en vertical. Esperamos la intervención de esa mano digital cerrando el grifo, censurando la aceleración de la Suzuki sobre ese “jabón” de la carretera y aunque es verdad que vimos encenderse su luz en algunos primeros momentos, yendo todavía con la moto inclinada, no sentimos ningún corte después, con el acelerador girado al máximo y la moto en vertical.

En este caso vuelve a aparecer como protagonista el concepto tecnológico 3CL, que ofrece la máxima tracción en cualquier tipo de situación, con cualquier tipo de conducción y en cualquier ángulo de inclinación, según las especificaciones publicadas por Bridgestone.

Un alto rendimiento en el largo kilometraje

A lo largo de nuestra prueba a fondo, que ha rondado entre unas cosas y otras los tres mil kilómetros, no hemos apreciado el evidente desgaste del T31. Tampoco, desde luego, hemos detectado ningún síntoma de que su estructura o su tecnología interna hubiera bajado ni una décima su forma ni su efectividad y bajo ninguna circunstancia.

Éste es un detalle que vuelven a justificar las especificaciones de Bridgestone, al encontrarnos con la tecnología denominada NanoPro-Tech. Se trata de otro avanzado recurso que optimiza el rendimiento del T31 mediante el control de las interacciones a nivel molecular entre el polímero, los materiales internos y el resto de los compuestos con los que se fabrica la goma. Así se reduce tanto la fricción como la deformación de la banda de rodadura, alargando, a la postre, la vida útil del neumático.

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El T31 es una diversificación del Sport Touring

Con este nuevo neumático, Bridgestone no solo reimpulsa ese concepto un tanto abandonado del toque deportivo en el viaje, sino que además lo extiende a otros tipos de motos que no tienen por qué ser, forzosamente, las propias y escasas de esta particular especialidad.

Cuanta cpm ocho medidas delanteras, que se ajustan a llantas de 17, 18 y 19 pulgadas; y nueve traseras, que van desde los 150 hasta los 190 mm de ancho y que incluyen las 17” y las 18” de diámetro. Por eso, el T31 se sale del rango que marcan motos como la Honda VFR1200 o la BMW R1200RS, emblemas de la categoría sport touring. Es por eso que se lleva ese sentido en el que un quemado de siempre haría turismo, o en el que un auténtico tragamillas fluiría con alegría por cualquier montaña que se plantara en su larga travesía, a amplios segmentos del mercado, como es el de las trail asfálticas, o como lo es también el de las nakeds que hacen un guiño turístico, aunque guarden en su interior una esencia eminentemente deportiva.

Además de esas medidas, Bridgestone extiende aun más el concepto poniendo en el mercado una versión GT reforzada de este T31, con dos medidas delanteras y tres traseras, dispuestas para modelos como la Yamaha FJR1300 o más aún, cualquiera de la serie K1600LT que BMW ofrece en el mercado.

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