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El Plan Renove de motos, Barcelona y más…

Qué poco "cuentan" las motos
Fotos: SMN
Durante el último mes se ha hecho obvio algo que por conocido no es menos triste. Qué poco cuentan "las motos" (y los motoristas) a la hora de tomar decisiones políticas de alto nivel.

Apenas han pasado días desde que se aprobó el Plan Renove post-coronavirus, del que nos hicimos eco inmediatamente al traer la buena noticia de que finalmente sí incluía las motos cuando inicialmente no parecía que iba a ser así. No sabemos si la inclusión ha sido un éxito del sector o una «rectificación», como ocurrió en el caso de las eléctricas cuando primero no aparecían en el texto legal y después sí se incluyeron. Pero todo este «lío», ademas de dejar patente la incapacidad intelectual de nuestros gobernantes (por parafrasear a un famoso economista que recientemente usó esa expresión para explicar cómo se había reaccionado a la crisis sanitaria en Europa), lo que deja claro es lo poco que «cuentan» las motos en España.

Con estas ayudas se persiguen dos objetivos: el importante de puertas adentro es ayudar al sector (marcas, tiendas y talleres) para que se vendan más motos, y recuperarse económicamente. El «importante» de puertas afuera es renovar el parque, rejuvenecer esos 16 años de edad media de las motos en España. Creo que servirá algo para lo primero, pero muy poco para lo segundo. El plan destina 5 millones de euros en ayudas, que a 400 euros resultan en poco más de 12.000 motos: son muy pocas para renovar un parque de más de tres millones de motos en circulación ¿no te parece?

¿Quién querrá convertir en chatarra una moto con diez años, con su etiqueta ‘C’ y hasta frenos ABS, por 400 euros?

Además, ojo con esto: no sé cuántas personas querrán «achatarrar» una moto de más de 10 años, perfectamente legal como manda la norma (ITV e impuestos), a cambio de solamente 400 euros. La mayor parte del mercado de segunda mano mueve precisamente motos de más de diez años: se venden prácticamente tantas motos de más de diez años, como nuevas. Y muchas, me atrevo a decir que la mayoría, «valen» mucho más que esos 400 euros, muchas hasta diez veces esa cifra. Fíjate: motos con 10 años, que ya tienen la mejor etiqueta medioambiental posible (la «C»), que tienen ABS, que pueden estar en perfecto estado… ¿Tú dejarías que esa moto se convierta en chatarra por 400 euros cuando la puedes vender por mucho más? Esto servirá para limpiar algún garaje, y poco más, a nivel de «renovación».

Por parte del Gobierno esto ha sido un «gesto» pero… así entre tú y yo me parece más bien una limosna. Son 5 millones, cuando el presupuesto total son 250 millones (nos quedamos un 2 por ciento). Aunque la verdad es que los coches facturan de media mucho más, lo que implica que esa inversión de 250 millones se convierte al final en un ingreso de unos 450 millones para el Estado: los planes renove son «planes perfectos», las cuentas salen muy bien (y por eso extraña que cueste tanto aprobarlos). El retorno es gracias a la mayor recaudación por IVA y Matriculación (más ventas), el IRPF (la ayuda no está libre de impuestos) y el coste del trámite. En fin, el dinero público es de todos y si se invierte bien, bienvenido sea.

Barcelona

Barcelona, amor y odio

Hace poco pude participar en un coloquio con la teniente de alcalde de mobilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz. Vaya por delante que, para mi sorpresa, ella me dio la sensación de ser una persona muy bien preparada e inteligente: no es lo acostumbrado entre políticos de toda índole. Además de mobilidad, es la máxima responsable de urbanismo, infraestructuras y ecología (!). Era un coloquio online, claro, que es lo que toca ahora (y lo cierto es que ahorra tiempo y gastos), pero bastó para poder preguntar lo que quise saber y… que me quedara bien claro cuál es la política que van a seguir. En una frase: las motos no son ninguna prioridad para la Barcelona actual.

Janet Sanz

Su ayuntamiento no se considera «anti-moto» como tampoco «anti-coche», pero tienen claro que coches ni motos no pueden ser los reyes de la calle, y desde su perspectiva son «equivalentes». Que sí, que una moto más es un coche menos, pero que si son una moto y un coche menos… pues mejor. Si una moto no encuentra donde aparcar correctamente, no debe dejarse en la acera sino buscar un aparcamiento igual que haría un coche. Afirmó que hay muchos espacios así (aparcamientos de pago) infrautilizados y que lo quieren cambiar. Tienen claro que las motos no deben aparcar en las aceras, que pertenecen al peatón; ni circular por los carriles bus, que deben ser para el transporte público, ni para motos ni para bicicletas o patinetes (era otra propuesta). Quieren liberar el máximo espacio posible para peatones, incluso para terrazas (que están bajando a la calzada a costa de plazas de aparcamiento), y que tanto peatones como ciclistas tengan espacios propios seguros (separados).

Calle de Barcelona con motos (mal) aparcadas

Entre todo esto y las limitaciones al tráfico de vehículos antiguos «más contaminantes», se confirma que Barcelona está pasando a ser una ciudad poco amiga de las motos cuando fue todo lo contrario y la «cuna» del motociclismo nacional.

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