Introducción
Nos estamos acostumbrando a que QJMotor no deje de darnos noticias y ofrecer presentaciones de nuevos modelos cada poco tiempo. Ya hemos comentado en otros artículos el gran potencial que tiene esta marca y el inmenso entramado industrial que cubre sus espaldas. Hace pocas semanas os contamos su presentación de gama donde nos enseñaron 7 modelos diferentes que ya están llegando a los concesionarios y en diciembre del año pasado estuvimos en la presentación de su primer modelo, la SRK 400 que presenta una calidad y una suavidad de motor notables.
QJMotor es una marca de Qianjiang Motorcycles con más de 30 años de experiencia en la fabricación de motos, motores y componentes de calidad para marcas establecidas como Benelli o QJang. Su objetivo ahora es darse a conocer en Europa con su propia imagen de marca, apelando a un público joven, desenfadado y que no alimenta los viejos apriorismos respecto de los productos chinos.
La nueva SRV 125 es una moto atractiva que puede orientarse a la movilidad urbana y al paseo de fin de semana ocasional, apta para el carné A1 y por ende, para aquellos que empiezan en el mundo de la moto o migran de las cuatro a las dos ruedas. También es para quienes buscan (o tal vez no buscan, pero sí encuentran deseable) una estética clásica, evocadora y reconocible, que resulta familiar incluso a aquellos que no se fijan en las motos.
Algunas competidoras de esta SRV 125 son la Hyosung Aquila GV 125, la Keeway Superlight o la Macbor Rockster. Veamos qué aporta esta QJMotor SRV 125 y cómo se diferencia de sus rivales.
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Características y Equipamiento QJMotor SRV 125
La QJMotor SRV 125 es una atractiva custom de iniciación, con una marcada imagen clásica, unas prestaciones respetables y una calidad de acabados muy buena para su contenido precio.
Equipa un propulsor monocilíndrico de 125 cc con 4 válvulas y distribución tipo SOHC de refrigeración líquida que ofrece la potencia máxima de la categoría con 15 CV (14,9 en realidad) y tiene un par motor de 12,1 Nm a 7000 rpm. Al estar adaptado a la normativa europea actual (Euro 5), homologa unas emisiones de CO₂ de 58 g/Km y la alimentación está a cargo de un sistema de inyección electrónica, así como también tiene encendido electrónico y arranque eléctrico.
Es un motor alegre, que sube rápido de vueltas y perfectamente podría montarse en una naked de la misma cilindrada. Tiene un cambio de 6 velocidades que funciona de forma muy suave y en combinación con el motor, le dan a la moto cierta dulzura muy agradable.
En su parte ciclo encontramos componentes firmados por la propia marca, en su mayoría sencillos, pero de una calidad adecuada y que cumplen con su cometido sin problema. Este es el caso de sus frenos, de disco, con 280 mm y pinza de doble pistón delante y 240 mm y pinza de doble pistón también detrás, que están asistidos por un sistema de ABS, cosa poco habitual en la cilindrada al no ser obligatorio.
Las suspensiones se componen de horquilla telescópica convencional con 118 mm de recorrido y un doble amortiguador trasero regulable en precarga con 60 mm de recorrido y las ruedas tienen llantas de aleación que calzan neumáticos 90/90-17 delante y 140/90-15 en el eje trasero.
El conjunto final declara un peso en orden de marcha de 150 kg que incluye los 14,7 litros del depósito de combustible. Su longitud, anchura y altura máxima es de 2.140 mm x 805 mm x 1.050 mm, mientras que la distancia entre ejes se queda en 1.440 mm. La altura del asiento es de 720 mm al suelo, distancia que la convierte en adecuada para usuarios de prácticamente cualquier talla.
El equipamiento de la QJMotor SRV 125 incluye el sistema de ABS, como ya decíamos, iluminación full led moderna y atractiva (especialmente la luz de freno integrada en los intermitentes traseros) y una sencilla pero efectiva pantalla LCD redonda que corona el puesto de conducción y ofrece una lectura rápida de la marcha engranada, velocidad y cuentavueltas además de otros indicadores. Tiene también 2 tomas de carga a la izquierda de la instrumentación, una USB tipo A (la más común) y otra USB tipo C (la más moderna).
En Marcha con la QJMotor SRV 125
Lo primero que llama la atención de esta SRV 125 cuando nos acercamos, es la calidad notable de acabados a la que viene acostumbrándonos QJMotor. El asiento es de piel sintética color marrón, con dos texturas y tiene un tacto agradable. La pintura del depósito con matices de brillantina, tiene buena cara y las piñas e interruptores ofrecen un buen feedback. La pantalla LCD es sencilla, pero es suficiente en cuanto a información y el indicador de marcha engranada se encuentra fácilmente de un vistazo.
La postura de conducción es muy relajada y accesible. Con el asiento a 720 mm del suelo, los controles de los pies adelantados y el manillar hacia nosotros, prácticamente todo el mundo se puede sentir cómodo y al mando. Es una moto pequeña, si pasas de 180 cms de altura es probable que no te quede bien (para que te sirvan de referencia las fotos que acompañan a este artículo, yo mido 186 cms).
Un detalle a tener en cuenta es que el escape, situado bajo y recto al más puro estilo cruiser, tiene un protector de metal con un tono mate similar al del motor. No solo resulta un elemento estético, sino que además puede evitar que en un descuido estropeemos la ropa o incluso nos llevemos una desagradable quemadura si nos ponemos de pie y dejamos rodar la moto bajo nosotros. Es algo que le puede pasar a cualquiera, pero estoy seguro de que más de un principiante se salvará de quemar los pantalones gracias a este detalle.
Una vez en marcha, las primeras sensaciones de esta QJMotor SRV 125 son suavidad y ligereza. Es una moto que circula muy bien por ciudad porque el cambio es fino y el acelerador no muestra holguras ni resulta sorpresivo. Con poco trabajo de embrague, resulta fácil ir fluido entre el tráfico y el radio de giro es bastante bueno para una custom. Siempre digo que las motos de fabricantes chinos cumplen muy bien en entornos urbanos, porque llevan años desarrollando productos para inmensas urbes y tienen claras las claves para estos usos. Importante señalar a este respecto, que el motor incorpora refrigeración líquida. Lo cual viene muy bien en épocas cálidas y recorridos con mucha ciudad.
El tacto del embrague resulta muy cremoso. Da la sensación de que la marcha va a entrar siempre sin dificultad en cuanto recoges la maneta y el selector siempre hace un click satisfactorio sin falsos puntos muertos ni enganchones. Sin duda me parece que el cambio, junto con la entrega suave de potencia del propulsor, es el mejor aspecto de esta pequeña rebelde.
En carretera abierta o recorridos interurbanos, el propulsor de esta SRV 125 es suficiente para alcanzar velocidades por encima de los 110 km/h aunque le cuesta mantener puntas mucho más altas, que tampoco es el uso para el que está pensado y dependerá mucho del peso del piloto, o si vamos con pasajero. Lo que sí es cierto es que la entrega de potencia es suave y progresiva y el motor sube rápido a su mejor zona, entre las 7.000 rpm y las 10.000 rpm. No es un motor deportivo, pero por lo alegre que se muestra, bien podría montarse en una naked urbana. Los 15 CV son el tope de la categoría y se nota que la moto tiene soltura para moverse en carretera.
La postura de conducción y el estilo general de la moto no invitan precisamente a la conducción deportiva. Pero sí resulta una moto divertida en curvas y que puede sacarnos alguna que otra sonrisa entre giro y giro. Siendo estrecha y compacta, los cambios de dirección resultan fáciles y precisos. Su suspensión es más bien dura y le otorga mucha firmeza al conjunto que en general transmite confianza incluso cuando buscamos los límites de la moto. Momento en el que rozaremos con las estriberas en el suelo casi con total seguridad, porque son bastante largas.
Los frenos resultan correctos y fiables. Solamente le podríamos poner una pega en el tacto de la maneta delantera que se presenta un tanto “frío”. La mordida es firme y suficiente, pero poco progresiva. No es un gran impedimento y no resta efectividad a la capacidad de detención de la moto. Pero es un punto de mejora que cabe mencionar. Es posible que unas pastillas más blandas ayuden en cierta medida a mejorar esta sensación, merecería la pena probarlo. En general la parte ciclo de la moto responde al uso para el que ha sido concebida, tirando más a la firmeza de suspensiones y mostrándose ágil en cambios de dirección. Me parece un enfoque muy correcto.
Antes de pasar a la valoración final, cabe comentar acerca del bajo consumo que presenta esta SRV 125. El consumo homologado es de 2,5 litros a los 100 km, que con 14,5 litros de depósito, prácticamente harán que se te olvide cómo se le pone gasolina.
En resumen, el comportamiento de esta SRV 125 en ciudad es suave y sofisticado. No hay tirones a bajas revoluciones, no hay dificultades o asperezas en el cambio y el acelerador está bien conectado con el eje trasero. Al mismo tiempo, en carretera tenemos un motor alegre, que unido a la firmeza de suspensiones hacen que curvear (sin volvernos locos), sí ofrezca sensaciones agradables en algún que otro paseo de fin de semana por la sierra.
Además de estos apuntes sobre el comportamiento de la moto, si tenemos en cuenta que tiene ABS, que su motor incorpora refrigeración líquida y sumamos otros detalles como la iluminación full LED, el resultado es un producto redondo para un sector (el custom de 125) que no está muy saturado y tiene potencial de crecimiento. Bien visto por parte de QJMotor.