La Yamaha Niken supuso toda una revolución cuando fue lanzada el pasado año. Lo que comenzó siendo un simple modelo de exhibición en Salones de la Moto, se convirtió en una realidad. Hasta entonces, las motos con dos ruedas delanteras se habían reservado para los scooter, buscando un tipo de usuario principalmente urbano y que veía en ellas una forma diferente de moverse por la ciudad.
Sin embargo, Yamaha apostaba por otro mercado, y buscaba encontrar en este modelo a todo aquel usuario de moto que quisiera algo diferente y único. Es por ello que a diferencia de la mayoría de vehículos de tres ruedas y que se pueden conducir incluso con el carnet B de coche: la Niken es una moto, de tres ruedas sí, pero una moto.
Desde su lanzamiento la impresión general era de que estábamos ante un modelo que tenía la base perfecta para convertirse en una auténtica devoradora de kilómetros, y en Yamaha le han añadido los componentes justos que le faltaban para convertirla en toda una rutera. La Yamaha Niken GT incorpora de serie siete nuevos elementos que la convierten en una mejor ‘Sport-Tourer’ como son el parabrisas elevado, un asiento más confortable, puños calefactados, asas para el pasajero integradas en la base del portaequipaje trasero, una segunda toma de corriente de 12V, caballete central y dos maletas laterales semirrígidas de 25 litros de capacidad. También se diferencia en el color, ya que se encuentra en dos nuevos tonos, el Phantom Blue que lleva además las barras de la horquilla en color dorado, y el Nimbus Grey, con las barras en color negro.
El motor sigue siendo el mismo tricilíndrico que equipa sus hermanas MT-09 y Tracer, aunque con ligeros cambios en cigüeñal y electrónica que suavizan su respuesta, mientras que también mantiene como en el modelo ‘standard’ los tres modos de conducción, control de tracción desconectable, ordenador de a bordo, control de velocidad y la posibilidad de subir de marcha sin necesidad de usar el embrague.
Pero sin lugar a dudas, lo que se lleva todas las miradas es su doble rueda delantera con horquillas invertidas bitubo. Este sistema, denominado por Yamaha Leaning Multi-Wheel con sistema Ackerman y que como comentábamos antes, se había utilizado hasta ahora en motos de menor cilindrada, consigue que la experiencia de conducción tenga otro nivel, ya que permite rodar con una seguridad que pocas motos ofrecen.
Tres en una
Lo primero que notas nada más ponerte a sus mandos es su anchura, sobre todo por las tapas que abrazan el depósito, pero la posición de conducción es realmente cómoda. Una vez comienzas a rodar te vuelve a sorprender ya que, si esperas una moto lenta o pesada de dirección, estás completamente equivocado, porque la Niken se muestra ágil desde el primer momento. Es realmente sorprendente lo bien que encara las curvas y los cambios de dirección, y unido al aplomo de la parte delantera, parece en todo momento que vas sobre raíles. También llama la atención la seguridad y confianza con la que entras en la curva. Da igual si el asfalto está roto o tiene baches, la suspensión delantera puede con todo y no permite que se descoloque la moto, lo que aumenta tu confianza para seguir inclinando y buscar más sus límites.
Durante los días en los que he tenido la Niken GT, he podido circular en todo tipo de condiciones, desde el entorno urbano a la autopista, pasando por puertos de montaña. Desde luego que la ciudad no es su hábitat natural, puesto que la anchura de su parte delantera, limita mucho su capacidad para moverse entre los coches. Ahora bien, una vez te haces a las medidas, te atreves incluso a pasar entre los carriles para llegar el primero al semáforo, lo que además hace que te conviertas en el punto de mira de peatones, automovilistas y moteros. No he llevado otra moto que genere tanta expectación a su paso.
Circulando por autopista ya es otra cosa. La Niken GT se comporta de manera correcta, ya que el nuevo parabrisas cumple perfectamente su función y protege perfectamente del viento, y protege de manera suficiente en altas velocidades. El cambio rápido de tipo quickshifter permite empalmar las marchas de una manera muy rápida, y su control de velocidad hace que la conducción sea más relajada.
Pero es en carreteras secundarias de curvas donde vas a poder aprovechar todas sus cualidades, y poner a prueba su novedoso tren delantero. Es realmente curioso que siempre tengas la sensación de que puedes inclinar aún más y entrar más rápido en la curva que acabas de pasar. Y da lo mismo si se trata de curvas lentas, el aplomo y la capacidad de trazar por donde quieres es increíble. En esta situación es donde realmente más se valora el desarrollo por parte de Yamaha en este modelo, porque han conseguido una moto muy ágil.
