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Entrevista Alicia Sornosa: porque esto no acaba aquí

Fotos: A.S./J.Ortega
Andrés G. Dorado
Es la primera española en dar la vuelta al mundo en moto y una de las pocas que lo han conseguido en la historia. Desde SoyMotero.net hemos ido narrando cosas de su periplo, pero ahora es momento de que ella nos lo cuente en primera persona.

Poco después de que Alicia llegara a Madrid tras su largo viaje comimos un día con ella para que nos contara cómo le ha ido. A Alicia la conozco desde hace varios años, ella al igual que yo es periodista del mundo del motor y hemos coincidido en varias presentaciones a lo largo y ancho del planeta. Había mucho que contar, demasiado, he intentado sintetizar todo lo posible.

-¿Con qué es lo que te quedas del viaje? «Con la gente. La gente se ha portado fenomenal conmigo, no he tenido miedo en ningún momento y he pasado por países que incluso ver a una mujer sola en moto puede llegar a ser ofensivo. Todo el mundo me ha echado una mano cuando lo he necesitado, en cualquier país».

-¿Y lo más aburrido? «Estados Unidos. La parte más aburrida fue de San Francisco a Seatle, estuve muy sola. En cambio en Los Ángeles me encontré con gente genial, amigos y hasta con un fotógrafo que me hizo unas fotos preciosas y hasta me dejó alojarme en su casa».

-¿Te has sentido incómoda en algún lugar? «Sí, en Egipto. Sobre todo por el machismo radical que hay allí. Además son muy “tocones”, en la frontera aprovechaban cuando les daba los papeles para tocarme las manos, e incluso el cuello. Menos mal que iba con la ropa de la moto y forrada hasta arriba. Me dio un poco de asco, tanto que no volvería nunca».

-¿Has dejado amistades por el camino? «Hay una historia con un chileno que se llama Andrés. Cuando estaba en Miami se puso en contacto conmigo vía Facebook, me dijo que cuando fuera a Chile se ofrecía a enseñarme el país. Él trabaja como guía de moto para viajes en Chile y Argentina. Quedé con él y estuve tres días en San Pedro de Atacama, justo me pilló allí en fin de año. Estuvimos haciendo off road por el desierto de Atacama pero la diversión se acabó en cuanto me caí y me rompí el pie izquierdo. Este chico se quedó allí conmigo cuidándome, perdidos en un camping dejado de la mano de Dios y sin un bastón para poder apoyarme y andar. Me llevaba a caballito a todos lados».

Alicia por uno de los muchos caminos de tierra que tuvo que atravesar en África.

-¿No fuiste al médico? (Risas) «No había médicos en aquella zona. Supe que me había roto algo porque se me hinchó mucho y no podía ni tocar el suelo. Conseguí que me viera un médico de la zona pero no tenía ni para hacer radiografías, dijo que pensaba que no tenía nada roto. Ahora, meses después, aún me molesta un poco».

-Ese guía chileno es el que te va a acompañar en el próximo viaje, ¿verdad? «Es un gran tipo, además monta muy bien en moto. Me enseña muchas cosas acerca del pilotaje en moto, cosas que si no te las explican probablemente nunca las aprendas. A Andrés el chileno le conocí en Tapachula, al sur de Méjico. Estaba en un hotel en el que me invitaron los de BMW Méjico por dar unas charlas, por cierto un hotel de lujo, con jabón, un baño limpio y donde me lavaban la ropa».

-Pero tu ya sabías montar en moto… «Sí, pero no sabía nada de conducción en tierra ni off road, y te aseguro que para cruzar África es algo que necesitas saber por que no siempre hay asfalto. Hubo zonas de África que lo pasé realmente mal, eran las primeras etapas, la moto pesaba muchísimo y no conseguía hacerme con ella, fue muy duro. No era capaz ni de girar la cabeza en los cruces, iba cagada de miedo. En ese momento me dije: “En vaya lío me he metido, menuda inconsciente”. Pero poco a poco fui cogiéndole el punto».

Los aficionados del Encuentro BMW Riders 2013 de Formigal disfrutaron con la ponencia de Alicia Sornosa

-¿Cuantos kilómetros hacías al día? «Dependiendo del país y sobre todo de las carreteras. En India un día entero con ocho horas encima de la moto hacía 300 kilómetros, en Estados Unidos en cinco horas podía hacer perfectamente 700 kilómetros. En Egipto hubo un momento en que se acabaron las carreteras, sólo había caminos de tierra. He visto todo tipo de pavimentos, algunos en muy mal estado en los que la moto se me iba para todos lados. He llegado a estar tres días para hacer 300 kilómetros, lloraba cada vez que me subía a la moto».

-¿Muchas caídas? «Unas cuantas, pero afortunadamente muy despacio. La única grave fue la de Atacama donde me rompí el pie».

Para no aburrirme paraba y hablaba con la gente. Pasas por sitios increíbles que te dejan con la boca abierta y sientes la necesidad de quedarte un rato

-¿Qué hacías para no aburrirte? «Parar y hablar con la gente. Pasas por sitios increíbles que te dejan con la boca abierta y sientes la necesidad de quedarte un rato. Al no tener fecha de llegada, puedes permitirte ciertos lujos que en la mayoría de viajes no puedes. Llegas a un sitio en el que estas a gusto y te quedas un par de días. En Méjico me encontré con El Búfalo, un gaditano que pretendía conseguir el récord de dar la vuelta al mundo más rápida y no lo consiguió por un día, fue el día que tardó la moto en llegar en el transporte».

-¿Has dormido a la intemperie? «Muchas veces, pero no a la intemperie sino en la tienda de campaña que iba conmigo a todos lados. En África, Australia, Estados Unidos, Canadá…».

Alicia pasó por el circuito de Phillip Island en Melbourne (Australia).)

-¿Has tenido algún problema con la gasolina? «La verdad es que no. Tienes prácticamente la certeza que cada 300 kilómetros hay una gasolinera. Siempre. Vayas donde vayas».

-¿Te has perdido? «Con el GPS eso ya no pasa. (Risas) La verdad es que no he utilizado ni un sólo mapa en papel, menudo coñazo, luego no hay quien los doble».

-¿Cómo era un día normal en tu viaje? «Dependía de muchas cosas, sobre todo del tiempo y de los kilómetros que tuviera que recorrer ese día, también de si estaba cansada. “Pues voy a hacer cinco horas de moto, si me canso, paro. Como algo” Iba improvisando sobre la marcha. Normalmente viajaba durante el día, iba comiendo algo de fruta, como comiera mucho me entraba sueño. Antes de que se hiciera de noche ya tenía que tener claro adónde quería llegar y qué ciudades había cerca. Luego en internet me metía en una web de búsqueda de alojamientos y buscaba un hotel. También utilizaba aplicaciones que me decían dónde tenía los camping más cercanos. Si llegaba tarde a una ciudad podía dormir en la tienda de campaña, en gasolineras, iglesias… Normalmente cenaba pronto, revisaba las fotos, me conectaba a internet –si podía– y me iba a dormir sobre las 22:00, luego a las 6:00 en pie. He visto un montón de amaneceres maravillosos. Normalmente escribía por la mañana, por la noche estaba cansada».

-¿Eres la primera mujer que ha dado la vuelta al mundo en moto? «Soy la primera española. Lo hizo antes también una inglesa pero no seguido como yo sino por etapas y siempre acompañada de gente. Si hablamos de hacer el viaje del tirón, si soy la primera pero de este siglo, en el pasado lo hizo también una argentina que ahora tiene 80 años».

Alicia Sornosa estuvo presente en el Encuentro BMW Riders 2013 de Formigal

-¿Conoces a esa mujer? «Estuve a punto de conocerla cuando pasé por Buenos Aires, pero al final no fue posible. Al que si ví fue a Emilio Scotto, todo un personaje».

-¿Está en tus planes escribir un libro sobre el viaje? «Claro, de hecho me han llamado ya de alguna editorial diciéndome que estarían interesados en publicarlo. Estoy en ello, tengo ya mucho escrito, sólo hay que ordenarlo y darle forma».

-¿Qué tal van los idiomas? «Pues he ido aprendiendo por el camino, he mejorado mucho mi inglés».

En 76.000 kilómetros no he tenido ni un solo pinchazo.

-¿Alguna anécdota curiosa? «Al terminar el viaje, en Madrid me dejé la agenda y el Mac encima del coche, arraqué y me fui sin darme cuenta. Al cabo de unos días una persona se pone en contacto conmigo a través de Twitter y me dice que ha recuperado el portátil, estaba destrozado, he perdido un montón de cosas. Algunas cosas se han quedado en Dropbox, menos mal. Miquel Silvestre, con el que empecé el viaje, también tiene fotos de los primeros días».

-¿Cómo es el viaje en cifras? «He tardado un año y medio. Me ha costado unos 32.000 euros todo, moto incluida. 76.000 kilómetros. 3.000 litros de gasolina. 10 cambios de neumáticos. 3 saltos en avión. Un viaje en barco con la moto. Ningún pinchazo. Caídas incontables (Risas), entre 20 y 30. Países: Italia, Egipto, Sudán, Etiopía, Kenia, India, Australia, Estados Unidos, Canadá, Méjico, Guatemala, Nicaragua, Honduras, Costa Rica, Panamá, Puerto Rico, Perú, Ecuador Chile, Argentina y Uruguay. Europa lo he tocado poco».

-¿Con qué te has quedado con ganas de conocer? «Gran parte de África y Asia. Espero poder conocer mejor estos dos continentes en el próximo viaje».

Alicia Sornosa posa junto a Descubierta, la BMW G 650 GS con la que ha dado la vuelta al mundo

-Cuéntanos un poco en qué va a consistir tu próximo viaje «Hay una productora inglesa llamada Goldenrod que han seguido el viaje y se pusieron en contacto conmigo desde la oficina que tienen en España para hacer una serie documental sobre dar una vuelta al mundo en moto con una mujer encima, por que es algo que han hecho muchos hombres pero ninguna mujer. El viaje visto desde el punto de vista de una mujer siempre es distinto y se puede profundizar un poco más en lo que es el viaje».

«Nos reunimos para ver cómo enfocar el viaje y sobre todo para hacer algo distinto y especial, que no se limite a ser una especie de reality, sino que se una serie documental. Se llamará “Share the road”, el porqué de ese nombre es por que vamos a compartir el viaje o el camino con diferentes personas. Unas veces serán motoristas que nos encontremos por el camino y otras con gente local que viva en las ciudades o pueblos por donde pasemos».

«El programa va a tener un contenido cultural, gastronómico y social. Esto último viene por que vamos a intentar llegar a lugares donde no hayan llegado antes y visitar ciertos campamentos, escuelas o misiones para enseñar y verificar que el dinero que nosotros pagamos en España por ayudar a esa gente se utilice para ese fin, además aportaremos nuestro granito de arena ayudando en lo que haga falta: si hay que arreglar un tejado o un pozo, lo arreglaremos, si hay que hacer un taller para los niños de cualquier cosa, lo haremos. Lo de ir en moto es por estar más en contacto con la gente, en coche no sería lo mismo. En cada gran ciudad por la que pasemos quedaré con una mujer que sea representativa por algo. Por ejemplo en India, voy a quedar con una periodista que me va a acompañar unos días durante el viaje. En Sudán con una señora que es jefa de una tribu».

Desde SoyMotero.net le deseamos a Alicia lo mejor en su próximo proyecto, la seguiremos allá donde vaya.

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