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Aspiración y rebufo en moto: también los hay en la calle

Seguro que has oído hablar innumerables veces de los rebufos o de la aspiración. Pero, ¿sabías que sus efectos no son exclusivos de la competición y que también pueden sentirse circulando por la calle?

Lo primero que hay que destacar es que intentar buscar una aspiración al igual que se hace en competición, pero circulando en vía abierta, es una temeridad y está sancionado, ya que implica no guardar una distancia mínima de seguridad con el vehículo que nos precede. Dicho esto y de la manera sencilla posible, vamos a tratar de explicar brevemente en que consiste el conocido rebufo.

Debido a las formas que tienen los vehículos, cuando están en movimiento el aire se desliza por su superficie bajo un régimen laminar. Esto implica que el aire se mueve ordenadamente formando una especie de capa (obviamente invisible) que envuelve el vehículo. Sin embargo, en la parte posterior del vehículo el aire deja de moverse así, formándose una zona de régimen turbulento en el que las partículas de aire se mueven de muy desordenada y agitada. Estas turbulencias originan una zona de baja presión la cual tiende a succionar todo lo que se introduzca en ella y lo lleva a alcanzar la parte trasera del vehículo, expulsándolo entonces de manera brusca y violenta. En el caso de grandes volúmenes en movimiento y con escasa capacidad aerodinámica, como camiones o furgonetas grandes, este efecto también se extiende a los laterales.

Llevado a un lenguaje mucho más sencillo, lo que nosotros notamos cuando nos acercamos a un vehículo, es que cuando estamos aún lejos hay turbulencias que nos dificultan el seguir acercándonos (debido a la gran masa de aire desplazada que nos empuja) y si estamos adelantando en paralelo notaremos que nos desplaza a un lado. Sin embargo, si llegamos a superarlas, en la siguiente zona notaremos como nos “succiona”.

Estas fuerzas serán de mayor o menos intensidad dependiendo de las velocidades y los tamaños de los vehículos implicados, pero siempre hay que extremar las precauciones y ser previsores con ellas, ya que nos pueden poner en peligro. No debemos olvidar que estos efectos también están presentes si el camión nos adelanta a nosotros o si estamos parados en el arcén, por lo que es conveniente estar lo más separados posible del tráfico.

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