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El piloto Miguel Duhamel sobrevive a un disparo en la cabeza

El campeón del AMA se recupera en su domicilio
El que fuera uno de los pilotos de referencia en el AMA durante la década de los '90 y primeros años del siglo XXI recibió un disparo mientras entrenaba en bicicleta cerca de Las Vegas, en Nevada (Estados Unidos). Afortunadamente, tras ser atendido por los paramédicos en el mismo lugar de los hechos, pudo irse a casa.

Durante más de 20 años el canadiense Miguel Duhamel fue uno de los pilotos más importantes del panorama estadounidense. Comenzó su trayectoria en los años ochenta compitiendo en el Mundial de Resistencia, el campeonato canadiense y haciendo sus primeras inclusiones en el AMA. Llegó incluso a participar en el Mundial de 500 y, también, en MotoGP precisamente ya en los últimos compases de su carrera deportiva. Una carrera deportiva extensa en la que consiguió ser el cuarto piloto de la historia del AMA en número de victorias y también alcanzó un total de ocho títulos entre las categorías de Supersport y Formula Extreme y Superbike. Por todo ello forma parte del Salón de la Fama del AMA.

Sin embargo Duhamel no es noticia por sus logros motociclistas sino por un incidente que ha protagonizado de manera involuntaria. El canadiense estaba entrenando en bicicleta cerca de Red Rock Loop en Las Vegas, Nevada, el pasado sábado cuando un coche se acercó a él. Entonces escuchó un sonido fuerte de aire y sintió un dolor fuerte en la cabeza. En un primer momento Duhamel no entendía bien qué estaba pasando, hasta que la sangre comenzó a bajarle por la cara.

Tras rozar parte del casco de bicicleta, entrar por una de las aperturas y atravesar la gorra, el proyectil de una arma de aire comprimido había impactado contra su cabeza causando una aparatosa herida. Duhamel fue atendido por los servicios paramédicos que se desplazaron hasta el lugar y que descartaron cualquier lesión de gravedad. Afortunadamente todo ha quedado en un susto para el canadiense, aunque la comunidad de la bicicleta de la zona está en guardia ante posibles nuevos ataques.

Por suerte, este acto delictivo se llevó a cabo con un arma de aire comprimido y el casco ayudó a frenar la energía del proyectil que, aun así, causó daños a Duhamel. Da miedo pensar qué hubiera podido pasar si en lugar de impactar contra esa zona y ser frenado por el casco y la gorra hubiera impactado en otra zona más sensible y vulnerable como los ojos. Eso sí, ahora Miguel Duhamel podrá presumir no sólo de sus méritos sobre una moto sino también de tener un cráneo «a prueba de balas».

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