Triumph TFC2-Scrambler: puro músculo off road

Triumph ha mostrado dos espectaculares preparaciones en su stand del salón de Milán realizadas en fábrica, una con base Bonneville y otra Scrambler. La segunda concept nos entusiasmó por su originalidad y excelente manufactura, una "big foot" campera de armas tomar.

La fiebre por las personalizaciones de motos ha originado un creciente interés en las creaciones basadas en las agresivas versiones off road de motos de carretera de serie: la míticas Scramblers. La idea del equipo TFC2 a la hora de concebir su pulida máquina ha sido crear una montura neo-retro que encarne su ansia de prestaciones, maniobrabilidad y capacidad off road con la tecnología actual. Crear la madre de todas las Scrambler. La máxima: reducir el peso y aumentar la potencia.

Para ofrecer mayor ligereza a su creación, el equipo ha reemplazado el chasis de acero por uno de aluminio y titanio. La guinda de este hermoso chasis es una pequeña licencia en la obsesión por bajar el peso: el basculante monobrazo aligerado de la Speed Triple, que se ha invertido y se le ha aplicado un acabado perfecto que realza su imagen y hace una clara referencia a su linaje Triumph. El elegante y agresivo aplomo de la Scrambler se hace aún más patente con las piezas del carenado en material compuesto: un depósito fabricado al 100% en fibra de carbono (1/3 del peso original), al igual que los guardabarros y otras piezas menos habituales como el faro. La bandera inglesa “carbonatada” sobre el depósito es un toque exquisito.

Para dotar a la TFC2-Scrambler de una mayor potencia, se ha rebajado la culata y se han añadido unas válvulas más grandes, así como los cuerpos de mariposas de la Daytona. Además, se han instalado unas toberas de admisión de aluminio y se ha diseñado un árbol de levas de gran recorrido, más cercano al de la Daytona.

Semejante ejercicio de ingeniería permite a la TFC2-Scrambler ofrecer una potencia de 90 CV, a la altura de su nueva parte ciclo. Para transmitir esta potencia al terreno, la nueva montura calza unas llantas Kineo de 17 pulgadas con neumáticos Continental de sección 130 delante y 180 detrás, con las que la TFC2-Scrambler se convierte en toda una máquina devora-pistas. La horquilla está firmada por la británica Nitron y dispone de tratamiento antifricción.

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