Empezar un viaje en moto suele ser un momento muy especial y, si no se trata de una ruta de fin de semana, por norma general suele haber sido planeado de antemano. Aunque hay muchos que prefieren viajar a la aventura e ir conociendo lugares dependiendo de decisiones variables, lo habitual es saber el destino y la ruta que se va a seguir para llegar. Aún así, hay unos cuantos factores que se deben tener en cuenta si se va a empezar un viaje en moto.
La primera parte del esfuerzo debe ser destinada a comprobar que todo en la moto está en su sitio. Es decir, hacer una revisión de la misma y sustituir los elementos que sean necesario teniendo en cuenta los kilómetros que vendrán por delante. Si nos queda poco de ruedas, pastillas de freno, kilómetros antes del próximo cambio de aceite… adelantarlo todo para poder emprender el viaje sabiendo que la moto está 100% en su sitio.
Una vez la parte mecánica de la moto está correcta hay que hacer lo mismo con los permisos y seguros de la misma, también con la ITV. Si nos va a pillar la fecha de renovación por el camino hay que saber que el seguro se pagará automáticamente para evitar problemas, además debemos saber la cobertura que tiene y si nos cubre fuera de España en caso de salir y cómo funciona. Si se trata de la ITV pasarla de antemano o, si no hay otra opción, localizar un centro que pille de paso durante el viaje. Pero hacer lo segundo tiene un riesgo y es que si es desfavorable te has metido en un problema, puesto que tendrás que arreglarla cerca de ese centro y volver a pasarla después, interfiriendo en el viaje.
Ahora ya tenemos todo lo referente a la moto bajo control y es en ese momento donde no estaría mal empezar a investigar las diferentes rutas y opciones disponibles. Gracias a la gran cantidad de información compartida en internet es fácil saber qué puntos debemos visitar, pero también dónde están las gasolineras y áreas de descanso más cercanas a nuestra ruta y los horarios de las mismas, para calcular las paradas. Llevando a cabo una planificación conseguiremos evitar el problema de quedarnos sin gasolina.
Un factor importante es el de llevar una pequeña cantidad de dinero en efectivo encima, como seguro y es que nunca sabes si el lugar en el que paras a repostar o comer tiene lector de tarjetas o lo tiene estropeado… si vas a viajar fuera de España con más razón aún, pues aunque no es lo normal dentro de la Comunidad Europea, hay lugares en los que pagar con tarjeta se convierte en misión imposible. A este apartado “contable” le debemos sumar el haber solucionado el tema sanitario en caso de salir del país, puesto que es necesario para ser atendido en el resto de países de la CE.
Tampoco hay que descuidar la indumentaria. Hay que ir preparados para todo, pero aún más para el frío y el agua, aunque sea pleno verano. Dependiendo de la ruta puedes tener que pasar por zonas altas y el agua puede aparecer en cualquier momento. Además, la ropa debe ser cómoda y, a ser posible, que no la estrenes para el viaje, para así llevarla “domada”.
Por último y no por ello menos importante, no estaría de más llevar preparado un sistema de almacenaje, tipo top case o maletas laterales, en los que poder llevar el resto de enseres y ropa necesaria para el viaje, aunque más caro que una mochila, es mucho más cómodo.
