El SYM Joyride 300 2023 llega para reforzar el portfolio de los taiwaneses de scooters GT para el A2, con un producto tan efectivo como cómodo y funcional. Ágil, dinámico, tecnológico, gran capacidad de carga, una estética muy atractiva y aptitudes interurbanas. ¿Qué más se puede pedir? Hace poco tuvimos la suerte de poder rodar con él en Barcelona. Ahora, te contamos qué nos pareció.
Con el Joyride 300, SYM presenta su primer scooter de suelo plano y rueda casi alta de esta cilindrada para esta temporada. Es decir, 300 cc, llanta delantera de 15” y trasera de 14”.
Prueba SYM Joyride 300 2023: vídeoprueba
Prueba SYM Joyride 300 2023: Introducción
Nacido con la herencia del Joyride Evo 200 y equipando la conocida y fiable mecánica del Joymax 300, SYM, presente en nuestro mercado desde el año 2004, consolida y refuerza su gama de media cilindrada con una máquina que no solo entra por los ojos.
De hecho, también lo hace por el bolsillo y un poco por el corazón. Bueno, por el corazón… Vamos a aclarar. Estamos hablando de un corazón emocionalmente enfocado a la practicidad y economía, con unos latidos tan dignos como crudos y realistas.
Recordemos que el Joyride 300 llega para sumarse a la familia SYM de esta categoría, ya formada por sus hermanos de catálogo, los MAXSYM 400, MAXSYM TL 508 y Cruisym Alpha 300. Con un práctico suelo plano como carta de presentación, un gran espacio de almacenamiento y la efectividad del diámetro de sus ruedas, este compacto scooter destaca por su agilidad, mecánica, confort y seguridad.
Pero, además, este fiel socio urbanita está especialmente enfocado a todos los miembros de la familia. La practicidad de su suelo plano ausente de vigas e impedimentos, posibilita un uso no solo prioritariamente masculino. Las féminas en esta moto encuentran también un fiel e inesperado aliado. Pero no solo las mujeres, los hombres de talla media también agradecen este tipo de diseño.
El SYM Joyride 300 llega enclavado en un segmento prácticos scooters GT que no para de crecer, debido a la polivalencia sobre todo, de unas mecánicas de media cilindrada, con claras posibilidades interurbanas. Pero además, incluye aspectos diferenciadores, como los fuelles de suspensión delantera al más puro estilo “old school”. SYM, con este modelo, mezcla 2 conceptos difícilmente acompasados.
Es decir, un chasis que no se retuerza con el suelo plano y una mecánica de más de 250 cc. Más adelante, cuando hablemos de la prueba dinámica, te aclararemos nuestro juicio. Haciendo un poco de spoiler, tan de moda últimamente, te adelanto que no es nada malo.
Prácticamente, todas las grandes marcas del panorama cuentan con productos de características, más o menos, similares. Claramente, es un segmento que SYM, de mano de su distribuidor es España, Motos Bordoy, atestigua que cuenta todavía con un amplio margen de evolución muy específico.
Aun así, encuentra importantes e históricas motocicletas en frente como las Honda ADV 350 (6.580 euros), KYMCO X-Town CT 300 (4.699 euros), BMW C 400 GT (8.290 euros), Honda Forza 350 (6.350 euros), MITT 330 GTS (3.995 euros), Peugeot XP 400 (7.995 euros), Vespa GTS 300 (6.999 euros), Voge SR4 Max (6.289 euros), Wottan Storm-S 300 (4.900 euros), Yamaha XMAX 300 (6.499 euros) y Zontes D350 (4.787 euros). O sea, multitud de variantes, conceptos, marcas y singularidades. Aunque, viendo las características, su competidor realmente solo sería el KYMCO de suelo plano.
Prueba SYM Joyride 300 2023: Características técnicas y equipamiento
Este scooter llega al mercado cargado de argumentos de compra. Para empezar, se trata de un aliado para el día a día. Pero equipado con todo lo necesario para facilitar y hacer cualquier tipo de desplazamiento más agradable en todos los sentidos.
Comenzando por la fiabilidad de la mecánica, este scooter cuenta con un propulsor ya conocido. Se trata del mismo que montaba el Joymax 300, pero puesto al día y evolucionado de cara al Euro5. El resultado, un monocilíndrico con 26 CV, 26 Nm de par y un consumo, de más o menos 4 litros a los 100 km. Ahora te interesa más, eh. ¿Te ha sonado el bolsillo?
Sigamos. El corazón del nuevo Joyride es un monocilíndrico de 278,3 cc, con 4 válvulas y refrigeración líquida. Conjunto este que, acompasado de una eficaz horquilla delantera, dos amortiguadores regulables traseros, un potente sistema de frenos de disco en ambos ejes asistido por un ABS de dos canales, se muestra tan eficaz en carretera que consigue velocidades máximas que rozan los 140 km/h y una estabilidad fuera de toda duda.
El equipamiento lo completa una iluminación completamente basada en diodos LED, con un frontal y zaga caracterizados con una firma lumínica exclusiva, un atractivo y funcional marcador digital a color, sistema de arranque sin llave keyless, guantera con toma USB 2.0, superficie portabultos trasera, parabrisas regulable en dos posiciones y espacio bajo el asiento para un casco integral y algo más.
Ahora es cuando echamos de menos el apartado conectividad. Pero aunque me cueste decirlo, tampoco lo eche de menos rodando con el SYM. También hay que decir que la prueba dinámica fue diseñada por la gente de Motos Bordoy con mucha cabeza. Ahora te explicamos por qué.
Prueba SYM Joyride 300 2023: En marcha
Motos Bordoy nos citó en Barcelona para la prueba dinámica de su nuevo scooter de media cilindrada. Ni más ni menos que más de 100 km rodando por las carreteras del Maresme, sacando fuera de su lugar de confort al nuevo scooter de SYM.
La idea era hacer un «de afuera para dentro«. Es decir, simular un uso diario de alguien que vive fuera de la ciudad condal, pero acude todos los días a trabajar al centro. Así pues, nos dispusimos a recorrer carreteras de todo tipo, es decir, del tipo de montaña, urbana, interurbana, autopista, autovía… Es decir, de todo. La apuesta era alta, todo hay que decirlo.
Arrancamos la ruta por carreteras secundarias rumbo al Maresme. En todo momento el scooter se mostró seguro e intuitivo. De reacciones suaves y predecibles, teniendo en cuenta el lastre rígido estructural del suelo plano, el apartado chasis y ciclo superó con nota nuestro examen.
Para empezar, no se retuerce demasiado en los virajes más cerrados y, como no puede ser de otra manera, el diámetro de sus llantas (15” y 14”) le otorgan una agilidad, seguridad y aplomo en todo momento, fuera de duda. Algo tienen qué decir también los neumáticos Maxxis.
Sentado en la moto, la postura es cómoda. Tal vez algo corto el manillar y estrecho el hueco para los pies, pero poca cosa, asumible. Es cuestión de acostumbrarse, y eso pasa rápido. El marcador digital es otro de sus puntos fuertes. A todo color y de alta visibilidad, se mostró en todo momento útil. Nunca dejó su efectividad a un lado y, pasamos por todo tipo de meteorología, desde cielos radiantes hasta túneles urbanos atascados y colapsados.
Su motor de 26 CV y 26 Nm cumple, eso quedó bien claro en Cataluña. No vibra demasiado, es lineal y recupera con facilidad. Realmente, si se comporta con la fiabilidad de su base, podríamos decir que se trata de un motor del tipo a prueba de bombas. Característica, claramente, de agradecer y a tener en cuenta.
Tras más de 100 km acelerando, frenando a tope, haciendo saltar el ABS, rozando los caballetes y sacando más de una mirada. El grupo de periodistas llegamos a Barcelona para descansar y comentar la jornada. Casi todos llegamos a la misma conclusión. Si no fuera por el espacio de almacenamiento, por 5.000 euros sería una opción prácticamente perfecta. Lo siento, con un caso integral no vale.
