Quien más y quien menos conoce la marca Lambretta. Se trata de una de esas firmas históricas de las que la mayoría ha oído hablar, las ha visto o incluso las ha disfrutado en persona. Lamentablemente después de unos cuantos años plantando cara a Vespa la marca cerró, pero por suerte el grupo austriaco KSR la ha recuperado y nos presenta algunos modelos más que interesantes como es esta Lambretta V-Special 125. Un scooter urbano plagado de guiños clásicos pero que cuenta con una tecnología actual y un montón de detalles que no se pueden pasar por alto.
Lógicamente, lo que siempre nos llama la atención cuando nos acercamos a una moto es su estética y si lo tuyo son las motos de corte retro, seguro que esta Lambretta V-Special 125 no te va a pasar desapercibida. Como decía antes, estamos ante un scooter que no se basa únicamente en recuperar un nombre clásico, sino que está diseñado teniendo en cuenta esa imagen que hizo tan conocidas a las Lambretta. Por cierto, Lambretta debe su nombre a que la factoría original, dirigida por Ferdinando Innocenti estaba situada cerca del río Lambro, en Milán. Pero volviendo al presente, además de la línea que respeta a las motos originales, pero con un corte adaptado a los gustos actuales, encontramos infinidad de detalles.
La idea de potenciar la marca a través de sus modelos es algo que se ha tenido en cuenta y prácticamente allí donde miras te encontrarás un logo de Lambretta. Ya sea en los contrapesos del manillar, la etiqueta del asiento, los faros… ¡hasta debajo del asiento! Pero además, todos estos detalles han sido cuidados no solo con la inclusión de los logos, sino con unos acabados muy trabajados que dejan claro que estamos ante un vehículo con un buen nivel y en el que no se ha dejado nada al azar. Una muestra de ello es la iluminación full led, todo un acierto.
Una vez puestos en marcha siempre tenemos dos aspectos a los que hay que prestar especial atención. Por un lado tenemos el motor y por el otro tenemos la parte ciclo, que es la que se encarga de transmitir al suelo todo lo que hagamos encima de la moto. Si hablamos del motor, se trata de un cuatro tiempos, automático, refrigerado por aire capaz de entregarnos 10 cv de potencia. ¿Qué nos permite hacer? Pues nos da para poder movernos por la ciudad con soltura e incluso meternos en circunvalaciones de 90 km/h que es más o menos la velocidad máxima que alcanza (vimos el marcador por encima de 100). De todas maneras estamos hablando de un scooter 100% urbano, por lo que todo lo que sea sacarlo de la ciudad significa automáticamente sacarlo del espacio para el que fue concebido. Entre semáforos cumple su función y nos permite salir más rápido que los coches, también en los ceda o en otras oportunidades en las que tengamos que ganar la partida a los demás.
Si hablamos de la parte ciclo, hay un elemento que condiciona todo el comportamiento y son sus llantas de 12 pulgadas sobre las que van montados unos Pirelli Angel que dan un agarre y confianza enorme. La contrapartida es que acusaremos más los baches y que al principio nos da la sensación de que se inclina más rápido que si hablamos de un scooter de rueda más alta.
Por cierto, el chasis también tiene una peculiaridad y es que está realizado todo en acero como las originales, y únicamente las tapas son plásticas. De hecho si desmontásemos todas las tapas el aspecto sería prácticamente el mismo y es que en Lambretta han intentado reproducir lo más fielmente posible y con la tecnología de hoy en día sus motos de toda la vida.
Precisamente ese chasis es «culpable» en parte que junto a sus suspensiones y a los neumáticos que hemos dicho antes podamos movernos de lujo entre el tráfico y además cuando empezamos a ir algo más rápido o vamos por carretera nos de esa confianza y esa sensación de aplomo.
Otro aspecto muy importante en cualquier moto, o mejor dicho en cualquier vehículo que se mueva es el de los frenos. En lugar de optar por el ABS, dispone de frenada combinada que se ha mostrado eficiente en la prueba. Si accionamos el freno trasero nos envía potencia también a la pinza delantera una ayuda que resulta además cómoda si no queremos frenar fuerte. Eso sí, si queremos clavar los frenos habrá que recurrir al delantero, aunque en ese caso estando atentos a no bloquear la rueda.
Para rematar, no podemos pasar por alto la capacidad de carga de la Lambretta V-Special 125, que en este caso está dividida en dos espacios diferenciados aunque es limitada. Debajo del asiento está el compartimento más grande, con espacio para un casco integral. Lo más curioso de este compartimento es que se puede extraer sin necesidad de herramientas y da acceso al motor, toda una ventaja a la hora de llevar la moto al taller porque requiere menos tiempo de mano de obra. Detrás del escudo encontramos el segundo compartimento, una guantera que se cierra con llave y en la que encontramos el corte de corriente y, también, una toma USB para que vayamos cargando el móvil con la seguridad que te da el que vaya en un compartimento cerrado con llave.