Prueba Indian Scout 2025
Existen muchas maneras de arrancar un artículo sobre la prueba de una motocicleta, pero esta vez quiero hacerlo diferente. El modelo en cuestión lo permite. Se trata de las nuevas Indian Scout 2025, que pudimos conocer a fondo hace una semana y que ya están disponibles en los concesionarios de la firma. Es más, en EICMA se presentó el último miembro de la familia: la Indian Scout Sixty en sus versiones Boober y Classic.
Pero de vuelta a las variantes que nos competen, empezaré hablando del propio desconocimiento acerca del modelo y las expectativas que debía tener sobre las Indian Scout. Con el fin de justificar mi ignorancia, diré que pertenecen a un segmento de nicho, además de tener a las archiconocidas Harley Davidson como rivales en el tablero de juego de las americanas. Mi primer error fue compararlas, lo que terminó por ser una ventaja para las Indian y supuso una grata sorpresa a la hora de emprender mis primeros kilómetros a los mandos de la nueva Scout Sport.
Suelo acertar en las sentencias a primera vista, pero esta vez el ADN americano esconde una nueva plataforma que cumple más allá del “postureo” y el estilo rockero. La propia Indian Motorcycle, que recobró sus ánimos y proyección con la adquisición por parte de Polaris, habla de una evolución y no de revolución. Sin embargo, los ajustes de la Scout sí me parecen significativos y motivo de orgullo, así que vamos a conocerlos mientras sigo describiendo mi primera experiencia Indian.
Prueba Indian Scout 2025: Nueva plataforma y más tecnología
El chasis en acero de la nueva plataforma está conformado por tres bloques, pero no ha modificado sus cotas finales más allá de un depósito con mayor capacidad. Además, la silueta sigue recordando al modelo de 1920 en el que se inspira y que puedes descubrir bajo detalles como el asiento, el depósito en forma de lágrima y guiños estéticos inconfundibles para los clientes más fieles.
El motor V2 SpeedPlus 1250 también ha sido rediseñado y concede 105 CV de potencia y 109 Nm de par que, con la inyección electrónica, proporciona una entrega de potencia equilibrada y suave ante la demanda del acelerador. La respuesta del cambio es buena, pero las manetas de serie quedan extremadamente lejos para manos pequeñas como las mías.
Las Indian Scout están disponibles en cinco versiones ideadas para públicos parecidos, pero no iguales. La Indian Scout Bobber es la favorita del mercado y no es para menos, su estilo radical con guardabarros, retrovisores inferiores en los extremos del manillar y llantas de 16 pulgadas le confieren un estilo único. La suspensión es de 51 mm y ofrece la postura más agresiva de la gama Scout. La Indian Sport Scout ofrece una conducción distinta, con manillar elevado, llanta de 19 pulgadas y un estilo deportivo con la cúpula club que tan de moda está en Estados Unidos. La Classic reúne los detalles necesarios para conquistar al cliente más relajado, aquel que prioriza el diseño y la comodidad en sus viajes.
También pudimos probar la Indian 101 Scout, una edición especial que tiene 111 CV y que, por encima de todo, se conduce que da gusto. Indian asegura que el doble disco delantero no es tan importante para sus clientes, pero en mi caso me ha otorgado la confianza para exprimir al máximo una custom que corre y corre mucho. La horquilla invertida y el amortiguador con botella separada y regulación también han sido claves a la hora llevarse la medalla a la mejor moto del día. Eso sí, cuesta 18.955 euros y la Indian Scout más barata parte de los 15.200 euros (Indian Sport Scout Standard).
Muchos pensaréis ahora que la electrónica no es para una moto así, pero las nuevas Indian Scout no se quedan cortas en este apartado. Todas las variantes Scout se ofrecen en tres niveles de tecnología: Standard, Limited y Limited +TECH. De serie, estas americanas vienen con ABS, iluminación LED y un cuadro de instrumentos analógico. El acabado Limited incorpora el control de tracción, control de crucero, cargador de USB y tres modos de conducción (Sport, Standard y Tour). El equipamiento más completo, llamado Limited +Tech, incluye la pantalla táctil redonda de 101 mm con Ride Command de Indian Motorcycle.
Este detalle me ha dejado anonadada y sería motivo más que suficiente para pagar la diferencia de 1.000 euros entre paquetes. Su accionamiento táctil es realmente bueno, incluso con guantes, y puedes acceder a diferentes menús con información acerca del viaje, el modo de conducción, servicios conectados e incluso navegador. Además, este nivel ofrece el encendido (lateral) sin llave mediante un botón pulsador. Las variantes 101 Scout y Super Scout llegan de serie con este acabado.
Prueba Indian Scout 2025: Creo que me compraré una Indian
Jamás habría imaginado una custom en mi garaje, pero tras la prueba de las Indian Scout es un planteamiento recurrente en mi cabeza y eso que llegué a la prueba con las expectativas bajas o, mejor dicho, cierto prejuicio acerca de sus capacidades dinámicas. Es más, mis primeras curvas con la Indian Sport Scout fueron tensas y cero confiadas, una relación que pronto fue relajándose hasta convertir nuestro viaje en un apaciguado baile sin esfuerzos y muy armonioso.
El primer punto positivo para las Indian, cualquiera de ellas, es su ergonomía. Con 1,59 metros de altura, la distancia del asiento respecto al suelo de 680 mm me permitía maniobrar desde la moto sin necesidad de sufrir o llegar de puntillas. ¡Es la moto ideal para bajitos y bajitas como yo! Además, su peso está muy bien repartido y el centro de gravedad bajo, de modo que mover la Indian Scout con las piernas es coser y cantar.
Lógicamente, su posición de conducción no es la más cómoda, pero vas haciéndote a ella. En ese sentido, la Indian Scout Classic es la más recomendable y la Sport me resultó la más incómoda, mientras que las Bobber e Indian 101 Scout se me antojaron muy parecidas y relativamente fáciles. Otro punto obvio, a mi parecer, es lo rápido que acabas rascando los estribos en un tramo de curvas. Una vez captado el límite, no es necesario inclinar tanto la moto para pasarlo en grande “de manera relajada”.
Eso no quiere decir que no corras, porque correr… corren mucho. De nuevo, la ausencia de doble disco en los modelos “básicos” termina por ser un punto negativo que debe comentarse. Su motor de 1.250 cc estira mucho y su peso, de más de 240 kilogramos de media, se nota a la hora de parar la moto frente a una curva cerrada. Indian Motorcycles habla de proteger la estética de la Scout, un argumento que le compro para la Scout Classic, pero no para el resto.