La saga Honda Forza cuenta con casi dos décadas de historia a sus espaldas. Debutó a principio de siglo en el cuarto de litro, dando paso al 300 en 2013, ya con motor heredado del Scoopy y una imagen muy manga. En 2015 llegó el Forza 125 y para 2021 el 300 se ha sustituido por un Forza 350 adaptado a la normativa Euro 5.
Ahora la familia da un paso más con el Honda Forza 750, el maxiscooter deportivo con mayor cilindrada del mercado. También es el segundo más potente, con una dotación tecnológica que le desmarca de sus cuatro competidoras directas: Yamaha TMAX, KYMCO AK 550, BMW C650 y SYM MaxSym TL 500 (y posible TL 508).
CARACTERÍSTICAS Y EQUIPAMIENTO
Al igual que su hermano trail, el Honda X-ADV (en el mercado desde 2017), el Forza 750 recurre a un propulsor bicilíndrico en paralelo SOHC 8 válvulas de carrera larga con refrigeración líquida que, lógicamente, ya supera la normativa Euro 5. Honda ha trabajado mucho en el motor y es una evolución del empleado en el X-ADV 2020: se ha aligerado 1,4 kg (pistones, contrapesos del cigüeñal, etc), sube más de vueltas y ofrece mayor potencia, con un carácter más puntiagudo. Declara 58,6 CV a 6.750 rpm con 69 Nm de par a 4.700 rpm. Con kit de limitación para carnet A2 (cuerpo de inyección y reprogramación ECU) las cifras se rebajan hasta 47 CV a 6.000 rpm y 65 Nm a 4.000 rpm. Estas especificaciones serán comunes a las NC750X/S y X-ADV 2021.
El motor se ha mejorado para ser más suave y eficiente, mejorando el rendimiento y minimizando el rozamiento interno de las piezas móviles para ganar aceleración y rapidez de respuesta. Doble eje de equilibrado para minimizar vibraciones (uno de ellos también mueve la bomba de aceite) y cigüeñal desfasado a 270° son otros detalles que se mantienen. El Forza 750 acelera de 0-50 m en 3,9 segundos y, a pesar de estas prestaciones, declara hasta 370 km de autonomía con los 13,2 l. de depósito.

La innovadora caja de cambio de 6 velocidades con transmisión DCT de doble embrague que Honda lleva evolucionando durante una década marca la diferencia respecto a sus competidoras. Un embrague se usa para las marchas impares y el otro para las pares, cada uno controlado por su propio circuito electrohidráulico. Cada vez que se produce un cambio, el sistema preselecciona la marcha que se va seleccionar usando el embrague que no está en uso en ese momento. Entonces, el primer embrague se desacopla electrónicamente y simultáneamente el segundo embrague se acopla. Este sistema dispone de hasta 8 configuraciones y modos de funcionamiento diferentes (4 automáticas -D- y 4 manuales -M-).
En un maxiscooter de última generación como el Forza 750 no puede faltar acelerador electrónico RbW, control de tracción HSTC (3 niveles de intervención, desconectable), 4 modos de conducción (Rain, Standard, Sport y User -personalizable-) y ABS de doble canal.

El Forza 750 juega bien su doble orientación Sport/GT y está dotada de muchos «gadgets» que inciden en la funcionalidad y practicidad del conjunto. Así, podemos hablar de parabrisas alto, manetas regulables, pinzas de freno Nissin (delanteras radiales), llave de proximidad, toma de corriente USB (bajo el asiento), iluminación full-LED, intermitentes autocancelables, warning en frenada ESS (los intermitentes parpadean con una deceleración de 6,0 m/s2 a una velocidad mínima de 53 km/h actuando sobre cualquier freno), freno de estacionamiento, instrumentación TFT a color de 5″ (diseño tipo Africa Twin) con sistema de control por voz Bluetooth o estriberas de pasajero plegables. También incluye pata de cabra y caballete central.
Chasis de acero tipo diamante con basculante de aluminio, horquilla invertida Showa SFF-BP de 41 mm (no regulable), monoamortiguador trasero Pro-Link y llanta delantera «de moto» con 17 pulgadas (trasera de 15″) completan el conjunto. La capacidad de carga es de 22 l. (hueco bajo-asiento para un casco integral + guantera), el peso total en orden de marcha es de 235 kg y la distancia entre ejes es 1 cm mayor (1.590 mm) que la del X-ADV.

EN MARCHA
Sobre el Honda Forza 750 te encuentras cómodo desde el primer momento, un scooter en el que rápidamente aprecias la calidad de acabados, buena terminación y toque premium. El tacto de la transmisión es suave, con cambios dulces y bien escalonados. Circular por ciudad en modo automático (D) y Rain/Standard es lo más cómodo para minimizar consumos y disfrutar de un buen confort de marcha. El modo de conducción Sport prefiero reservarlo para carretera, bien combinado con las adictivas pulsaciones del cambio manual-secuencial y la diversión que produce actuar sobre los botones “+/-“ de la piña izquierda, logrando un uso más activo que antes.
Cada uno de los modos de conducción tiene unos reglajes específicos, actuando de distinta manera sobre la entrega de potencia del motor, la intervención del control de tracción, el ABS y la cantidad de freno motor aplicada, haciéndolos más o menos directos o intrusivos. En User el conductor puede configurar cada uno de ellos a medida para dar con la configuración ideal.

Los 4 CV extra y el aligeramiento interno recibido respecto al motor del X-ADV 2020 se dejan notar, obsequiándote con una aceleración más rápida, lineal y contundente que antes. Y todo, sin disparar el consumo, fijado en 4,1 l./100 km de media en nuestra toma de contacto.
La estabilidad es otro de los puntos fuertes de este modelo, beneficiado por unas suspensiones de “moto”, un chasis contenido, un reparto de pesos acertado y un centro de gravedad bajo, además de unos infalibles neumáticos Bridgestone Battlax Sport Touring T31. La frenada del equipo Nissin es correcta, si bien es mejor actuar sobre las dos manetas si queremos detener el Forza 750 rápidamente.
