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Prueba Triumph Tiger 800XC: Se lo come todo

Fotos: Mariano Hinjos
Si buscas moto para todo, pero lo que te va son las monturas de tallado trail, puede que esta prueba, alejada de exceso de números, te deje claro como se comporta una Tiger 800 en campo o carretera.

Imagino que ya sabrás que en su día os presentamos la prueba conjunta de las dos Tiger, pues bien no quiero repetirme más que el pepino – por supuesto español – en el gazpacho, esta vez cambiamos de tercio para traeros una prueba mixta catando el campo y la carretera. ¡Qué noooo! Que ya sé que os hemos descrito como se comporta, pero que vamos a cambiarle los zapatos por unas de tacos y por supuesto con ruedas mixtas, para centrarnos más que en el los odiosos números – que mencionaremos muy por encima – en las sensaciones a los mandos de joya de la corona.

Prueba Triumph Tiger 800XC: a toda prueba

Ensalada mixta

Bueno sin cambiar las ruedas cogimos la versión con las ruedas mixtas, según se entrega de serie, para esta vez disfrutar de una ruta mucho más de puerto de montaña. Sin duda la agilidad en estos entornos está más que contrastada, la inglesa se comporta a las mil maravillas. La facilidad y la confianza que desprender plegada tras plegada, hacen de la conducción un placer y un vicio, que se completa con los armónicos acordes de su motor tricilíndrico, un sonido que engancha.

Prueba Triumph Tiger 800XC: en carretera más diversión

Sus 95 CV son más que suficientes para el conjunto y para sacar de ella el mejor comportamiento. Aunque se le pueden sacar las cosquillas, hay que decir que hay que buscarlo mucho para que el conjunto nos haga un mal gesto. Su rueda de 21 pulgadas delantera asienta bien, gracias a la horquilla Showa. Donde encontraremos algo más de pérdida de sensaciones en el tren delantero será a la hora de reducciones acusadas donde su largo recorrido de 220 mm se notan al llevar las masas hacia delante, pero sólo eso sensaciones porque la montura se muestra firme, agarrándose al asfalto con ganas. Recordemos que también tenemos versión con ABS, por supuesto desconectable para la práctica del Off-Road.

Niveles impresionantes, que mezcladas con las altas dosis de diversión y estabilidad, harán de tu Tiger tu compañera inseparable

En general transmite seguridad en cualquier tipo de asfalto, independientemente de que practiques la mayor de las subidas o el más pronunciado descenso. La posición de conducción es bastante buena y lo que está fuera de toda duda es la comodidad para acompañante. Su plaza trasera es amplia para viajar en compañía, con unas buenas agarraderas y una bandeja que nos permite sujetar carga adicional. Si vas con las sport de tus compis de salidas moteras y llegas a zona de curvas, lo mismo se llevan una sorpresita de ver como gestionas las zonas reviradas y lo que cuesta seguir al tigre. Recuerda que el motor viene de la Street Triple y de una de las mejores supersport, la explosiva Daytona. Desde el régimen más bajo se muestra contundente, pero es entre las 8 y la 10.000 vueltas donde se muestra menos rápida y parece estar muy asfixiada por el escape.

Prueba Triumph Tiger 800XC: por carretera se desborda la diversión

La pantalla no sólo se queda en estética, desvía de manera efectiva el viento y se complementa con las cubre manetas, que serán un gran aliado a los que amamos las salidas invernales, aunque las temperaturas sean bajas. Viene de serie, igual que la completísima instrumentación con ordenador de viaje, detalles que en otras monturas de la competencia tienes que adquirir como equipamiento opcional.

Tacos picantes

Pues nada nos tocaba cambiar de tercio y para ello montamos unas ruedas de tacos Metzeler Karoo, ahora queríamos comprobar como se negocian sobre tierra sus 215 Kg, para ello tiramos de nuestro amigo Ginés Prieto y un nuevo amigo, Cesar Navarro, un máquina de esos que le dices ¿te podrías tirar por aquí? y antes de que termines la pregunta ya está abajo.

Prueba Triumph Tiger 800XC: pura diversión

En fin sinceramente hay que tener unas serie de consideraciones antes saltar del asfalto a la tierra, por ejemplo: conviene cambiar algo que pica a los expertos de la tierra, la disposición del manillar Neken, que como es regulable es fácilmente subsanable. En cuanto a la postura esta es bastante buena con un asiento mullido, notando que la distancia entre las estriberas y el asiento era un poco corta dejando las rodillas un poco flexionadas, para gusto de nuestro endurero, en cuanto a altura en el asiento. Podemos quitar las gomas de los reposapiés, ya que son desmontables, con palanca de cambio y freno bien posicionadas que facilitaban su accionamiento, son otros de los aspectos a destacar, con un cambio especialmente fino y efectivo.

Prueba Triumph Tiger 800XC: traccionando sin sorpresas

En el campo podría decirse que tenemos un motor delicioso, con bajos, que tracciona, con tacos y suelo seco una de sus virtudes es que al salir de las curvas en vez de cruzarse exageradamente, trasmitía la potencia al suelo de una forma muy efectiva dejando unas marcas del ancho de la goma que dibujaban unas trazadas redondas.

Prueba Triumph Tiger 800XC: bajando un terraplén

No vibra, todo un placer que sube bien de vueltas y donde otra vez – al igual que en carretera – destaca el especial sonido del motor, que tenemos que aplaudir. El tarado de las suspensiones es firme, no haciendo topes escandalosos en la recepción de los saltos. La rueda delantera se nota lejos, no tan cerca como en otras monturas de la competencia y esto te hace variar un poco la forma de conducir, pero que de manera intuitiva y rápidamente te acostumbras y se muestra amable a la hora de entrar en las curvas.

Prueba Triumph Tiger 800XC: suspensiones al límite

Las subidas y las bajadas se afrontan con confianza permitiendo que nos metamos por sitios más propios de otras motos más cañeras. Respecto a los frenos, buen tacto y potencia, perfectamente dosificables. Como en cualquier otra trail vemos que hay elementos excesivamente expuestos, colectores, filtro de aceite, escape voluminoso, tapas laterales delanteras, por lo que las defensas de motor o el cubre cárter que nos oferta la marca deberían ser elementos necesarios, si le vas a buscar las cosquillas en cualquier terreno.

Prueba Triumph Tiger 800XC: motor contundente

Un buen detalle es que equipa los paramanos de serie. Respecto a la parte que nos pica algo más y que ya hemos mencionado en el pasado, el que las estribreras traseras estén soldadas al subchasis o el que el mismo chasis sea de una pieza – no disponemos de subchasis, cosa que en la 1050 sí – nos parece uno de los puntos mejorables para futuras revisiones.

De postre puertos

Con las mismas calzas nos tocaba someterla a una de las pruebas anuales que más nos gusta a los chicos de Soymotero.net, Por Puertos y Pantanos, donde la llevaríamos a coronar 21 puertos de montaña. Aunque con cierto recelo por ver como se comportarían las ruedas de tacos sobre asfalto. Tras adaptarme a las primeras sensaciones, poco a poco me acostumbré al lógico cambio y otra vez tomo protagonismo el carácter del conjunto – a esta montura le da igual lo que calce -. Por supuesto el aumento sonoro y de vibraciones es considerable, no están pensadas para carretera y el incremento del desgaste se nota, pero aguantaron cual campeonas.

Prueba Triumph Tiger 800XC: con las ruedas mixtas también puedes salirte del camino

Puerto tras puerto alcanzamos nuestro objetivo y culminamos una jornada que empezaría a las 8 de la mañana y terminaría pasadas las 21 horas.

La cuenta

En resumen estamos ante una moto perfecta para los que abrazan las monturas trail, sin renunciar a disfrutar a sus mandos como si llevaras una sport-turismo. Su remozado motor sigue siendo sigue siendo todo un transformer capaz de adaptarse a un sinfín de monturas de la marca de Hinckley.

Está claro que el nivel de esta montura está a la altura de otras de reconocida factura y el usuario que demanda este tipo de trail no pasará por alto compararla con la F 800 GS alemana. La verdad es que ambas son las actuales reinas de la polivalencia en las carreteras y fuera de ellas.

Prueba Triumph Tiger 800XC: disfrutando de cualquier camino o ruta

La inglesa tiene un precio contenido que la hace muy apetecible e incorpora de serie elementos que otras marcas nos cobran como extra. Su capacidad en campo, a pesar de las lógicas limitaciones por el peso, es más que un argumento de peso más – si es que te cambia la neurona y esta te lleva a catar el Off-road – . En definitiva si nos decidimos por la XC estamos eligiendo un producto, que en su primera entrega, ha conseguido unos niveles impresionantes, que mezcladas con las altas dosis de diversión y estabilidad, harán de tu Tiger tu compañera inseparable.

Resumen

Lo mejor

  • Motor
  • Suspensiones
  • Comportamiento mixto
  • Acabados de serie

Mejoraríamos

  • Escape
  • Estriberas pasajero soldadas al subchasis
  • Suspensión delantera no regulable

Agradecimientos: Ginés Prieto y Cesar Navarro

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