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Prueba Mitt 125 DS Scrambler 2020: pura actitud

El precio de la DS Scrambler es de 2.495 €
Fotos: Javier Ortega
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Hemos tenido la oportunidad de probar la segunda scrambler del catálogo de Mitt, la 125 DS Scrambler. Una moto que es bastante diferente a las de este estilo que hemos probado e incluso a su hermana, la DC Scrambler.

Cuando desde Jets Marivent nos ofrecieron la oportunidad de probar la Mitt 125 DS Scrambler lo primero que pensamos fue: esa moto nos suena, ¿no es la que probamos el pasado verano? Acto seguido recurrimos a su catálogo para ver que no era la misma y es que el fabricante español no se conforma con tener una 125 de corte scrambler en su gama, sino que cuenta con dos modelos que a la vez son muy distintos la Mitt 125 Scrambler SC y la DS, que es la que hemos probado ahora.

Una vez la tuvimos en nuestro poder fue fácil darse cuenta de todas las diferencias y, la que para mi es la más importante de todas, es una moto grande. Normalmente la mayoría de las 125 son motos de un tamaño contenido y la gente alta se las ve y se las desea. Sin embargo la Mitt 125 DS Scrambler es una moto mucho más grande, tanto que la gente que pase del 1,70 encontrará una moto cómoda para ellos mientras que los que estamos por debajo tendremos que tirar de agilidad a la hora de parar en los semáforos con un asiento que está en torno a los 87 centímetros con respecto al suelo como he podido medir en la moto de pruebas.

Mencionado un punto que considero realmente importante a la hora de elegir moto, que es el de «cómo te queda» ya nos podemos centrar en el resto de la moto: una 125 monoclíndrica (como es habitual), refrigerada por aire (como muchas 125) y que da casi 13 CV (poco habitual para un 125 refrigerado por aire). Pero, sin duda, la parte que más nos va a llamar la atención nada más verla, además de su tamaño, es por su estética de scrambler pura. El depósito cuadrado, la distancia libre con el suelo, las llantas de radios, los neumáticos mixtos, el faro redondo (y full led), el manillar ancho, el asiento con forma, las estriberas camperas y unos guardabarros de aluminio cepillado que la convierten en una moto fácil de «etiquetar».

La verdad es que tanto para subirme como para manejar la moto no me encontré con ningún problema y todo eso desde mi 1,66 de altura. Al fin y al cabo estoy acostumbrado a subirme a motos de cross así que la altura y la posición no me resultaron incómodas. De hecho, uno de los puntos que me han sorprendido ha sido, precisamente, la posición de conducción que parece forzada en un primer momento pero que no es nada cargante y al final resulta cómoda y práctica. Eso sí, para terminar de ser redonda esa comodidad no estaría de más buscar otra colocación al depósito de freno trasero, que en ocasiones puede ser un poco molesto al permanecer en parado y con el pie derecho a tierra.

Su faro delantero le da un toque de clase

Antes de poder entender las condiciones del motor y su comportamiento, llega el momento de enfrentarse en marcha a una moto con un centro de gravedad algo más alto, un recorrido de suspensiones mayores de lo habitual y, sobre todo, unos neumáticos mixtos. Al fin y al cabo estamos ante una moto cuyo uso va a ser prácticamente urbano y la verdad es tenía curiosidad por ver cómo se comportaban unas ruedas con una forma tan redonda y, especialmente, con esos tacos mixtos pensados para que nos podamos aventurar a entrar en un camino con total confianza. Pues bien, con el tiempo que ha hecho en esta primera quincena de febrero he podido probarlos con el asfalto mojado, húmedo, seco y hasta con un poquito de sol y no les he encontrado mayor pega. Eso sí, la reacción de un neumático así es diferente a lo habitual y, por tanto, hay que acostumbrarse.

Si hablamos del motor encontramos, como decíamos, más potencia que en su hermana y es que esos tres caballos de diferencia se notan en cómo se comporta la moto y en no necesitar subir tanto de vueltas para darnos el rendimiento que nos permita movernos sin problema entre el tráfico e incluso por carretera y en alguna ronda. En esta ocasión no hemos encontrado ninguna vibración y eso que las estriberas son metálicas y sin recubrir por lo que no filtran ninguna de esas posibles vibraciones. Sin duda un motor equilibrado y con el que se puede alcanzar casi los 100 km/h de marcador sin mucho problema y en sexta. Por cierto, otro detalle curioso de la moto aunque ahora veremos más, es que lleva un indicador del momento en el que hay que cambiar la marcha, un piloto rojo se ilumina recordándonos que «ya toca».

Es mucha la distancia con respecto al suelo

Como sucede en el resto de la gama de Mitt se recurre a la frenada combinada (CBS) algo que podemos encontrar en la gran mayoría de las 125 y más aun en los modelos más asequibles del mercado. Esto implica que al pisar el freno trasero también accionaremos el delantero. Sin ser su punto fuerte, la frenada de la  Mitt 125 DS Scrambler es efectiva y predecible y el tarado del CBS nos permite llegar a bloquear la rueda trasera sin llevarnos un susto delante, presumiblemente porque esté tarando pensando en esas inclusiones camperas que, como decimos, permite.

En cuanto al resto de los detalles, podemos decir que es una de esas motos a las que cada vez que miras encuentras uno. Arrancamos por los obvios, que es toda, absolutamente toda la iluminación en led. Desde el faro trasero, a las luces de posición, pasando por las largas, los intermitentes… todo es full led. También nos encontramos con el indicador de marcha y el de cambio de marcha que comentaba antes, por no hablar de otro de sus toques de estilo, la posición de la llave de contacto que va en el lateral de la moto. Igualmente nos encontramos con los tapones de las horquillas en rojo… en resumen una moto con la que poder no solo moverse sino hacerlo con un estilo propio.

Prueba de la Mitt 125 DC Scrambler

Valoración Final

Estamos ante una moto que es muy fácil de catalogar, ya que todos y cada uno de los aspectos nos llevan a afirmar que se trata de una moto de corte scrambler. Así pues podemos decir que como scrambler cumple a la perfección porque tiene ese estilo tan de moda y en el que, en esta ocasión, encontramos un montón de detalles que le terminan de dar ese toque.

En cuanto al comportamiento, poco más se le puede pedir a una 125 de corte urbano. Es eficiente, cómoda, se comporta de manera noble y es fácil de conducir a la vez que su motor nos permite acercarnos al umbral de los 100 km/h. Un motor de aire con una potencia más que interesante y en el que no encontramos vibraciones más lejos de lo normal de un motor en marcha. Una buena opción, además, para aquellos que son más altos y siempre se las ven y se las desean para encontrar una moto que les vaya bien. Desde luego, en cuanto a Scrambler pura de 125 la  Mitt 125 DS Scrambler es una opción a tener en cuenta.

Lo mejor
  • Estética
  • Detalles
  • Precio
Mejoraríamos
  • Ubicación depósito de freno trasero

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