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Prueba Husqvarna Nuda 900R: punto y aparte

Fotos: Javier Ortega
Minimalista, extrema, directa, temperamental, persuasiva, diferente... Así es la Nuda 900R, o lo que es lo mismo, la versión racing del modelo con el que Husqvarna regresa al asfalto. Una máquina que hará las delicias de una inmensa minoría.

No siempre tienes tiempo de subirte a una moto especial, y menos a un producto nuevo surgido de una marca 100% off-road. Esto es lo que sucede con la Nuda, aunque la cosa tiene algo de “trampa”. Como desde hace 5 años la firma italiana de origen sueco es propiedad de BMW, “sólo” han tenido que tirar de los productos de casa, convenientemente evolucionados, y dotarla de un “vestido italorectilíneo” muy llamativo para crear el primer modelo de carretera desde hace 60 años.

Con esta marca BMW pretende hacer algo similar a lo que en su día consiguió con MINI en las cuatro ruedas: llegar a un público nuevo y más joven al que los modelos con el emblema de la hélice no llegan a convencer del todo.

Esta nakedmotard hereda el chasis-motor de la BMW F 800 GS, mientras que basculante-llantas-retrovisores son de la F 800 R (hasta el disco de freno trasero es el mismo de la naked germana, con su carril para el ABS, careciendo la Husqvarna de este sistema hasta la llegada de las unidades 2013). A partir de ahí, una horquilla larga, unas vitaminas con las que conseguir 100 cc y 18 CV extra en el motor Rotax (cubica 898 cc y alcanza 105 CV a 8.500 rpm) y la posibilidad de elegir entre dos curvas de potencia (una light y otra full) obran el milagro.

La versión probada es la R, que se diferencia de la básica en el color rojo, el amortiguador Öhlins, las pinzas de freno delanteras radiales Brembo Monobloque, la terminación del silencioso en fibra de carbono y un desarrollo acortado.

desNuda y Radical

Las comparaciones con su prima-hermana, la BMW F 800 R, son odiosas y es que nada más subirte en la Nuda te transformas. Esta moto te posee como pocas saben hacerlo. Es imposible ser un buen ciudadano con ella, a no ser que no tengas sangre en las venas, claro. Sólo he sentido algo parecido con la KTM 690 Duke. Vas muy encima de ella, en lugar de ir “dentro”, las estriberas están bajas, el asiento es durísimo, la suspensión ídem, es alta a rabiar y su motor te invita a retorcer el acelerador como un poseso cada vez que el semáforo se pone en verde.

Comparada con la alemana, el asiento está 7 cm más alto (875 mm) y la nueva horquilla invertida Sachs tiene 9 cm más de recorrido. Los bajos son brutales, las recuperaciones en marchas largas instantáneas y el accionamiento del cambio muy convincente. ¿Es entonces una F 800 R radicalizada? Sí.

En un tramo de curvas pocas motos te seguirán. Rozar con las estriberas no será difícil ya que, debido a su endiablada agilidad en los cambios de dirección y a una ubicación de las mismas algo baja, será casi inevitable. Está claro que sus 3 cm menos de distancia entre ejes, el menor lanzamiento de la pipa de dirección y el depósito de gasolina en posición central para mejorar el centrado de masas (como en su “hermana buena F 800 R”) también tienen mucho que ver en este excelente comportamiento.

La Husqvarna Nuda 900R

En cuanto al motor, deberás acostumbrarte a “hacerlo correr” entre 2.000 y 6.000 rpm, gracias a sus poderosos medios y sin estirar mucho las velocidades. Si vienes de un tetra, te llevará su tiempo. En ciudad, la curva de potencia “MAP II” te hará la vida más agradable.

Las reminiscencias italianas se notan en algunos de sus componentes como el acelerador Domino o la bridas de goma con el logotipo de Cagiva. Me alegré al comprobar que Giuseppe Lafranconi (Mandello del Lario), mítico artesano de escapes de los años ’70, también se ha encargado del silencioso de esta Nuda. ¿A que no sabías que el radiador está fabricado en España por un tal Ordóñez?

Sin contemplaciones

Está claro que la Nuda R es una moto para minorías que saben apreciar el comportamiento dinámico y la eficacia extrema por encima de todo lo demás. Personalmente, hay detalles que no me convencen, como la calidad de las piñas, el aspecto de la instrumentación (parece el de un ciclomotor) o la necesidad de tener que usar una llave allen para abrir el asiento. Si quieres que te duela el culo después de media hora, circular con la rueda delantera en el aire y tener 200 km de autonomía, por 11.690 € (1.700 € más que la versión básica) será tuya, aunque también alucinarás con una moto que no engaña si quieres salir a por nota en cualquier puerto de montaña.

Practicar algo de supermotard con la Husqvarna Nuda 900R es muy apetecible.

Valoración final

Lo mejor

  • Motor
  • Agilidad
  • Frenos

Mejoraríamos:

  • Diseño instrumentación
  • Accesibilidad a la batería
  • Asiento duro

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