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Prueba Hanway Raw 125 Cafe Racer 2016: café para todos

Fotos: Javier Ortega
A imagen y semejanza de la frase empleada en política que se empleó durante los primeros años de la democracia española, el modelo de Hanway permite que todos puedan acceder a una moto con espíritu cafe racer, tanto por su mecánica como por su precio.

Cada vez son más los usuarios que optan por dejar aparcado el coche y se pasan a las dos ruedas aprovechando la conocida “convalidación” que permite a aquellos conductores que tienen más de dos años de carné de coche conducir motos de hasta 125 c.c. y 15 cv. Tanto es así, que en los peores momentos de la crisis en el sector de la moto han sido estos modelos los que han mantenido a flote a muchas marcas, concesionarios y tiendas. Como es lógico, al ser un segmento tan amplio, la oferta es grande y en muchos casos la estética y economía cuenta más que las prestaciones puras. Este podría ser el caso de la Hanway Raw 125 Cafe Racer, una moto a escala al más puro estilo cafe racer que no nos abrumará con sus prestaciones pero que permite desplazarse por ciudad de manera cómoda, eficaz y estilosa.

Nos subimos

Cuando te acercas a la Raw 125 Cafe Racer te das cuenta de lo compacta y pequeña que es. Si además está cerca de otras motos, aunque sean de 125, da la sensación de estar ante un modelo al que han metido en la lavadora y ha encogido. Sin embargo, este hecho hace que sea una moto ideal para aquellos de menor envergadura, porque es fácil llegar al suelo con los dos pies aún siendo “bajito” y nos permite manejarla con comodidad.

Según te pones en marcha, empiezas a darte cuenta de detalles inesperados en una moto económica como es el cuadro de instrumentos completamente digital. Tanto el velocímetro como el cuenta revoluciones son digitales y por si todo ello fuera poco, cuenta con un indicador de marcha engranada que nos permite saber en todo momento en qué marcha vamos, algo que agradecerán tanto los más novatos como los más expertos. En cuanto a la posición de conducción, sus estriberas están colocadas en una posición algo extraña en un primer momento, pero según vas haciéndote a la postura lo cierto es que no es incómodo en absoluto. Eso sí, debido a su posición hay que tener un poco de cuidado a la hora de tumbar pues si llevas los pies con las punteras hacia abajo es muy probable que los roces si te descuidas.

Su motor, es suave, no obstante es un más que probado Jianshe-Yamaha, que es prácticamente el mismo que montan las Yamaha YBR y que forma parte de la historia de las dos ruedas. En cualquier caso, la potencia que declara es de 8,9 cv que si bien es suficiente para moverte entre el tráfico, en el momento que la utilizas por una ronda de circunvalación se queda un poco justo. Los que cumplen a la perfección con lo que se espera de ellos son los frenos, especialmente el delantero. Con 300 mm de diámetro y una pinza de doble pistón tiene una mordida eficaz aunque es fácilmente modulable. Por su parte, el trasero también cuenta con un solo disco, aunque en este caso la pinza es mono-pistón y es eficaz, aunque la posición del pedal de freno está un poco bajo para poder accionarlo con comodidad.

Prueba Hanway Raw 125 Cafe Racer

Si seguimos ahondando en la parte ciclo, las suspensiones se comportan bien. No hay que pasar de largo el hecho de montar una horquilla con barras invertidas de 35 milímetros, que se comportan bien tanto en entornos bacheados como circulando de manera normal. Lo mismo le pasa al doble amortiguador trasero, que además de formar parte de la estética de la moto, cumplen con sus labores de manera muy efectiva. En cuanto a las llantas radiadas, de 17 pulgadas, teóricamente deben conferir algo menos de agilidad en las maniobras que las de 16 que montan otros modelos de Hanway, pero la realidad es que se comportan perfectamente y, además, se comportan bien cuando aligeramos la marcha.

Fuera de ciudad

Son muchos aquellos que se desplazan desde fuera de ciudad con su moto y lo cierto es que la Hanway Raw 125 Cafe Racer es una moto que está pensada precisamente para circular entre el tráfico urbano. Su motor, que nos permite salir con soltura más rápido que los coches, no es suficiente para embarcarnos en viajes por autopistas, aunque se defiende bien para carreteras con límites de 90, ya que la velocidad máxima ronda los 100 km/h. En cualquier caso, siempre hay que estar trabajando con las marchas, que engranan perfectamente, y nos permitirán rodar en el rango de revoluciones adecuado que es en torno a las 7.500 R.P.M.

Los detalles

Si vas con la Hanway Raw 125 Cafe Racer por la ciudad y decides pararte a tomar algo en una terraza, verás que no son pocos los que se giran ya que como dijimos anteriormente parece una moto grande que haya encogido. Sus detalles y sus acabados son dignos de motos de mayor precio y su estética, resultona, es capaz de atraer las miradas.

El escape de estilo megáfono le termina de dar su carácter cafe racer, mientras que otros elementos como el sillín que simula un monoplaza aunque en realidad es un “biposto” cómodo tanto para el conductor como para el pasajero, le ponen la guinda al pastel. Además, mezcla elementos modernos como el faro de led trasero con clásicos como el carburador. Igualmente, sorprende que la moto no se pueda arrancar con la pata de cabra puesta, por ejemplo para calentarla, y es que actúa como corta corriente y no deja que el motor funcione aunque no tengamos una marcha engranada.

El depósito y el faro delantero terminan de transportar nuestra mente a la década de los ’60 y ’70 del siglo pasado para hacernos creer que estamos ante una cafe racer en miniatura, que destaca tanto por su estética como por unos acabados dignos de una moto de mayor precio. Eso sí, sus neumáticos, que en seco funcionan correctamente y que no hemos tenido la oportunidad de probar en mojado, no transmiten las mejores de las sensaciones, deformándose cuando vamos al límite del motor y también en frenadas fuertes. Igualmente es un elemento que podemos variar a nuestro antojo y que no supone un sobrecosto excesivo en un modelo que sorprende y que nos permite afirmar que con el tendremos “café para todos”.

Prueba Hanway Raw 125 Cafe Racer

Valoración Final

Desde que te subes a la moto notas lo pequeña que es y lo fácil que se puede maniobrar con ella independientemente de su estatura. Para mi gusto los estribos están a medio camino y la postura en principio parece extraña, pero según van pasando los kilómetros te acostumbras. Como cualquier monocilíndrico tiene vibraciones, aunque tampoco son exageradas incluso si vas por carretera a todo lo que permite su mecánica. El sistema de frenada es eficiente y la calidad de sus detalles contrasta con el bajo coste del conjunto, que se queda por debajo de la barrera de los 2.000 euros. En cualquier caso, se trata de una moto de iniciación recomendable con una mecánica más que probada y aunque 8,9 cv no son muchos, son suficientes para desenvolverte entre el tráfico de la ciudad con estilo y de manera económica. Su precio: 1.945 €, aunque actualmente está en promoción por 1.845 € hasta el 30 de septiembre .

Lo mejor
  • Agilidad
  • Comodidad del asiento
  • Acabados
Mejoraríamos
  • Respuesta del motor
  • Pata de cabra
  • Neumáticos

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