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Prueba BMW K 1600 GT: reinventando el turismo

Fotos: Mariano Hinjos
Dentro del mercado de motocicletas algunas marcas tienen en su catálogo grandes turismos que son la referencia y en parte el broche de lujo que toda marca quiere tener, en esta sentido BMW saca un producto que marca un hito por partida doble.

Cuando el año pasado ya corrían los rumores de un motor de 6 cilindros por parte de BMW, con el anuncio de un nuevo concepto de turismo, la primera idea que me vino a la cabeza fue la de una apuesta arriesgada y atrevida que no sabría como resultaría pero que, como tiende a malacostumbrarnos la marca germana, ha resultado ser todo un agradable y revolucionario descubrimiento.

Prueba BMW K 1600 GT: belleza nocturna

Aunque ya tenía las primeras referencias por parte de nuestro probador David, cuando me senté sobre la fantástica BMW K 1600 GT, en un impecable rojo borgoña, simplemente una combinación perfecta, me di cuenta de que el gigante alemán había reinventado el concepto de turismo sobre dos ruedas.

Revolución

Todo el conjunto es en general espectacular, con unos acabados modernos y cuidados, donde la disposición de todos los elementos está meticulosa y perfectamente cuidada. Cuando uno se pone a los mandos de una máquina de estas dimensiones le asaltan ciertas dudas de cómo se comportará. Nada más arrancar su motor una leve aceleración automática nos brinda una pista del gran 6 cilindros al que nos vamos a enfrentar.

Prueba BMW K 1600 GT: tu mejor regalo navideño

Tan sólo hay que meter primera y comenzar la marcha para darse cuenta de que las cosas se ponen realmente fáciles, enlazar las primeras curvas nos sirve para sorprendernos con su cualidades a la hora de plegar curva tras curva, con unos ángulos increíbles para esta montura. Está claro que su chasis de doble viga de aluminio tiene mucho que ver en su comportamiento. Si a esto le sumas los gadgets electrónicos que venían con nuestra unidad de pruebas DTC (control de tracción), ESA ( amortiguación electrónica), ABS y posibilidad de alternar entre tres curvas de potencia, la germana te pone las cosas realmente fáciles y divertidas.

Este yate de lujo ha roto mis esquemas y se puede decir que la marca de Baviera ha reinventado el concepto de turismo.

Como hemos dicho tenemos tres curvas de potencia: rain para poner el liston en 100 CV en los días más lluviosos, una moderada posición road y la más radical sport donde entrega sus 160 CV. A estos se les suma los gadgets de confort como el completo sistmea de audio con bluetooth y diversas entradas (USB, iPod, etc..) que nos pondrán el entretenimiento o incluso de manos libres para atender nuestras llamadas. Tanto estos como la totalidad de los gadgets, son manejables casi enteramente con una rueda situada en la piña izquierda que hace también de botonera. Tan sólo disponemos de una botonera en el lateral izquierdo para manejar algunas funciones sobre la radio. Todo este universo electrónico lo tendremos visible en su pantalla TFT en color de lectura excelente.

Marchando

La suavidad de entrega del motor es literalmente perfecta, lineal y carente de vibraciones incómodas, capaz de conseguir un par motor de 175 NM a 5.250 rpm, con un acelerador eléctronico que hace reprogramar tu manera de llevarla, superando tus previsiones inciales, sobre este transanlántico de las carreteras.

Prueba BMW K 1600 GT: donde sólo hay placer por conducir

A la hora de reducir o apurar las frenadas entra en juego otra de sus maravillas, el Duolever, que te aporta ese plus de confianza, para un maquión con este peso, en su parte delantera, sobre todo apreciable en cómo se hunde nuestra parte delantera, ante nuestras exigencias, de una manera controlada. Mientras en la parte trasera las acusadas reducciones son controladas por un clásico de la marca: el Paralever, que evita el exceso de rebote en nuestro tren trasero.

Prueba BMW K 1600 GT: impresionante en todo

Como ya hemos comentado llegar a ángulos de inclinación increíbles con este buque, se hace realmente fácil y controlado gracias al sistema BMS-X, capaz de detectar deslizamientos de la rueda trasera y reducir el par. En combinación con el DTC – lástima que venga como opción – mejora sustancialmente la seguridad en marcha, pero por supuesto todo tiene sus límites. Otro de los sistemas que se mejora es RDC (Control de Presión de los neumáticos) que ahora puede anticiparse a las pérdidas rápidas de presión.

Prueba BMW K 1600 GT: las cosas fáciles

Mención especial hay que hacer al cuidado diseño de todos los plásticos, complementados por la pantalla regulable con memoria. El carenado se divide en dos parte diferenciadas y protege a la perfección del viento, es tal dicha protección que la marca ha dispuesto de dos deflectores laterales que evitan o permiten el paso del aire a nuestra posición de conducción.

Prueba BMW K 1600 GT: facilidad eléctronica

Si entra la noche la iluminación está asegurada, con nuestra unidad con Xenon y faros adaptativos, que se mueven en función de la inclinación. Otro detalle directamente heredado del sector del automóvil de la marca alemana y que le ponen un toque característico son sus Angel Eye, ojos de angel, un detallito más a sumar, para esta exclusiva máquina del asfalto. En condiciones nocturnas lo que echarás en falta será iluminación en las piñas para encontrar el botón adecuado.

No todo se ve

Si durante estos días hemos conseguido exprimirla gastando 6,2 litros la verdad es que nos parece un consumo ridículo para una montura de estas características desmesuradas.

Prueba BMW K 1600 GT: tan fácil que parece mentira

Sobre todo tendrás que tener especial atención a dónde paras con ella, ya que las inclinaciones y el tener que moverla, debido a su peso, nos puede poner en algún que otro aprieto, quizas una marcha atrás no hubiera venido nada mal para esta hormonada montura de 319 kilos sin top case.

Prueba BMW K 1600 GT: te permite pertenecer a un club exclusivo

Su precio parte de los 22.300 euros. No te engañes: ésto es un vehículo de lujo y pertenecer al club de los privilegiados poseedores de esta máquina tiene el coste de la exclusividad. Por si fuera poco también tienes disponible la versión GTL, con menos aspecto deportivo que te brinda unos acabados distintos, para que tengas donde elegir.

Prueba BMW K 1600 GT: la sombra de la perfección

Sin dudarlo BMW ha roto todas las espectativas para elevarse por encima de lo que se podía esperar, la sensación de conducir este yate de lujo ha roto mis esquemas y puede decirse que la marca de Baviera ha reinventado el concepto de turismo, asentando unas nuevas y sólidas bases, referencia para el sector Tourer. Todo un ejemplo a imitar.

De todo un poco

Lo mejor

  • Motor
  • Agilidad en marcha
  • Electrónica

Mejoraríamos

  • Iluminación piñas
  • Peso
  • Una primitiva para tener la mejor turismo del momento

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