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Prueba BMW G310R 2017: pequeña gran apuesta

Fotos: BMW
Atractiva, confortable, ligera, ágil y manejable. Así es la G310R con la que BMW se suma a un segmento emergente y totalmente nuevo para ellos como es el de las naked de media cilindrada. Un modelo que nace como escalón de acceso a la marca para usuarios del carnet A2.

La G310R es la gran apuesta de BMW diseñada para conquistar nuevos clientes, un perfil de motorista joven que se acaba de sacar el carnet y quiere disfrutar de una BMW a un precio asequible. Una moto sencilla, dinámica y fiable que refleja la esencia de la marca con una buena relación calidad-precio.

Para poder ofrecer un precio competitivo, la G310R ha sido desarrollada en Alemania y fabricada en la planta que tiene TVS Motor Company en la ciudad india de Bangalore (India). TVS Motor Company es el tercer fabricante de motos de la India, y produce aproximadamente 2 millones y medio de motos al año. Tanto la fabricación como el montaje de la G310R se lleva a cabo en una zona aparte de la planta, reservada exclusivamente para BMW, siguiendo los estándares de calidad de la firma alemana, y supervisándose una vez finalizadas en las instalaciones de Berlín.

Pero veamos cual son los argumentos de la G310R para competir en un segmento en el que son cinco modelos (Honda CB500F, Yamaha MT-03, Kawasaki Z300, KTM Duke 390 y Benelli BN302) los que se reparten más del 90% de las ventas.

La BMW G310R emplea un chasis mulitubular de acero

El motor de la G310R es un monocilíndrico de 313 cc de cuatro válvulas refrigerado por agua, con doble árbol de levas en cabeza e inyección electrónica. Un propulsor completamente nuevo que se diferencia de la configuración habitual por montar u cilindro inclinado hacia atrás con una culata girada 180º. La admisión se encuentra en la parte delantera y la salida por detrás, favoreciendo el rendimiento y el consumo. Esto además permite adelantar la posición del motor y bajar el centro de gravedad cargando más peso en el tren delantero para proporcionar mayor agilidad y maniobrabilidad. Esta posición favorece que el basculante sea más largo, manteniendo la distancia entre ejes, y ofreciendo así un comportamiento más estable de la moto.

El chasis es un multitubular de acero con subchasis atornillado. En el tren delantero monta una horquilla invertida con barras de 41 mm de diámetro y 140 mm de recorrido y un disco de 300 mm mordido por una pinza radial firmada por Brembo, mientras que en el tren trasero cuenta con un monoamortiguador regulable en precarga de 131 mm. de recorrido y disco de 240 mm. El ABS, por supuesto, se incluye de serie. Sus llantas de fundición de aluminio de cinco radios montan unos neumáticos en medida 110/70 R 17 delante y 150/60 R 17 atrás.

La BMW G310R emplea un monocilíndrico fabricado por la india TVS

Como pez en el agua

La nueva G310R ha sido concebida para moverse por la ciudad principalmente, pero con todas las características necesarias para usarla por carretera esos días en que lo único que buscas es salir de la rutina.

Para esta primera toma de contacto BMW nos preparó un recorrido eminentemente urbano en el que pudimos probar sus cualidades. Nada mas subirte en la G310R se siente muy cómoda, su amplio manillar, un asiento a 785 mm del suelo y una posición que permite una posición muy relajada para prácticamente cualquier motorista. Aún así, tanto los conductores más pequeños como los más altos tienen la posibilidad de adquirir un asiento más bajo (760 mm) o uno más alto y confortable (815 milímetros) que BMW tiene incluido en su gama de accesorios. El cuadro de instrumentos incluye un display LCD con toda la información necesaria: cuentarrevoluciones, velocímetro, indicador de marcha engranada, kilómetros totales, temperatura del motor, nivel del depósito, autonomía restante, consumo medio, velocidad media, hora… Todo muy a mano y sencillo de utilizar, aunque si como yo tienes las manos pequeñas, notarás que las manetas de freno y embrague, al no ser regulables, quedan un poco retiradas.

Instrumentación LCD de la BMW G310R

Una vez en marcha y mientras circulamos por el denso tráfico de Madrid comprobamos que, tanto por posición como por tamaño y reducido peso (158,5 kg), la G310R se desenvuelva como pez en el agua, moviéndose con una gran agilidad y rapidez entre el tráfico. El tacto de los mandos es suave así como el cambio, aunque sí es cierto que algunos de nosotros coincidimos en que nos costaba encontrar el punto muerto en bastantes ocasiones, supongo que debido a la falta de rodaje de las unidades de pruebas de las que disponíamos.

Su potencia máxima de 34 CV a 9.500 rpm y su par motor de 28 Nm a 7.500 rpm son más que suficientes para un uso urbano, aunque lógicamente el motor de la G310R no ofrece las prestaciones que desarrollan los motores a los que nos tiene acostumbrados la marca. El motor te pide llevarla en la zona alta del cuentarrevoluciones, aunque es también en esa zona dónde comienzas a sentir las vibraciones típicas del monocilíndrico.

Una vez que sales de la ciudad echas de menos un poco más de potencia si lo que buscas es una conducción más deportiva y divertida. Poco pudimos probarla por carretera, pero si nos dejó ver que los alemanes han hecho un buen trabajo con la parte ciclo. Los cambios de dirección son rápidos y tanto la horquilla como el amortiguador, con unos reglajes bastante equilibrados, responden bien. Los frenos cumplen perfectamente su cometido, con un ABS nada intrusivo que garantiza una buena frenada en cualquier situación.

Trasera de la BMW G310R con colores de carreras

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