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Prueba BMW C evolution 2019: la moto eléctrica sin límites de tráfico

Llega a todas partes
Una moto o en este caso scooter cien por cien eléctrico y por lo tanto "etiqueta Cero" de la DGT. Así es el BMW C evolution, que recientemente recibió retoques y que hemos probado con una perspectiva muy diferente a cuando se presentó. Ahora es el "salvoconducto" perfecto para la ciudad.

Probé por primera vez el BMW C evolution en su presentación internacional, durante los Juegos Olímpicos de Londres en 2012. Eran prototipos bastante definitivos, y las motos que llegaron a la serie un par de años después fueron prácticamente idénticas. Una buena noticia porque desde el principio me gustó mucho tanto el concepto, cien por cien pensado en eléctrico con la batería formando el cajón principal del chasis, como el resultado práctico y su rendimiento. Hoy en día una moto eléctrica pura, con etiqueta Cero, es la única garantía de poder circular sin límites en ciudades que empiezan a imponer restricciones… de ahí su importancia.

BMW C Evolution etiqueta DGT Cero

En 2017 los C evolution recibieron la primera actualización, como suele ocurrir con todos los eléctricos: las mismas baterías (cuyos elementos básicos comparte con el coche i3) alcanzan más capacidad (cada celda pasa de 60 a 94 Ah) y eso permite también que el motor desarrolle un poco más de potencia. El BMW C evolution actual (con estética puesta al día el verano pasado) declara así una autonomía oficial (ensayo WMTC) de 160 km con una potencia máxima de 35 kW (48 CV) y una velocidad punta, siempre autolimitada, de 129 km/h. Actualmente una eléctrica tiene muchas ventajas legales (no existen barreras de uso) gracias a su etiqueta ambiental “Cero”, algo a tener en cuenta.

Una eléctrica que convence

El BMW C evolution nace alrededor de su batería, cuya caja cumple la función de chasis del scooter. Delante se ancla una pipa de dirección y la horquilla, detrás un basculante que incluye el motor eléctrico, refrigerado por líquido (fiable y constante). La electrónica de control está desarrollada por la propia BMW, como todo (las baterías son de origen Samsung), y se “viste” con un carenado completo que recuerda al scooter de gasolina C 650 Sport. Queda espacio para un hueco bajo el asiento del pasajero y una amplia guantera delantera derecha (bajo la tapa izquierda está el enchufe de carga). Aunque en alguno de esos hueco deberá ir el necesario cargador… salvo que tengas claro que solo lo necesitarás en casa.

BMW C Evolution guanteras

El peso final es algo elevado (275 kg) y eso condiciona las suspensiones (tirando a duras) aunque le dan un carácter deportivo. Sí, este scooter es eléctrico pero deportivo: si aprovechas las posibilidades de su motor impresiona cómo acelera. Son 48 CV de potencia máxima puntual, pero entregados directamente a la rueda trasera y en la práctica dejas atrás a casi cualquier moto (o coche) hasta una velocidad ya superior a la legal en ciudad. En vías rápidas se limita a 130 km/h reales para no vaciar demasiado la batería. Tiene un control de tracción algo basto pero que entra en acción si insistes en abrir gas rápido sobre superficies de poco agarre. Además del freno motor, que recarga la batería (recuperas un 10 por ciento de lo que gastas), tiene frenos de disco con ABS. La suspensión dura y el peso centrado lo hacen sorprendentemente ágil. La geometría favorece esa agilidad y alguna vez te puede sorprender cómo cae hacia dentro de la curva… Excelente comportamiento “de carreras”. En marcha el C evolution convence a quien lo prueba, incluso quien era anti-eléctrico antes de probarlo.

BMW C Evolution

En cuanto a los modos de conducción, siguen los conocidos: Road para un uso normal con buena retención al cortar gas; Eco-Pro para el máximo ahorro con una potencia equivalente a un 125 (11 kW máximo) y gran retención; Sail que ofrece máxima potencia y cero retención (bueno en autovías por ejemplo); y Dynamic que ofrece máxima aceleración y retención con un tacto más directo de gas. En la práctica usé casi siempre Road: si tienes buena muñeca (el tacto del puño es exquisito y ayuda) controlas el punto de no-retención, y al tocar los frenos aumenta el freno motor antes de que las pastillas “muerdan”. Cuando puse Eco-Pro fue porque iba muy justo, y además de ahorrar algo el indicador de autonomía restante era menos pesimista que en Road y me provocaba menos ansiedad (sí).

BMW C Evolution

Llegar o no llegar, ésa es la cuestión

A pesar del aumento anunciado de autonomía, si vives fuera de la ciudad los desplazamientos con el BMW deben estar siempre bien calculados. La versión original anunciaba unos 120 km de autonomía que en la práctica se acercaban más a unos 80-90. En aquellos días yo vivía a 38 km de la oficina y unos 250 metros más alto. Cuando vas en eléctrico se hila tan fino con el consumo y la potencia que el desnivel, incluso el viento, cuentan. Me daba para ir y venir… pero justo y sin apenas margen para hacer algún recado.

BMW C Evolution cuadro instrumentos

He cambiado de oficina (no de casa) y ahora son casi 90 km de distancia con idéntico desnivel, pero el nuevo BMW me permitía ir y venir, y además tener margen para algún recado. Incluso un día olvidé ponerlo a cargar por la noche y con lo que cargó el rato de la mañana antes de salir, me dio para ir y volver (justo). Después de un par de semanas de usarlo todos los días en diferentes condiciones, diría que la autonomía real está en unos 120 km. Eso siempre teniendo en mente llegar lejos: si te dedicas a disfrutar de cómo acelera, esa cifra podría bajar mucho, incluso a casi la mitad.

BMW C Evolution

La capacidad declarada de la batería es de 12’69 kWh (eran 8 kWh en el original) pero realmente aprovecha un poco menos (no debe quedarse del todo descargada). Siempre lo enchufé con un medidor de consumo, para comprobar a qué ritmo cargaba y cuánta energía cargaba: algo así como fijarse cuántos litros echas en el surtidor para conocer el consumo real. El cargador original permitía elegir entre dos o tres niveles de potencia, el actual es automático pero por suerte en mi casa funcionó perfecto. Siempre cargaba a un ritmo de 2’2kW, es decir, consumiendo unos 10 A de un enchufe normal, como un calefactor por ejemplo. El consumo eléctrico es sencillo de calcular: cuando la batería llegaba muy baja a casa, llegaba a estar 5 horas cargando lo que son 5 h x 2’2 kW = 11 kWh.

BMW C Evolution cable de carga

Como promedio eso fue lo que gasté para hacer casi 100 km, y BMW declara un consumo medio de 9kWh cada 100 km que no es demasiado optimista (en conducción no deportiva). ¿Cuánto dinero es eso? Como tengo “tarifa nocturna”, viene a ser solo 1 euro con impuestos. Sí, el equivalente a un consumo de menos de un litro de gasolina cada 100 km. Sin tarifa nocturna sería un poco más (1’6 euros) y aunque el precio de la electricidad fluctúa, está claro un motivo por el que elegir este BMW: no gastas “nada” en tus desplazamientos.

BMW C Evolution

Valoración Final

Me gustó el prototipo del BMW C evolution, me gustó su primera versión de serie y la actual, con más autonomía, me gusta todavía más. La marca alemana fue valiente lanzando este modelo y cuenta con ventaja sobre sus rivales: cinco años después todavía ningún «grande» se ha atrevido a presentar algo parecido… aunque en breve tendremos la Harley-Davidson y no pasará mucho para que llegue la KYMCO también.
Mientras tanto si quieres una moto eléctrica de una marca establecida el C evolution es la única opción, y es una opción sobresaliente por funcionamiento, tacto, potencia o eficacia. El precio es lo único que se queda demasiado alto, aunque las opciones de financiación de la marca lo pueden hacer más dulce. Si necesitas una moto para la ciudad y algo de extrarradio, no hay nada tan eficiente (y eficaz) como esto.

Lo mejor
  • Respuesta del motor y aceleración
  • Gestión de la batería y modos de potencia
  • Facilidad de carga (enchufe doméstico normal)
Mejoraríamos
  • Aún mayor autonomía
  • Precio (14.900 euros)

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