Además de modelos naked, trail, scrambler, supersport y neoclásicas, Benelli ya tiene su primera custom, la Benelli 502C Cruiser. Con ella, el catálogo de las firma italiana ya asciende a 14 integrantes, todas por debajo de los 50 CV. Desde que en 2005 la marca de Pesaro fuese adquirida por el gigante asiático QianJiang, Benelli no ha parado de crecer. La 502C lució palmito en la última edición del Salón EICMA de Milán, una moto que sorprende por su imagen y, tras probarla, también por su comportamiento.
La filosofía de Benelli pasa por ofrecer un producto de calidad acorde a un precio contenido que, en el caso de la Cruiser, se fija en 6.399 € (incluye 3 años de garantía y primer año de seguro), aunque ahora está en promoción por 5.999 €. En este sentido, ninguna de sus rivales (Harley-Davidson Street, Honda CMX500 Rebel o Kawasaki Vulcan S) puede presumir de un diseño tan minimalista y contundente, inspirado en la Ducati XDiavel. El faro, el guardabarros delantero, el doble silenciador o el colín son todo un ejercicio de estilo, con una óptica rompedora y hasta el detalle del logo luminoso de la marca bajo el puntal de la trasera.
Sus principales características pasan por su motor bicilíndrico en línea de 8 válvulas y 500 cc con 47.8 CV a 8.500 rpm y 45 Nm a 5.000 rpm, chasis multitubular de acero, basculante tubular (con diábolos para caballete), portamatrícula flotante con intermitentes integrados, horquilla invertida de 41 mm (sin regulación), discos lobulados, pinzas de freno delanteras radiales de 4 pistones, instrumentación LCD a color adaptativa (cambia a fondo blanco o negro automáticamente según le da la luz para mejorar su lectura), iluminación full-LED, depósito de gasolina de 21 l. (3 l. de reserva, más de 400 km de autonomía), ABS y 217 kg llena. Nuestra unidad de pruebas también contaba con topes anti-caída, un accesorio interesante para minimizar daños por caída en una moto tan “desnuda” como esta.
Imagen Custom, comportamiento Naked
Aunque su imagen parece indicar lo contrario, la Benelli 502C es una moto cómoda y accesible, con un asiento de conductor bajo, anatómico y bien almohadillado que sujeta como debe, un manillar ancho y retrasado pero no excesivamente alto, y unas estriberas adelantadas pero no muy elevadas. El espacio para el pasajero es testimonial, un compromiso a la practicidad que obliga a unos desplazamientos con acompañante más bien cortos. A no ser que estés muy acostumbrado a este tipo de motos, cada vez que te subas en ella tus pies buscarán apoyo en la ubicación centrada de una estribera normal en lugar de las adelantadas (en sierra con goma de herencia Leoncino, por cierto): todo es acostumbrarse.
Ya en marcha, el motor nos devuelve ese tacto lineal y con muchos medios común con la TRK 502. Se muestra suave, enérgico y muy capaz en las distancias cortas. Su caja de cambio está bien escalonada y funciona con precisión. Huir del tráfico hasta tu carretera de curvas favorita es la siguiente opción, pues su rendimiento te sorprenderá muy positivamente.
Hasta unas 7.000 rpm el bicilíndrico no vibra, es muy progresivo y suficientemente potente para pasártelo bien en carretera. No hace falta subirlo más allá de las 8.000 rpm, ya que entre 6.000-8.000 rpm da lo mejor de sí. Este espíritu “juguetón” se refuerza con una parte ciclo muy compensada que no deja nada al azar: estabilidad notable gracias a una robusta horquilla invertida, un neumático trasero de 16 cm de ancho y 1.600 mm entre ejes, aún con un amortiguador sin bieletas algo seco de reacciones.
Hilar curvas de radio medio apoyándote en el manillar para desacelerar, tirar la moto donde queremos y abrir gas a fondo es una acción realmente natural, instintiva y plácida a la que esta Benelli 502C se presta gustosa. Rozar con los estribos no es tan fácil a no ser que vayas a buscarlo, puedes compensar con el freno trasero (no por falta de potencia sino para mejorar la entrada en curva) y gozar con unos cambios de dirección rápidos. Otra gran ayuda son sus neumáticos Pirelli Angel ST de serie, una goma de prestigio realmente competitiva.
Cabe resaltar también la excelente frenada, un diez en lo que a potencia y tacto se refiere, protagonizada por una pareja de pinzas radiales delanteras de 4 pistones y latiguillos metálicos que trabajan a la perfección. Junto a la piña derecha se ubica el pulsador SET, que en las TRK/Leoncino sirve para desconectar el ABS y aquí te permite cambiar entre el cuentakilómetros total y dos los parciales. Nivel de gasolina, temperatura del refrigerante, cuentarrevoluciones, velocidad máxima, marcha engranada y hora tampoco faltan.
