Por lo que nos cuentan los libros de historia, en nuestro planeta no ha habido nunca una civilización tan avanzada a nivel tecnológico como la que tenemos hoy. Esta revolución se ha vivido con intensidad durante el siglo XX, especialmente tras la Segunda Guerra Mundial y en lo que llevamos de siglo XXI. Así, hemos pasado de ir a pie o con burros y caballos a buscar el futuro de la humanidad fuera de nuestro planeta. La automoción ha crecido tanto y tan rápido que cosas que hace sólo un par de décadas podían sonarnos como algo exclusivo, ya están hasta en los más económicos scooters de 125. Y cosas con las que ni podíamos soñar están a punto de ser lo habitual. Una muestra de ello es, precisamente, el trabajo que hemos conocido y que nos acerca a una moto que podría ser autónoma y no necesitar que se condujese.
Pero obviamente, toda esta tecnología que se está desarrollando, y lo que hoy nos supone la ilusión de tenerla aquí también va a hacer que todo lo que hoy en día conocemos y damos por bueno desaparezca. Como no estamos, ni mucho menos, en contra del avance y del progreso primero vamos a repasar el último invento que hemos descubierto y que ya se ofrece aunque para VMP (Vehículos de Movilidad Personal). Los “patinetes” están invadiendo las ciudades y generando grandes problemas, con accidentes en los que peatones han resultado gravemente heridos e incluso han llegado a fallecer. Así que, empleando una serie de sensores, un GPS de alta precisión y un mapeo, permite ubicar perfectamente el punto exacto en el que se encuentra y limita la velocidad. Sí, hablamos de los patinetes de la compañía estadounidense Bird. Se trata de unos vehículos de alquiler, por lo cual es una buena manera de evitar que los usuarios cometan infracciones.
Así, lo que era una gran noticia porque permite que las ciudades sean más seguras, nos ha hecho pensar ¿y si esta tecnología se volviera contra nosotros? No, no estamos hablando de la rebelión de las máquinas, Skynet por ahora no se ha levantando en armas y esperamos que eso no suceda a corto plazo, aunque vaya usted a saber… Lo que nos ha llamado la atención es la utilización de dispositivos de tan alto perfil tecnológico que pueden variar su funcionamiento de manera automática en función del lugar en el que se encuentren. Y en ese punto es cuando entran las dudas ya que mezclando esta noticia con la de ayer, es cuando nos damos cuenta de que la fiesta puede estar a punto de acabarse.
¿Qué pasaría si se crease un dispositivo que aunase por un lado una geolocalización exacta capaz de limitar las prestaciones, y a la vez se equipase con una tecnología de comunicación en 5G que fuese gestionada por IA? Al hacernos esa pregunta es cuando nos ha dado por pensar y, quizás, sólo quizás, esa situación daría pie a un mundo en el que los vehículos (autopilotados o gestionados por nosotros) se volvieran en algo anodino que solamente hiciera las cosas que tiene que hacer, que no rebasase los límites de velocidad, que no nos permitiera tomar decisiones propias, que no nos permitiera cruzar una línea continua o que eligiera cuál sería el mal menor a la hora de un accidente. No es que estemos a favor de superar los límites de velocidad, ni mucho menos, pero a veces pueden salvarte de un accidente, lo mismo que cruzar una línea continua. Obviamente también se abre la puerta a la multa instantánea sin necesidad de agentes o dispositivos extras, es decir un control férreo.
No cabe duda de que los próximos lustros van a ser emocionantes a nivel tecnológico, pero hasta que todo se generalice y popularice las dudas estarán ahí, como también el hecho de que cualquier tecnología se puede usar para hacer el bien o para hacer el mal.