La relación de las motocicletas Vespa y los habitantes de Indonesia se remonta a los años 60, cuando el gobierno local regaló a las tropas de mantenimiento de paz que volvían del Congo los scooter italianos por los servicios prestados. Unos años más tarde, Indonesia fue uno de los primeros países en fabricar las Vespa lejos de Italia.
Hoy en día siguen siendo muy populares, pero en dos vertientes. Por un lado, aquellos que las compran y las restauran para que sigan circulando y luciendo como el primer día por las calles. Pero en el otro extremo tenemos el movimiento llamado Vespa Gembel y que opta por una transformación mucho más radical de las Vespa con el objetivo de convertirlas en vehículos únicos y acordes con sus gustos.
Uno de las comunidades más famosas dedicadas a esta práctica son los Vespa Ekstrim o también denominados Vespa Ekstrimistas. Sus miembros consiguen dar un enfoque completamente diferente a las Vespa que, con toda probabilidad, ni habrían aparecido ni en las peores pesadillas de los diseñadores de Piaggio.
Este movimiento tiene lazos muy estrechos con el punk y, en muchos casos, forman parte de él estudiantes que pasan a tener su primera moto o gente con pocos recursos pero mucho ingenio. También los hay que transforman sus motos simplemente porque les gusta el resultado.
Lo cierto es que una Vespa de segunda mano, en Indonesia, es lo más barato de comprar para moverse por la ciudad. Las puedes encontrar, al cambio, por unos 30 euros y hay cientos de sitios donde reparar sus sencillas mecánicas y miles de lugares donde conseguir recambios por cuatro rupias.
En Youtube podéis encontrar muchos vídeos de estas preparaciones, pero os dejamos uno que resume todo lo que podéis encontrar en alguna de las reuniones más importantes del país asiático celebradas durante el año pasado.
