Esta es la historia de Harry Greeves, quien con 13 años vio por primera y única vez una Triumph Tiger 100 de 1939. Aquella moto le dejó marcado para siempre, y en su interior se convenció de que algún día tendría una. Sin embargo, el destino no es justo en muchas ocasiones y no sólo no pudo tenerla sino que tampoco volvió a ver ninguna.
Pero a pesar de ello nunca se le olvidó ese momento en el que, para él, el mundo casi se detuvo. Y siempre que tenía la oportunidad, le contaba a todo el mundo sus recuerdos sobre aquel magnífico día que llevaba recordando por siempre.
78 años después, y cuando Harry ya cuenta con 91 años, su nieto consiguió dar con una Triumph Tiger 100 de 1939 igual a la que vio su abuelo, gracias a la colaboración de coleccionista Dick Shepherd. Sin que él supiese nada, prepararon el reencuentro hombre-moto y que, además, pudiese subirse a ella.
El vídeo que os mostramos a continuación emana una atmósfera difícil de describir, sobre todo cuando Harry toca el guardabarros delantero de la Triumph como si intentase comprobar que, efectivamente, no se trata de un sueño.